El Partido Comunista Chino (PCCh) es una de las principales amenazas para Estados Unidos y continuará con sus intentos de obligar a Taiwán a unificarse con el continente, según los líderes de la comunidad de inteligencia estadounidense.
“La [República Popular China] se está acercando cada vez más a ser un competidor entre pares en áreas de relevancia para la seguridad nacional”, dijo la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, durante una audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes el 8 de marzo.
“Está presionando para cambiar las normas e instituciones globales en su beneficio. Y está desafiando a Estados Unidos en múltiples escenarios, pero particularmente en lo económico, militar y tecnológico”.
La audiencia se produce tras la publicación, el lunes, de la evaluación anual de amenazas de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, según la cual China, Irán, Corea del Norte y Rusia serán las principales amenazas para Estados Unidos en el próximo año.
El informe decía que el PCCh estaba utilizando todas las palancas de poder disponibles para desafiar la posición de Estados Unidos como líder en el escenario mundial, y que el liderazgo del PCCh buscaba reemplazar las normas occidentales con sus propios medios autocráticos de gobierno.
“Beijing considera que las relaciones entre Estados Unidos y China son cada vez más competitivas como parte de un cambio geopolítico trascendental y considera las medidas diplomáticas, económicas y militares de Washington contra Beijing como parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos para evitar el ascenso de China y socavar el régimen del PCCh”, dice el informe.
Haines reiteró las conclusiones del informe de que el liderazgo del PCCh continuará persiguiendo agresivamente la unificación forzada de la isla de Taiwán con el continente, preferiblemente a través de la coerción, pero con la conquista militar si es necesario.
“El presidente Xi Jinping y los demás líderes de China están decididos a forzar la unificación con Taiwán en los términos de Beijing”, dijo Haines.
“China preferiría la unificación forzada que evite el conflicto armado, y ha estado aumentando la presión diplomática, económica y militar sobre la isla durante años para aislar y debilitar la confianza en sus líderes elegidos democráticamente. Al mismo tiempo, Beijing se está preparando para usar la fuerza militar si decide que es necesario”.
El PCCh ha considerado a Taiwán como una provincia disidente desde el final de la Guerra Civil China en 1949. Sin embargo, Taiwán se gobierna a sí mismo y ha mantenido su independencia de facto desde entonces.
Xi, quien se desempeña como secretario general del PCCh, ha hecho de la unificación una prioridad en su plan para lograr el llamado “gran rejuvenecimiento nacional”.
El PCCh, según el informe, está intentando romper el compromiso de Estados Unidos con Taiwán a través de operaciones de influencia. Estas operaciones están diseñadas para sembrar conflictos internos en Estados Unidos al amplificar las narrativas críticas a Estados Unidos, particularmente aquellas que se enfocan en sembrar tensiones raciales.
El informe agregó que el PCCh probablemente estaba aprendiendo de las operaciones de influencia rusas, estudiando cómo usar las redes sociales y otras tecnologías contra sociedades en Asia y otros lugares.
En ese sentido, los líderes de inteligencia expresaron que los líderes del PCCh estaban observando el desarrollo de los acontecimientos en Ucrania con cierta preocupación y probablemente no estaban satisfechos con la respuesta unificada a la guerra en Ucrania demostrada por Occidente.
Es probable que la situación de Ucrania refuerce la comprensión de China sobre la seriedad con la que Estados Unidos abordaría la situación en Taiwán, agregó Haines, así como la posición general de unidad entre Estados Unidos y Europa, y el impacto potencial de las sanciones occidentales.
Aunque Taiwán es un punto álgido en las relaciones chino-estadounidenses, está lejos de ser el único factor que impulsa a la comunidad de inteligencia a clasificar al PCCh como una de las principales amenazas para la seguridad nacional.
De hecho, el informe destacó que el PCCh estaba expandiendo rápidamente los esfuerzos espaciales, cibernéticos, nucleares, económicos y diplomáticos, y buscaba expandir aún más su presencia militar a través de nuevas bases en suelo extranjero.
Con ese fin, el presidente del comité, Adam Schiff (D-Mass.), dijo que la creciente tensión entre Estados Unidos y China era el emblema de un conflicto mucho más amplio: El que existe entre representación y represión.
“En medio de todas estas amenazas, existe una lucha global entre la democracia y la autocracia”, dijo Schiff. “Los gobiernos autoritarios se envalentonan y utilizan la fuerza y la tecnología para hacer cumplir su voluntad mientras ignoran los derechos humanos y las libertades fundamentales y difunden información errónea peligrosa”.
“Para hacer frente a cualquiera de las amenazas que enfrentamos hoy de manera efectiva, Estados Unidos debe permanecer comprometido con nuestros valores y con la promoción de la democracia y los derechos humanos fundamentales”.
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