Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se niegan a cambiar su pauta sobre el uso de mascarillas y otras medidas destinadas a mitigar el riesgo de la COVID-19 a pesar de que los casos, hospitalizaciones, y muertes han disminuido en los Estados Unidos en las últimas semanas.
El factor clave es el sistema de la agencia para clasificar la transmisión comunitaria del virus que causa la COVID-19.
Si hay 50 o más casos nuevos en los condados por cada 100,000 personas en los últimos siete días, eso clasifica como transmisión «sustancial» o «alta».
El sistema de clasificación no ha cambiado desde la primavera de 2020, incluso cuando aumentó la cantidad de pruebas realizadas.
A medida que los CDC consideran si cambiar la guía, “reconocemos la importancia no solo de los casos, que continúan resultando en una transmisión comunitaria sustancial u oculta y en más del 97 por ciento de nuestros condados en el país, sino de enfermedades médicamente graves y críticas que conducen a hospitalizaciones”, dijo la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, a los periodistas en una sesión informativa virtual el 16 de febrero.
Los casos de COVID-19 han seguido disminuyendo durante la semana pasada, cayendo alrededor del 40 por ciento a alrededor de 70,000 por día. Las hospitalizaciones también se redujeron durante la semana anterior, cayendo alrededor de un 28 por ciento a alrededor de 9500 por día.
Los casos están al mismo nivel que antes de que surgiera la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en diciembre de 2021, mientras que las hospitalizaciones atribuidas a la COVID-19–algunas de las cuales en realidad se deben a otras razones–son tan bajas como lo fueron durante la Navidad del año pasado.
Crucialmente, las muertes relacionadas con la COVID-19 también disminuyeron. El número de muertes, un indicador rezagado, cayó un 9 por ciento en la última semana, llegando a unas 2200 por día.
Muchos estadounidenses piden por restricciones menos severas, lo que ha llevado a los gobernadores de varios estados a eliminar recientemente los mandatos de uso de mascarillas en escuelas y otras normas de la era de la pandemia.
Pero los CDC, cuya guía es seguida religiosamente por algunas jurisdicciones y ciudadanos, no está tomando esa ruta, al menos por ahora, y la agencia se ha negado a delinear métricas específicas que desencadenarían un cambio.
“Estamos evaluando los factores más importantes en función de dónde nos encontramos en la pandemia y pronto implementaremos una guía que sea relevante y aliente las medidas de prevención cuando más se necesiten para proteger la salud pública y nuestros hospitales. Queremos darles a las personas un descanso de cosas como el uso de mascarillas cuando estas métricas sean mejores, y luego tener la capacidad de implementarlas nuevamente si las cosas empeoran”, dijo Walensky. “Si actualizamos nuestra guía y cuando lo hagamos, lo comunicaremos claramente. Y se basará en los datos y la ciencia”.
Los CDC dijeron a las personas vacunadas en abril de 2021 que podían dejar de usar mascarillas mientras estuvieran al aire libre o durante pequeñas reuniones en interiores, pero varios meses después, dijeron que las personas vacunadas debían comenzar a usarlas nuevamente mientras estaban en interiores en cualquier lugar público en áreas con transmisión «sustancial» o » alta” del virus.
Algunos expertos dijeron que el cambio socavó la confianza en las vacunas, que resultaron menos efectivas de lo prometido inicialmente.
Algunos expertos promueven el uso de mascarillas, incluso mascarillas de tela, pero otros dicen que faltan datos que respalden el uso de mascarillas de tela y que otros tipos de mascarillas son difíciles de usar durante muchas horas seguidas.
Walensky habló luego que fuentes anónimas dijeran que los CDC planeaban relajar pronto su guía de uso de mascarillas.
Walensky señaló que incluso si los CDC modificaban su guía, las personas aún debían usar mascarillas si muestran síntomas, si son diagnosticadas con COVID-19 dentro de los 10 días anteriores, o si estuvieron expuestas a alguien con COVID-19 que está en cuarentena.
“Hay momentos claros en los que queremos que las personas continúen usando mascarilla, y creo que a medida que tenemos cada vez menos casos, las personas se sentirán más cómodas quitándose la mascarilla”, dijo Walensky. “Pero (…) ciertamente queremos que las personas tengan la flexibilidad de usar una si así lo desean”.
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