Aproximadamente la mitad de los casos de ómicron en un importante sistema hospitalario en Texas han ocurrido entre los vacunados, según un nuevo estudio financiado en parte por el gobierno de EE. UU.
Investigadores del Hospital Metodista de Houston y otras instituciones realizaron la secuenciación del genoma de los pacientes con COVID-19 en el área de Houston e identificaron a 862 personas con síntomas en las que las infecciones fueron causadas por ómicron, una variante del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), o SARS-CoV -2. Las infecciones se registraron desde finales de noviembre de 2021 hasta el 18 de diciembre de 2021.
De los pacientes, 430 cumplieron con la definición de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de un caso de brote, o un caso de COVID-19 que sucede entre las personas vacunadas.
La mayoría de los pacientes, 299, recibieron dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19; el resto recibió una serie primaria de Moderna o la vacuna Johnson & Johnson de una sola dosis.
El porcentaje de pacientes vacunados fue mucho mayor en el caso de ómicron que para las variantes Alfa o Delta, dijeron los investigadores.
El porcentaje se disparó del 3.2 % para Alfa al 24.1 % para Delta y al 49.9 % para ómicron. Todas las cepas están catalogadas como variantes preocupantes (VOC, por sus siglas en inglés) por la Organización Mundial de la Salud.
Además, el estudio halló a 85 pacientes que habían recibido una dosis de refuerzo pero aún contrajeron el COVID-19 sintomático.
«En consonancia con el hecho de que ómicron causa un número significativamente mayor de casos de brotes posteriores a la vacuna, se ha informado de que esta variante tiene una sensibilidad reducida a la neutralización de anticuerpos in vitro, probablemente en gran parte debido al gran número de aminoácidos y otros cambios estructurales que se producen en la proteína de la espícula de ómicron», escribieron los investigadores en el estudio de preliminar, que aún no ha sido revisado por pares.
El Dr. James Musser, del Centro Metodista de Houston para Enfermedades Infecciosas, dirigió el trabajo con colegas y expertos del Weill Cornell Medical College en Nueva York y la Universidad de Chicago.
El estudio fue financiado por el Fondo de Enfermedades Infecciosas del Instituto Académico Metodista de Houston, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Se hicieron varios descubrimientos clave, incluyendo (i) la VOC ómicron aumentó rápidamente como una causa de COVID-19 y se extendió por todo el metroplex en un período de tiempo inusualmente corto, mucho más rápido que cualquier otra variante del SARS-CoV-2; (ii) ómicron causó significativamente más casos de brotes posteriores a las vacunas que las VOC Alfa o Delta; (iii) Los pacientes con ómicron fueron significativamente más jóvenes que los pacientes con Alfa o Delta; (iv) significativamente menos pacientes con ómicron requirieron hospitalización en comparación con los pacientes con Alfa y Delta; (v) la duración media de la estancia hospitalaria para los pacientes con ómicron hospitalizados fue significativamente más corta que para los pacientes con Alfa y Delta, y de acuerdo con esta observación, el soporte respiratorio máximo requerido para los pacientes con ómicron fue significativamente menor que para los pacientes con Alfa o Delta”, escribieron los investigadores.
Las limitaciones fueron que las muestras solo se obtuvieron de pacientes con síntomas y que no se incluyeron la mayoría de los casos de la región de Houston.
David Usharauli, cofundador y director de Tregeutix y excientífico de los NIH que no participó en la investigación, escribió en Twitter que el estudio proporcionó la «primera prueba directa de que #ómicron infecta de forma similar a las personas no vacunadas y #vacunadas».
«Es muy diferente de las variantes alfa y delta», dijo.
Los CDC dicen que “se esperan” infecciones posteriores a la vacuna, pero que las personas completamente vacunadas que se infectan tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades graves en comparación con las personas no vacunadas.
Los primeros estudios sobre ómicron han indicado que las series de vacunación primaria brindan poca protección contra la infección por ómicron, aunque las vacunas han resistido bastante bien contra la enfermedad grave, al igual que la inmunidad natural o la protección de la recuperación de COVID-19.
En otro estudio publicado después de Año Nuevo, los investigadores de los NIH y las instalaciones de salud en el área de Cleveland también encontraron pruebas de que ómicron está causando enfermedades menos graves al analizar los registros de salud electrónicos de la red de TriNetX Analytics.
En comparación con los pacientes con COVID-19 causado por Delta, los pacientes con ómicron tienen menos probabilidades de acudir a urgencias o de requerir hospitalización, dijeron los investigadores en el documento preliminar.
«Las primeras infecciones por SARS-CoV-2 se produjeron en un momento en que la variante ómicron se propagaba rápidamente se asociaron con resultados significativamente menos graves que las primeras infecciones cuando predominaba la variante Delta», escribieron.
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