UVALDE, Texas— En una sola línea de tren hacia el este que se extiende desde la ciudad de Eagle Pass, en la frontera de Estados Unidos, hasta San Antonio, Texas, los agentes de la Patrulla Fronteriza están afrontando un aumento del 911 por ciento en las aprehensiones de extranjeros ilegales, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La Patrulla Fronteriza detiene el tren de esta línea cerca de Uvalde, un pueblo del estado de Texas ubicado a unas 60 millas de la frontera entre Estados Unidos y México.
En lo que va de año fiscal, desde el 1 de octubre de 2020, los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a 3390 inmigrantes ilegales en los trenes que pararon cerca de Uvalde para inspeccionarlos, según datos de la CBP publicados el 23 de junio.
Durante el mismo período en el año fiscal 2020, los agentes arrestaron a 372 extranjeros ilegales.
«La estación de Uvalde continúa viendo un aumento preocupante de los inmigrantes descubiertos durante las operaciones de control del tren», dijo el agente jefe de la patrulla del sector de Del Río, Austin Skero, en un comunicado de prensa el 23 de junio.
«Ellos han sido descubiertos escondidos en muchas áreas de almacenamiento peligrosas, para evitar ser detectados, poniendo sus vidas en riesgo. Con el aumento de las temperaturas durante los meses de verano, este modo de transporte podría volverse mortal”.
Muchos se encuentran en los sofocantes y oscuros compartimentos de las tolvas de grano.
Los extranjeros ilegales que van en las tolvas de grano vacías generalmente no pueden salir a menos que alguien en el exterior del tren abra la placa inferior con una manivela. Ellos entran cortando el cable de la cerradura de la tapa, dejándose caer dentro y cerrando la tapa.
Otros se esconden donde creen que pueden evitar ser detectados. Cuando el tren se detiene en Uvalde, es habitual ver cómo una corriente de extranjeros ilegales salta hacia afuera y se va corriendo desordenadamente por la carretera hacia la maleza o por una calle hasta desaparecer en un barrio.
El 21 de junio, de los cuatro trenes detenidos por la Patrulla Fronteriza en un período de cinco horas, los agentes detuvieron al menos a 43 extranjeros ilegales. Varios más se escaparon. Todos, excepto dos personas, eran hombres y, aparte de unos pocos hondureños, la mayoría eran de México. Varios llevaban cuchillos. Los agentes fueron vistos comprobando los tatuajes de las bandas en los individuos detenidos.
Es probable que las autoridades devuelvan a todos los capturados a México el mismo día o al día siguiente, pero muchos suelen volver a intentarlo a los pocos días.
El número de cruces ilegales de la frontera no ha dejado de aumentar desde el pasado mes de octubre y se disparó en febrero tras la toma de posesión del presidente Joe Biden.
En mayo, la CBP detuvo a 180,034 personas que entraron ilegalmente en Estados Unidos, la cifra más alta en un solo mes en 21 años.
En el mismo mes, al menos 51,000 extranjeros ilegales eludieron su detención tras ser detectados por la Patrulla Fronteriza, según cifras obtenidas por The Epoch Times.
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