China acusa a la prensa de Australia de «desinformación» por reportar la verdad

Por CADEN PEARSON
07 de abril de 2020 5:31 PM Actualizado: 07 de abril de 2020 5:37 PM

La embajada china en Australia acusa al Sydney Morning Herald y a los periódicos australianos de «difundir desinformación» por reportar que las empresas chinas locales, vinculadas al Partido Comunista Chino, almacenaron y enviaron suministros médicos esenciales a China en febrero.

El 6 de abril, la embajada emitió un comunicado de prensa titulado «Desinformación de los medios de comunicación australianos», en el que no refuta la información, sino que justifica las compras diciendo que «la adquisición por parte de las empresas chinas era solo para ayudar a China a superar las dificultades». Luego critica a los medios de comunicación por señalar el «movimiento puramente humanitario» como un escándalo.

La declaración de la embajada es el último elemento de la campaña de propaganda global del Partido Comunista Chino (PCCh) para eludir la culpa por sus evidentes fallas en el manejo de la pandemia.

El régimen chino permite que el virus se propague

En febrero, cuando se estaban llevando a cabo las gestiones, China se estaba enfrentando a una verdadera epidemia del virus del PCCh, comúnmente conocido como coronavirus. Mientras tanto, otros países estaban empezando a ver sus primeros brotes de COVID-19, en su mayoría relacionados con viajeros procedentes de Wuhan, el epicentro del brote de China. El primer caso de Australia fue identificado a finales de enero.

Ahora sabemos que al menos a mediados de diciembre, el PCCh era consciente de que se estaba transmitiendo de persona a persona, lo que hacía al virus apto para propagarse. Sin embargo, el PCCh no admitió esto hasta el 20 de enero, después que más de 5 millones de personas habían abandonado Wuhan.


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Pasaron otros tres días antes de que las autoridades chinas finalmente implementaran las primeras medidas de contención para la provincia de Hubei, pero ya era demasiado tarde. La enfermedad ya se había extendido por todo el país y en el extranjero.

«El régimen [comunista chino] conocía la gravedad del virus, por lo que hizo que sus agentes en Australia compraran todo el equipo de protección personal que pudieran y lo enviaran a China. Una actividad particularmente reprochable», dijo el senador del Partido Nacional Liberal, Eric Abetz, a The Epoch Times.

«Estamos pagando el alto precio del fracaso de un régimen comunista a la hora de cumplir con su deber moral y ético de informar y asesorar en un principio, y luego de ayudar a otros países a hacer frente a la epidemia», dijo Abetz.

Gordon Chang, analista de China y autor de «The Coming Collapse of China», dijo que la decisión del PCCh de no advertir al mundo significó que otros países no tuvieron tiempo de tomar las precauciones necesarias que pudieron haber tomado.

«Así que la culpabilidad aquí es real. Se podría decir que fue imprudente, se podría decir que fue intencional», dijo. «Podrían haber advertido al mundo, pero no lo hicieron. De hecho, trataron de distraer al mundo», dijo Chang en un reciente episodio de American Thought Leaders.

Mentir sobre el brote significó que las defensas del mundo estaban debilitadas, dijo el senador australiano del Partido Una Nación, Malcolm Roberts. «Eso contribuyó a la rápida propagación en todo el mundo. Le dio a la gente poco tiempo para prepararse».

«La gente está enfadada por el silencio y la desinformación» del PCCh, dijo Roberts.

Trasladando los suministros necesarios fuera de Australia

Mientras tanto, a lo largo de enero y febrero, Greenland Australia estuvo reuniendo todos los recursos de su compañía respaldada por el régimen chino para organizar los envíos de suministros médicos a China. Esta noticia fue reportada por el Sydney Morning Herald el 26 de marzo.

SMH informó que un informante de Greenland Australia les había dicho que la compañía había sido «instruida para poner su trabajo normal en espera y obtener suministros a granel de artículos de primera necesidad para enviar a China».

Greenland se dirigió a los medios de comunicación al siguiente día, confirmando que había enviado 10,000 mascarillas quirúrgicas, 68,000 guantes desechables, 400 gafas protectoras, 30,000 batas de protección médica, 1800 termómetros para la frente y 300 protectores de zapatos.

Estos artículos se enviaron en febrero a la oficina central del Grupo de Greenland en Shangai «como donación para proporcionar apoyo al frente contra el virus».

En marzo, Australia tenía su propia lucha contra el virus del PCCh y también necesitaba suministros médicos.

El 19 de marzo, en una entrevista con la radio 2GB, el Ministro de Asuntos Internos, Peter Dutton, dijo que «buscaba» a aquellos que habían sido sorprendidos acaparando y vendiendo suministros como desinfectante de manos. Posteriormente, a principios de abril, se anunció que los especuladores se enfrentarían a un máximo de cinco años de cárcel por enviar suministros médicos esenciales al extranjero.

El 1 de abril, la Fundación Mindaroo del magnate minero Andrew Forrest anunció que había aportado 160 millones de dólares australianos (98,3 millones de dólares estadounidenses) y que había utilizado su estrecha relación con el PCCh para comprar 90 toneladas de suministros médicos, que llegaron a Perth el 1 de abril, con más envíos el 3 y el 4 de abril.

Australia, junto con cientos de países, está sufriendo las graves consecuencias económicas y de salud pública de la pandemia del virus del PCCh que azota el planeta, un virus que podría haberse contenido en Wuhan, China, si el régimen comunista chino no lo hubiera encubierto.


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