El gobierno de Joe Biden liberó en el interior de Estados Unidos a casi 95,000 inmigrantes ilegales sin citarlos al tribunal, reveló el martes un alto funcionario.
Los extranjeros ilegales recibieron avisos para que se presentaran en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Normalmente a los extranjeros se les ordena comparecer ante el tribunal en una fecha futura para tratar de convencer a un juez de que les permita quedarse en el país.
Entre el 1 de enero y el 31 de octubre, 94,581 inmigrantes ilegales recibieron notificaciones para que se presenten, dijo el 16 de noviembre el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ante un panel del Senado en Washington.
«Nosotros dejamos de expedir avisos para que se presenten», añadió Mayorkas.
El ICE se negó anteriormente a decir cuántos inmigrantes ilegales recibieron los avisos de nivel menor indicando a los extranjeros que intentaban obtener asilo que se presenten en una oficina del ICE en un plazo de 60 días después de ser liberados.
Este mes el ICE dijo a The Epoch Times que estaba enviando correspondencia por correo, incluyendo avisos de comparecencia ante el tribunal, a aproximadamente 78,000 extranjeros que fueron liberados con avisos de presentación.
El Departamento de Seguridad Nacional se negó a responder por qué a los restantes 16,581 extranjeros no se les envió la correspondencia, remitiendo The Epoch Times al ICE. La agencia tampoco respondió la consulta.
La senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.), quien pidió a Mayorkas la cifra, señaló que un número incalculable de extranjeros adicionales evadieron la detección y están dentro del país sin los avisos.
«Todavía tenemos mucha gente que no sabemos dónde está en este país», dijo Blackburn.
Bajo la administración Biden, la inmigración ilegal se disparó. Las aprehensiones en la frontera sur ya han establecido nuevos récords para un año fiscal y un año natural. En 2021 ya se han producido cerca de 1.7 millones de detenciones. Parte de los extranjeros han sido detenidos y expulsados varias veces.
Entre los arrestados, cerca de un millón fueron expulsados o retirados y unos 375,000 permanecen en el país, estimó Mayorkas.
Matthew Tragesser, portavoz de la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense, dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que las cifras que Mayorkas expuso durante la audiencia eran «alarmantes y sin precedentes».
«Mayorkas ha desbaratado nuestro aparato de control de la inmigración en el interior, lo que significa que una vez que un extranjero ilegal entra en nuestro país, es prácticamente imposible expulsarlo», añadió.
Mayorkas emitió una serie de directivas al ICE en los últimos meses, incluyendo la orden de no detener a los inmigrantes ilegales en «áreas protegidas» como los bancos de alimentos y los refugios.
Aproximadamente 1.2 millones de inmigrantes ilegales en el país recibieron órdenes finales de expulsión u órdenes de deportación de un juez.
El senador Chuck Grassley (R-Iowa) preguntó a Mayorkas si ellos deben ser expulsados dado que recibieron el debido proceso.
«Nosotros no podemos remover a 1.2 millones de individuos, ni podemos remover a más de 11 millones de individuos indocumentados presentes ilegalmente en Estados Unidos quienes podrían no tener órdenes de expulsión definitivas», dijo Mayorkas.
«Yo no aceptaría necesariamente el hecho de que todos ellos hayan recibido el debido proceso», añadió. «Sí creo que los individuos que suponen un asunto de seguridad pública, que suponen una amenaza para la seguridad nacional, que suponen una amenaza para la seguridad fronteriza deben ser expulsados y debemos ser inteligentes y eficaces en el uso de los recursos».
Después de la audiencia Grassley escribió en Twitter que, el «estado de derecho requiere la aplicación de la ley» y la «negativa de Mayorkas a hacer su trabajo es una de las muchas razones de la crisis fronteriza de Biden”.
Con información de Charlotte Cuthbertson
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