El presidente Joe Biden se reunió el martes con el primer ministro canadiense Justin Trudeau en un encuentro virtual en el que ambos líderes afirmaron los lazos bilaterales y trataron asuntos relacionados con la pandemia de la COVID-19 y el cambio climático, entre otros temas.
«Estados Unidos no tiene un amigo más cercano que Canadá», dijo Biden desde la Sala Roosevelt de la Casa Blanca. «Por eso fue mi primera llamada como presidente, [y] mi primera reunión bilateral».
Biden dijo que los temas que discutirían serían «la COVID-19, la recuperación económica, el cambio climático, los refugiados y la migración, la lucha por nuestros valores democráticos en un escenario global y el fortalecimiento de nuestras propias democracias en casa».
«Cuanto antes tengamos esta pandemia bajo control, mejor. Y espero verle en persona en el futuro», añadió Biden.
La pandemia provocada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) había obligado al presidente estadounidense a reunirse virtualmente con su homólogo canadiense. Trudeau fue el primer líder mundial en felicitar a Biden por las elecciones presidenciales de 2020, el 7 de noviembre, antes de que se certificaran los resultados.
«Es un gran placer sentarme con ustedes, presidente Biden y vicepresidenta Harris, para hablar obviamente de la Covid, para hablar de la reconstrucción económica y de la creación de empleo para los canadienses y los estadounidenses en los meses y años venideros, y de la lucha contra el cambio climático, que sigue siendo un elemento esencial de nuestro futuro, pero también del presente», dijo Trudeau a Biden desde el despacho del primer ministro en Ottawa.
«El liderazgo de Estados Unidos se ha echado mucho de menos en los últimos años», dijo también Trudeau. «Y tengo que decir que, mientras preparábamos el lanzamiento conjunto del comunicado sobre esto, es agradable que los estadounidenses no hayan sacado todas las referencias al cambio climático y que, en cambio, las hayan añadido».
El expresidente Donald Trump había impuesto aranceles al aluminio y al acero canadienses y durante su presidencia solo viajó una vez a Canadá para una reunión del G7 en 2018, y había criticado a Trudeau por ser «muy deshonesto y débil» tras su marcha. Trump también había forzado la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conversaciones que desgastaron al gobierno de Trudeau durante años.
A Biden le acompañaron en la reunión la vicepresidenta Kamala Harris, el secretario de Estado Antony Blinken, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y Juan Gonzales, director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental. A Trudeau le acompañaban la viceprimera ministra y ministra de Economía, Chrystia Freeland, el ministro de Asuntos Exteriores, Marc Garneau, la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, y la jefa de Gabinete, Katie Telford.
Mientras las emisoras de televisión por cable de Estados Unidos se quedaron con las noticias de última hora sobre el grave accidente automovilístico del golfista profesional Tiger Woods, las cadenas canadienses CTV y CBC transmitieron en directo las declaraciones de los líderes.
Los dos países celebraron más tarde una reunión bilateral ampliada con un conjunto más amplio de funcionarios, entre los que se encontraban varios asesores del gabinete de Biden y ministros de Trudeau.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en un comunicado antes de la reunión virtual que ésta «será una oportunidad para que los dos líderes revisen los esfuerzos conjuntos en áreas de interés mutuo como la respuesta a la COVID-19, el cambio climático y los lazos económicos que unen a nuestros países, así como los profundos lazos pueblo a pueblo que compartimos».
Biden dijo a los periodistas en una conferencia de prensa celebrada más tarde el martes que él y Trudeau habían mantenido «una reunión bilateral muy productiva» y que prevé que habrá más reuniones de este tipo. Dijo que poner bajo control la pandemia del virus PCCh en Estados Unidos y en todo el mundo era la «prioridad inmediata», y que los dos países se habían comprometido a trabajar juntos «fortaleciendo la Organización Mundial de la Salud, apoyando nuestros audaces objetivos en el marco de la Agenda Mundial de Seguridad Sanitaria, cooperando en la Asociación Mundial contra la Propagación de Armas [y Materiales] de Destrucción Masiva, y participando en otras instituciones multilaterales para promover la transparencia, crear capacidad y fortalecer las normas mundiales».
Biden dijo que su equipo trabajaría junto con los líderes canadienses «para fortalecer la cadena de suministro» para acelerar la recuperación económica «que beneficia a todos, no solo a los de arriba».
Biden dijo que Estados Unidos y Canadá «acordaron redoblar esfuerzos» en materia de cambio climático. «Ahora que Estados Unidos vuelve a estar en el Acuerdo de París, tenemos la intención de demostrar nuestro liderazgo para estimular a otros países a elevar sus propias ambiciones», dijo, y añadió que ambos países pondrán en marcha una iniciativa conjunta para alcanzar el objetivo de cero emisiones de carbono para el año 2050.
Durante la charla, los líderes acordaron trabajar en la mejora de las relaciones raciales, dijo Biden.
«Ambos reconocemos nuestra responsabilidad, como democracias líderes, de defender nuestros valores compartidos en todo el mundo y de fortalecer nuestras propias democracias en casa. Eso significa erradicar el racismo sistémico y los prejuicios inconscientes de nuestras instituciones y nuestras leyes, así como de nuestros corazones», dijo. «Hoy hemos acordado restablecer el Foro sobre la Delincuencia Transfronteriza y trabajar juntos para modernizar nuestro enfoque de la seguridad comunitaria, y hacer todo —lo más que podamos— para enfrentarnos al racismo y la discriminación en nuestros dos sistemas».
Por separado, Biden dijo que él y Trudeau también acordaron modernizar el Mando de Defensa Aeroespacial de América del Norte, una organización mixta de Estados Unidos y Canadá que proporciona alerta aeroespacial, control aeroespacial y alerta marítima para defender a América del Norte.
«Y pondremos en marcha un diálogo ampliado entre Estados Unidos y Canadá sobre el Ártico para cubrir cuestiones relacionadas con la seguridad continental, el desarrollo económico y social, y la gobernanza del Ártico», dijo Biden.
Biden también expresó el apoyo de Estados Unidos para que China libere a dos canadienses que están detenidos allí. Michael Kovrig y Michael Spavor fueron arrestados hace dos años en una aparente represalia de China debido al arresto y la detención por parte de Canadá de la directora de Huawei Meng Wanzhou, que ahora espera ser extraditada a Estados Unidos para enfrentarse a cargos por haber cometido supuestamente fraude electrónico y bancario, así como haber violado las sanciones estadounidenses sobre Irán.
«Los seres humanos no son fichas de trueque», dijo. «Estados Unidos no tiene un amigo más cercano e importante que Canadá».
Psaki había obviado el lunes la pregunta cuando le preguntaron si Biden podía comprometerse sobre el asunto.
Trudeau, hablando primero en inglés y luego en francés, comenzó agradeciendo al presidente estadounidense y dijo que la reunión se había centrado en «nuestra ambiciosa nueva hoja de ruta de asociación basada en valores y prioridades compartidos».
Afirmó que las discusiones sobre la mejora de las cadenas de suministro ayudarían a «las personas más afectadas» por la pandemia del virus del PCCh a recuperarse.
«Sé que el presidente y yo estamos en el mismo bando cuando se trata de defender a la clase media y a la gente que trabaja duro para unirse a ella», dijo Trudeau. «Y con millones de familias que dependen de la asociación entre Canadá y Estados Unidos, este es un trabajo que debemos hacer juntos. Basta con tomar como ejemplo la industria energética. Los trabajadores canadienses del sector energético alimentan los hogares de ambos lados de la frontera. Esto demuestra que todos estamos mejor gracias a esta asociación».
«Estamos unidos para derrotar esta pandemia y construir un mañana mejor», concluyó. «Y sé que nuestro vínculo se hará aún más fuerte».
La Casa Blanca anunció el martes que Biden tiene previsto publicar una «hoja de ruta» en la que se esbozará el modo en que los dos países trabajarán juntos en asuntos de interés mutuo como la COVID-19, el cambio climático, la defensa y la seguridad, entre otras áreas.
Psaki dijo el lunes, antes de la reunión, que no se preveía «ningún cambio» cuando un reportero le preguntó si Biden estaría dispuesto a hacer excepciones para los contratistas y proveedores canadienses por la reciente orden ejecutiva «Buy American» que firmó. Psaki dijo a los periodistas el martes: «No espero que asuma ningún compromiso durante la reunión de hoy», cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que Canadá reciba una exención a la orden «Buy American».
Estados Unidos representa alrededor del 75 por ciento de las exportaciones de Canadá. Biden había dicho que las exenciones solo se utilizan en «circunstancias muy limitadas», como cuando hay una necesidad abrumadora de seguridad nacional, humanitaria o de emergencia en el país. La orden ejecutiva que Biden firmó a finales de enero estaba destinada a aumentar las compras de productos fabricados en Estados Unidos, principalmente mediante el endurecimiento de las normas en torno a las adquisiciones federales y dando al gobierno un papel más importante en el apoyo a las empresas estadounidenses. El gobierno federal gasta actualmente unos 600,000 millones de dólares en contrataciones al año.
Una medida diferente que supuso un golpe para la economía de Canadá fue la paralización de la construcción del oleoducto Keystone XL poco después de que Biden tomara posesión de su cargo en enero. Biden, en una llamada realizada el mes pasado entre los dos líderes, explicó su decisión sobre el oleoducto, un proyecto que contaba con el apoyo de Trudeau y que estaba previsto que transportara unos 800,000 barriles de petróleo al día desde las arenas bituminosas de Alberta hasta la costa del Golfo de Texas, pasando por Montana, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas y Oklahoma.
China arremetió contra Canadá la semana pasada por unirse a Estados Unidos y a otros 56 países en la aprobación de una declaración que denuncia la detención arbitraria de ciudadanos extranjeros con fines políticos patrocinada por el Estado.
Con información de Tom Ozimek, Reuters y The Associated Press.
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