El presidente Joe Biden visitará Texas en un futuro próximo, posiblemente esta semana, dijo una portavoz el domingo.
«Está ansioso por ir a Texas y mostrar su apoyo. Pero también es muy consciente de que no es una tarea fácil para un presidente viajar a una zona de desastre. No quiere restarle recursos ni atención», dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en el programa «This Week» de la cadena ABC.
«Lo haremos en el momento adecuado en coordinación con la gente sobre el terreno. Podría ser incluso esta misma semana», añadió.
Texas está lidiando con temperaturas gélidas que condujeron a una demanda eléctrica récord, que a su vez provocó cortes de energía generalizados. Millones de hogares se quedaron sin electricidad, aunque a partir del viernes ya no había cortes de electricidad residenciales por falta de generación de energía, ya que la red eléctrica estaba totalmente operativa.
Biden ha estado recibiendo novedades del administrador en funciones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Bob Fenton, sobre la situación en Texas, además de mantenerse al tanto de las noticias.
«El presidente se mantiene al tanto de los acontecimientos en Texas y los estados circundantes y recibe novedades todos los días, pero más de una vez al día», dijo Psaki a los periodistas hace unos días.
En cuanto al viaje, explicó que un presidente que viaja a algún lugar puede ocupar el tiempo y la energía de la policía y la seguridad.
Biden ha realizado pocos viajes desde que asumió el cargo. Viajó a dos estados la semana pasada, parando en Wisconsin para un foro y visitando una planta de vacunas contra la COVID-19 en Kalamazoo, Michigan.
Biden aprobó el sábado la solicitud del gobernador de Texas, Greg Abbott, de una declaración de desastre mayor, dos días después de que ambos hablaran por teléfono.
Biden «reiteró que el gobierno federal continuará trabajando mano a mano con las autoridades estatales y locales de Texas para llevar alivio y atender las necesidades críticas de las familias afectadas», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Abbott dijo el sábado que agradecía la declaración de desastre, pero señaló que solo permite solicitar ayuda en 77 de los 254 condados del estado.
«Si bien esta aprobación parcial es un primer paso importante, Texas continuará trabajando con nuestros socios federales para asegurar que todos los tejanos que reúnen los requisitos tengan acceso a la ayuda que necesitan», dijo.
Psaki dijo que la declaración era parcial debido a una determinación de la FEMA.
«Lo que ocurre aquí es que el gobernador solicitó una declaración federal de desastre. El presidente pidió a su equipo que agilizara eso. Y la FEMA determinó dónde estaban los condados [con más problemas], dónde debía concentrar los recursos inmediatos, dónde [estaban] los condados más afectados para asegurarse de que llegaran a la gente más necesitada», dijo.
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