El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitará Corea del Sur, Japón y Francia en lo que probablemente sea su último viaje diplomático antes de que la administración entrante de Donald Trump tome el mando a finales de este mes.
Blinken iniciaría el 4 de enero un viaje de cinco días a los tres países, con el objetivo de reafirmar las alianzas de Estados Unidos frente a los desafíos regionales, anunció el viernes el Departamento de Estado.
En Corea del Sur, Blinken se reunirá con altos funcionarios del gobierno para reafirmar la férrea alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur y discutir la «cooperación crítica» para hacer frente a los desafíos globales.
Blinken se centrará en cómo los dos países «pueden fortalecer los esfuerzos clave para promover un Indo-Pacífico libre, abierto y próspero» y mejorar los esfuerzos trilaterales con Japón, declaró el Departamento.
La visita de Blinken se producirá en medio de la agitación política en Corea del Sur tras la suspensión de los poderes del presidente Yoon Suk-yeol por su breve declaración de la ley marcial el mes pasado. El ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió el papel de presidente en funciones, la segunda persona que lo hace tras la destitución del primer ministro interino, Han Duck-soo.
El Departamento de Estado declaró que Blinken mantendrá conversaciones con altos cargos del gobierno japonés durante su visita a Tokio para repasar «el tremendo progreso que la alianza entre EE. UU. y Japón ha realizado en los últimos años».
Durante las conversaciones, Blinken subrayará la importancia de su alianza a la hora de abordar cuestiones regionales y globales, al tiempo que debatirá formas de aprovechar el impulso de la cooperación trilateral con Corea del Sur.
Por último, Blinken viajará a Francia para discutir con altos funcionarios franceses los desafíos en Europa, particularmente en Ucrania, así como las crecientes tensiones en el Medio Oriente, según el Departamento.
El anuncio se hizo un día después de que el Departamento de Estado aprobara la posible venta a Japón de misiles aire-aire avanzados de alcance medio y equipo conexo, valorada en unos 3.640 millones de dólares.
La administración Biden ha tratado de reforzar las alianzas con Japón y Corea del Sur en medio de la preocupación por la asertividad de China en el Indo-Pacífico y las amenazas de misiles de Corea del Norte.
Los crecientes lazos militares entre Corea del Norte y Rusia también han desatado las alarmas, ya que Corea del Norte habría enviado miles de soldados a luchar junto a las tropas rusas en Ucrania.
La semana pasada, Estados Unidos y Japón dieron a conocer nuevas directrices para una disuasión más amplia, citando un «entorno de amenaza estratégica y nuclear cada vez más grave» que refleja el aumento de las tensiones en el Indo-Pacífico, donde China, Rusia y Corea del Norte han tomado medidas para modernizar sus arsenales y proyectar poder.
No se han revelado los detalles de las nuevas directrices. Tanto Estados Unidos como Japón afirmaron que el documento hace hincapié en la mejora de los mensajes estratégicos para garantizar que los adversarios comprendan claramente la determinación y las capacidades de la alianza. Las medidas también incluyen el refuerzo de una disuasión ampliada de Estados Unidos con los avances en defensa de Japón, como la mejora de los sistemas de defensa antimisiles y la preparación para responder a contingencias.
Con la colaboración de Tom Ozimek.
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