Análisis
WASHINGTON – China podría dar el drástico paso de restringir las exportaciones de tierras raras para contraatacar a Estados Unidos, a medida que la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo continúa intensificándose. Sin embargo, el uso de estos metales estratégicos por parte de Beijing como arma contra Washington tiene consecuencias devastadoras y puede ser contraproducente, según los expertos.
Aunque hasta ahora Beijing no dijo explícitamente que limitaría las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos, los periódicos chinos de propiedad estatal han advertido que Beijing consideraría seriamente esta opción.
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos utilizados en la producción de componentes críticos de tecnologías clave, tales como vehículos eléctricos, teléfonos inteligentes, turbinas eólicas, satélites, misiles y chips semiconductores. Los metales también son cruciales para el sector de defensa, ya que se utilizan en armas guiadas con precisión, equipos de comunicaciones, motores a reacción, baterías y otros productos electrónicos de defensa.
Estados Unidos fue el mayor productor de tierras raras hasta la década de 1980. Sin embargo, muchas plantas fueron cerradas durante las últimas décadas debido a los costos y a preocupaciones ambientales, así como a la competencia de China. Actualmente, Estados Unidos depende totalmente de las importaciones de tierras raras, y la gran mayoría proviene de China.
Las especulaciones de que China podría utilizar su posición dominante en las tierras raras es una “gran amenaza” para Estados Unidos, según Richard Trzupek, analista del Heartland Institute, un centro de estudios con sede en Chicago.
“Los políticos y las autoridades hicieron oídos sordos al respecto”, dijo.
Si China decide bloquear el suministro de tierras raras, tendría un efecto devastador en ambas partes, según Trzupek. Y un embargo total haría arrojar el guante a todo el mundo industrializado, argumentó.
“Es difícil para mí creer que estén tan locos como para dar ese gran paso”, dijo, y agregó que eso tendría un efecto negativo en la economía china.
En los últimos días, los medios de comunicación estatales de China, incluyendo el Global Times y el Diario del Pueblo, han dejado entrever firmemente que China podría utilizar las tierras raras como arma política en la guerra comercial con Washington.
“¿Se convertirán las tierras raras en una contra-arma para que China contraataque la presión que Estados Unidos ejerció sin razón alguna? La respuesta no es ningún misterio”, declaró el Diario del Pueblo en un comentario.
“Basado en lo que sé, China está considerando seriamente restringir las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos. China también puede tomar otras contramedidas en el futuro”, escribió Hu Xijin, editor en jefe del tabloide chino Global Times, en su cuenta de Twitter el 28 de mayo.
Amenaza velada
La especulación comenzó cuando el mandatario chino Xi Jinping visitó el 20 de mayo una compañía minera china de tierras raras en la ciudad de Ganzhou, conocida por sus ricos yacimientos de minerales de tierras raras. La visita de Xi fue considerada una amenaza encubierta dirigida a los Estados Unidos.
Beijing utilizó antes las tierras raras como táctica de represalia, pero el tiro terminó saliéndole por la culata.
En 2010, Beijing bloqueó las exportaciones de tierras raras después de que un barco pesquero chino chocara con dos barcos de la Guardia Costera de Japón en el Mar Oriental de China. La prohibición de exportación hizo que los precios de las materias primas subieran por las nubes. La enorme subida de los precios perjudicó a Beijing, ya que alentó un aumento de la producción ilegal en China; también motivó una nueva producción en países como Australia y destruyó la demanda de metales de tierras raras chinos.
En 2012, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea se quejaron ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) de las restricciones de China a las exportaciones de tierras raras. Dos años después, la OMC falló en contra de China.
“Es un posible punto de fricción en nuestra relación bilateral”, dijo Jeffrey Schott, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, un centro de estudios con sede en Washington.
“La profundidad de la desconfianza está creciendo. Por lo tanto, es algo que debe ser monitoreado de cerca”, agregó. Pero no espera que el régimen chino instaure controles de exportación duros por segunda vez, después de haber perdido el caso en la OMC hace unos años.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos presentó el 29 de mayo un informe al Congreso sobre los minerales de tierras raras, según Reuters. El Pentágono no explicó los detalles del informe, pero dijo que el documento estaba vinculado a un programa federal diseñado para impulsar la capacidad de producción nacional a través de incentivos económicos.
En diciembre de 2017, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva a los departamentos y agencias ejecutivas para desarrollar una estrategia que garantice un suministro seguro y confiable de minerales críticos.
Estados Unidos perdió su capacidad de producir metales de tierras raras durante las últimas décadas, principalmente debido a la creciente oposición ambiental a la minería, dijo Trzupek, y agregó que reconstruir esa capacidad tomará años.
“El proceso de obtención de permisos en Estados Unidos es tan complejo y tan abierto a las obstrucciones”, dijo.
“Si estás explotando tierras raras y quieres cambiar un poco tu proceso, entonces tienes que solicitar un permiso, y los grupos ecologistas que se oponen a cualquier tipo de explotación minera harán todo lo posible por oponerse a ello”, explicó. “Así que se vuelve más caro porque estás usando tecnología más vieja”.
“Así que al final, económicamente no tiene sentido que un operador minero o una refinería continúe haciendo negocios en este país. Ya no puede competir más”, dijo.
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