China no está salvando la economía mundial

10 de septiembre de 2015 12:40 PM Actualizado: 01 de mayo de 2017 6:25 PM

Recientemente, la comunidad internacional finalmente y colectivamente, comenzó a tener una visión pesimista de la economía china. Las razones de su pesimismo varían. Algunos creen que la campaña contra la corrupción de Xi Jinping llevó a la inestabilidad política y a la recesión económica. Otros creen que la intervención directa del régimen chino en el mercado de valores causó la crisis económica.

Pero la gente casi nunca considera seriamente que es el sistema económico de China lo que hace que sea difícil mantener la prosperidad. A pesar de las ilusiones de todos, China nunca ha sido un Arca de Noé, capaz de salvar a la economía mundial.

El sueño de China

Con el desempleo en aumento y las más duras realidades económicas que se desarrollan con las clases media y baja, muchos chinos hacen bromas sobre el “sueño chino”, calificándolo de “pura ilusión”.

Pocos chinos son conscientes del otro “sueño chino” que ha estado circulando en la comunidad internacional. Este sueño ha sido el mismo en Europa, América y África, donde los gobiernos tenían fantasías con que el gobierno chino abriera su gran bolsa de dinero e invirtiera en sus países para impulsar sus economías y el empleo.

En realidad China ha hecho eso. Ha hecho grandes inversiones en el extranjero. Informes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) indica que China se convirtió en el tercer inversor extranjero más importante del mundo en el 2013, justo detrás de EE.UU. de 338,3 mil millones de dólares y Japón de 135,7 mil millones. Entre el 2005 y el primer semestre del 2014, la inversión extranjera directa de China (FDI) ascendió a 515,3 mil millones de dólares y las inversiones proyectadas ascienden a 355,1 mil millones.

En Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, la inversión de China aumentó al ritmo más rápido. Entre 2007 y 2013, la inversión de China en Estados Unidos aumentó 14 veces. Entre los 50 estados de Estados Unidos, 35 de ellos han recibido inversiones de China, con los estados de Nueva York, California y Texas siendo los tres primeros. Las inversiones de China cubren extensas áreas, incluida la energía, bienes raíces, manufactura, finanzas, servicios, información, electrónica, biotecnología, proyectos verdes y otros, creando más de 80.000 puestos de trabajo en Estados Unidos.

Alemania también se convirtió en un punto importante para la inversión china. En el 2012, Alemania representó el 38 por ciento de los proyectos de FDI de China en Europa, mucho más que Gran Bretaña y Francia juntas.

Un inversor pasa junto a un tablero digital que muestra los movimientos del mercado de valores en una casa bursátil en Shanghai el 01 de septiembre de 2015. (Johannes Eisele / AFP / Getty Images)
Un inversor pasa junto a un tablero digital que muestra los movimientos del mercado de valores en una casa bursátil en Shanghai el 01 de septiembre de 2015. (Johannes Eisele / AFP / Getty Images)

Según informes del Portal Estadístico de Alemania, China estableció 2.500 empresas en Alemania, creando 12.000 puestos de trabajo allí a partir de finales del 2014.

La inversión en la industria de la banca ha ganado mucho con el mercado de China. En 2014, la industria tuvo un récord de ingresos de 6.000 millones de dólares de la segunda mayor economía del mundo. El MERICS China Research Center en Alemania y el Rhodium Group  de Estados Unidos emitieron conjuntamente un informe prediciendo que China se convertirá en el mayor inversor transfronterizo del mundo en 2020.

Mi respuesta a tales optimistas predicciones: A expectativas muy altas, la decepción es mayor. La recesión de China causó mal humor por todo el mundo, ya que las expectativas del mundo sobre China eran demasiado altas.

El siglo chino

Beijing quiere salvar la economía china, pero no es capaz de hacerlo. Y el régimen chino está realmente ansioso por convertirse en la segunda potencia económica del mundo.

Sin embargo, eso no parece ser posible ahora.

Cuando Xi Jinping y Li Keqiang, tomaron el poder, el suelo del país, los ríos, lagos, océanos y el aire estaban todos muy contaminados y los tres principales pilares de apoyo al desarrollo económico de China durante casi 30 años habían cerrado.

Los analistas que predijeron que el siglo 21 sería el “siglo chino” han estado poco dispuestos a aceptar el hecho de que un país sólo puede tener un desarrollo económico sostenido bajo dos condiciones:

Uno es que tal país debe tener enormes ventajas en recursos. Esto incluye tener buena conciencia sobre la conservación de los recursos, además de contar con importantes sistemas industrializados, como lo tienen Estados Unidos y Canadá.

Y, dos, que debe contar con tecnología de punta, tales como la tiene Estados Unidos en la actualidad y la tenía el Reino Unido antes de la Segunda Guerra Mundial.

Tanto Gran Bretaña como China han sido referidos como la “fábrica del mundo”. El Reino Unido obtuvo el título por su ventaja tecnológica durante la revolución industrial, mientras que el título de China como “fábrica del mundo” solo se refiere a ser una planta de montaje; no se puede comparar con el nivel del Reino Unido en ese momento. Una vez que el costo de la mano de obra y la tierra ya no es barata en China, el capital internacional fluirá a otros lugares donde los costos sean más bajos.

La prosperidad de China, se deriva de ser la fábrica del mundo, se basa enteramente en ventaja de costos, es decir tierra y mano de obra barata. Con el fin de incrementar el desarrollo económico, China ha estado imprudentemente consumiendo recursos básicos, con el resultado de que el agua, el suelo y el aire están seriamente contaminados y los minerales se han agotado. Según las estadísticas por parte de la Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional, China tiene 118 ciudades agotadas de recursos, el 18 por ciento de todas las ciudades, que afectan a una población de 154 millones.

Otro punto importante es que China tiene dinero para invertir en el extranjero porque Beijing imprime dinero. Así ha ganado otro título: el país impresor de dinero más grande del mundo.

En enero de 2013, el 21st Century Business Herald de China llevó a cabo un análisis estadístico de la información M2 entre 2008-2012 de los bancos centrales principales del mundo. La conclusión fue: Desde 2009, la oferta monetaria del Banco Central chino había superado a Japón, Estados Unidos y la zona euro. China se convirtió en la mayor “máquina de hacer dinero” del mundo. En 2012, la nueva oferta de dinero en el mundo era más de 26 billones de yuanes, con China representando casi la mitad de la misma.

Recesión

China ha estado abierto al resto del mundo durante casi 40 años. Antes de 2008, todos los países desarrollados soñaban con China convirtiéndose en su paraíso de inversión y el mercado de productos básicos más grande. Pero después de que descubrieron que el ambiente de inversión de China estaba lejos de lo ideal, salieron uno tras otro.

Después de la crisis financiera mundial de 2008, muchos países pusieron de nuevo sus esperanzas en China, esta vez para salvar a la economía global. Sin embargo, aquellas personas intencionalmente ignoraron el hecho de que, en comparación con los países que querían ser “salvados”, como la Unión Europea, Nueva Zelanda o Sudáfrica; China es un país mucho más pobre, que tiene más de 800 millones de personas que gastan menos de dos dólares por día. Además, existe la extrema contaminación ambiental y poco o nada en beneficios sociales.

Un artículo en idioma chino por el Wall Street Journal el 22 de enero del 2015 titulado el capital de China se está moviendo, una vez más evoca este “sueño chino”, diciendo: “Necesitamos un Bretton Woods Tree para conseguir que el crecimiento mundial vaya acorde con China proporcionando el capital y de nuevo que EE.UU. absorba una porción sustancial del mismo”.

Este sueño es completamente absurdo. Ahora mismo estamos presenciando el comienzo de la caída en recesión a largo plazo de la economía china.

Esta es una traducción abreviada del artículo de He Qinglian publicado en su blog personal. He Qinglian es una prominente autora china y economista. Actualmente, con sede en Estados Unidos,  fue autora de “Las trampas de China”, que se refiere a la corrupción en la reforma económica China en la década de 1990, y “La niebla de la censura: Control de los medios de comunicación en China”, que habla sobre la manipulación y la restricción de la prensa. Ella escribe regularmente sobre temas sociales y económicos contemporáneos chinos.

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