El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder chino, Xi Jinping, hablaron positivamente de los lazos bilaterales el 14 de noviembre durante su esperada reunión en persona desde que Biden asumió el cargo en 2021.
El encuentro, al margen de la cumbre del Grupo de los 20 en Bali (Indonesia), se produjo en medio del deterioro de las relaciones entre China y Estados Unidos por una serie de cuestiones, como el robo de tecnología desenfrenado por parte del régimen chino, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong, y su agresión contra Taiwán.
«Hemos pasado mucho tiempo juntos y en los días en que ambos éramos vicepresidentes, y es estupendo verte», dijo Biden a Xi durante la rueda de prensa previa a la reunión bilateral.
«Como líderes de nuestras dos naciones, compartimos la responsabilidad, en mi opinión, de demostrar que China y Estados Unidos pueden gestionar nuestras diferencias, evitar que la competencia… se convierta en conflicto, y encontrar formas de trabajar juntos en cuestiones globales urgentes que requieren nuestra cooperación mutua».
El cambio climático y la inseguridad alimentaria son algunos de los temas clave que Biden mencionó para ser discutidos.
En respuesta, Xi dijo que la actual «relación China-Estados Unidos está en una situación que a todos nos importa mucho».
«Como líderes de los dos países más importantes, tenemos que trazar el rumbo correcto para la relación entre Estados Unidos y China. Tenemos que encontrar la dirección correcta para la relación bilateral en el futuro y elevar la relación», dijo Xi a Biden.
«Nuestra reunión ha atraído la atención del mundo».
Xi dijo que debían mantener intercambios «sinceros y profundos» sobre una serie de asuntos de importancia estratégica.
La reunión se produjo en un momento en que el Partido Demócrata de Biden obtuvo mejores resultados de lo esperado en las elecciones de mitad de periodo. El 13 de noviembre, el presidente dijo que el hecho de que su partido tenga el control del Senado en el próximo Congreso le daba una «mano más fuerte» al reunirse con Xi, aunque añadió: «No lo necesito».
Xi ha conseguido más peso político dentro del Partido Comunista Chino (PCCh) que sus predecesores. El mes pasado se aseguró un tercer mandato sin precedentes e instaló a sus aliados en el máximo órgano de decisión del Partido durante el XX Congreso Nacional.
Los dos líderes se encuentran ahora en una reunión que, según el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, podría durar más de dos horas.
Taiwán
Se espera que el futuro de Taiwán sea el centro de la reunión del lunes, mientras que Ucrania y las ambiciones nucleares de Corea del Norte también están entre los principales temas de discusión.
Durante su última conversación telefónica en julio, Xi advirtió a Biden de que no debía jugar con fuego con Taiwán, la isla autogobernada que Beijing considera su propio territorio. «Jugar con fuego lo hará arder», dijo entonces Xi a Biden.
Este año, Taiwán ha sufrido una escalada de presión militar, política y económica por parte de Beijing. Tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en agosto, Beijing lanzó simulacros de fuego real y 11 misiles balísticos en las aguas que rodean a Taiwán.
El PCCh también sigue enviando regularmente aviones de guerra que vuelan cerca de la isla. El 12 de noviembre, los militares de defensa de Taiwán informaron que 36 aviones militares chinos y tres buques fueron vistos en su región circundante.
Xi dejó clara la determinación del Partido de anular la independencia de Taiwán durante una remodelación política de dos décadas. «Nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias», dijo Xi el 16 de octubre.
Aunque Biden dijo que Washington no busca un conflicto con Beijing, los analistas han advertido que la consolidación del poder de Xi inevitablemente intensificará la competencia entre las dos naciones, aumentando el riesgo de una guerra fría.
El «único interés de Xi es la dominación global»
En vísperas de la reunión, la Casa Blanca ha dicho que es poco probable que las conversaciones del lunes den lugar a una declaración conjunta. Los legisladores estadounidenses también advirtieron que el régimen chino no tiene interés en cooperar con Estados Unidos.
«El presidente Xi no tiene interés en asociarse con Estados Unidos», dijo la senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) el 13 de noviembre.
«Su único interés [el de Xi] es la dominación global, y se aprovechará fácilmente de la débil política exterior de la Administración Biden para acercarse a ese objetivo», dijo Blackburn en un correo electrónico a The Epoch Times.
«Esta reunión es una oportunidad para que el presidente Biden comunique de manera decisiva cuál es la posición de nuestra nación, con Taiwán y nuestros socios en todo el mundo que aman la libertad, y contra los atroces abusos de los derechos humanos del régimen comunista chino», escribió.
«Si Biden se toma en serio la idea de enfrentarse al PCCh, no aceptará nada que les dé más ventaja contra nosotros. Estados Unidos de América no se dejará intimidar para abandonar nuestros principios fundamentales. Es hora de que nos centremos en fortalecer nuestro ejército y nuestras relaciones con los países que comparten nuestros valores de libertad y democracia».
Con información de Cathy He y Reuters.
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