China alimenta la guerra siria a través de Irán

Aunque Rusia ha sido franco sobre su apoyo militar para el gobierno sirio, el régimen chino está ofreciendo un apoyo similar, pero desde las sombras.

El suministro de armas chinas al gobierno sirio no se envía directamente.

En cambio, las armas están pasando por Irán, que junto con Rusia son los suministradores principales de armas al régimen de Assad.

El régimen chino suministra el 31,7 por ciento de las armas a Irán, a pesar de las sanciones, de acuerdo con The Diplomat. Estos envíos se componen principalmente de sistemas de defensa aérea y misiles, incluyendo sus sistemas misil HongQi-7-tierra-aire (SAM) y los Crotale R440 SAMs.

Después de recibir este tipo de armas del régimen chino, según los informes de The Diplomat, Irán está a su vez enviando una gran parte de estas armas al régimen de Assad, donde están siendo utilizados para aplastar a la oposición siria.

Los efectos de estas armas ya se están sintiendo en el terreno. Rami Abdulrahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijo a Reuters que el ejército sirio recientemente comenzó a utilizar estas nuevas armas que se ajustan a la descripción de las suministrados por Rusia y China.

«Hay armas modernas que el régimen previamente no tenia, sean lanzacohetes o misiles de aire a tierra», dijo Abdulrahman.

Una fuente no identificada también le dijo a Reuters: «Las armas son muy eficaces y muy precisas, y golpean los objetivos con precisión. Podemos decir que son todo tipo de armas, ya sean aéreas o terrestres».

Negociantes informaron en abril que las armas chinas también están siendo utilizadas por la organización terrorista ISIS, la cual muchos grupos árabes creen que está alineada con o por lo menos no son el objetivo o el blanco de-el régimen de Assad.

ISIS en Irak y Siria está usando sistemas de defensa aérea portátiles (MANPADS) procedentes de China o Rusia, lo cual dijeron los negociantes «fueron probablemente suministrados por el régimen de Assad».

Asimismo, señala que las municiones rusas, iraníes y chinas «que inundan las zonas de batalla fueron probablemente saqueadas por ISIS y otros yihadistas de bases militares sirias».

Una guerra de poder 

Detrás de escena está el esfuerzo por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) y Rusia para evitar que el gobierno sirio caiga, y estos esfuerzos a su vez han permitido que la guerra civil de Siria, que ha matado a unas 200.000 personas, se  prolongue por más de cuatro años.

Para el PCCh, el verdadero conflicto comenzó el 17 de diciembre de 2010, con el inicio de las revoluciones en la Primavera Árabe, cuando la gente comenzó a levantarse en contra de sus gobiernos pidiendo democracia.

Poco después de que las protestas comenzaron, un movimiento similar comenzó en China en 2011, bajo la Revolución Jazmine, nombrada después de la misma revolución en Túnez.

Rusia se enfrentó a un problema similar en 2011, con protestas tras las elecciones.

Ante el temor de estos movimientos, fue también en 2011 que ambos países bloquearon una resolución de 2011 en las Naciones Unidas para legitimar las revoluciones de la Primavera Árabe.

Poco después, cuando la primavera árabe se había extendido a Siria, en 2012 Rusia y el PCCh vetaron un proyecto de resolución en las Naciones Unidas que pedía que el presidente sirio, Bashar al-Assad dimitiera.

Asimismo La Primavera Árabe se detuvo en Siria, y desde 2012, mientras que otras naciones apoyaron los movimientos de oposición, el PCCh y Rusia adoptaron medidas para prevenir la caída del régimen de Assad.

Esto también resalta la hipocresía de los medios estatales chinos, que han estado recientemente pregonando la línea del partido de que Estados Unidos es responsable de la crisis de los refugiados sirios.

Mientras que Estados Unidos comparte parte de la culpa por la crecida de ISIS, la mayoría están huyendo por la violencia causada por Assad. The Diplomat informó que de enero a julio, las fuerzas de Assad mataron a 7.894 personas, lo que es casi siete veces más que los muertos a causa de ISIS.

Esto implica, afirma, «que la crisis de los refugiados de Siria no está siendo causado por el Estado Islámico [ISIS] sino por el sangriento intento de Assad por mantenerse en el poder. Aun, sin inmutarse por este derramamiento de sangre, la puerta para seguir vendiendo armas en China sigue abierta».