China no se convertirá en una superpotencia en producción hasta que la gente pueda confiar en sus productos

15 de junio de 2015 10:52 PM Actualizado: 15 de junio de 2015 10:58 PM

Paralizado por el estancamiento del crecimiento económico, el aumento de los salarios, y la competencia en la manufactura de otros mercados emergentes, Pekín anunció el mes pasado un plan para modernizar su sector manufacturero, el cual había sido responsable del ascenso económico del país en las últimas tres décadas.

El plan de diez años «hecho en China 2025» fue presentado por el Consejo de Estado a finales de mayo, y está diseñado para mejorar la competitividad en la fabricación mediante la implementación de la automatización, la innovación y los sistemas de información utilizados en la fabricación.

Mientras que China espera convertirse en una potencia manufacturera moderna que rivaliza con Alemania y Japón, el país y el sector se enfrentan a grandes obstáculos que podrían requerir cambios fundamentales en el marco social, económico y político de China.

Grandes planes

La estrategia de diez años de Beijing busca cambiar el sector manufacturero chino lejos de la producción de productos con mucho trabajo y de baja calidad hacia la ingeniería de valor agregado, tales como equipos de la industria aeroespacial, robótica y la biotecnología.

Concebida por el Ministerio de Industria y Telecomunicaciones en Tecnología (MIIT), el plan pretende aumentar la calidad de los productos chinos, principalmente a través de la innovación, la eficiencia, la automatización y la fabricación respetuosa con el medio ambiente.

Una importante fuente de inspiración para el plan de China fue el concepto «Industria 4.0» de Alemania, dado a conocer el año pasado para impulsar la competitividad de Alemania a través de «inteligentes» instalaciones de producción en cadena de suministros conectados. El nombre simboliza la cuarta revolución industrial, siguiendo a la de vapor, la eléctrica, y a la de información.

‘La Industria 4.0’ «de Alemania está sustancialmente dándole forma al debate interno en China sobre la modernización industrial y la competitividad, y ambos países están cooperando estrechamente en este campo», Jost Wübbeke, investigador del Instituto Mercator para Estudios sobre China con sede en Alemania, dijo en una entrevista con Deutsche Welle, la difusora ​​nacional de Alemania.

La estrategia pone a China en dirección de competir, potencialmente con Alemania, Japón y Estados Unidos, que son los líderes mundiales actuales en fabricación de alta tecnología.

Este camino también significa no solo mejoras necesarias en la industria manufacturera, sino también en la alta tecnología.

Para este efecto, la bolsa de Shanghái (SSE) está planeando una nueva plataforma de negocios dirigido específicamente a pequeñas nuevas empresas en un esfuerzo del régimen chino por promover nuevas tecnologías. El intercambio tiene requisitos de cotización más relajadas en comparación con la SSE, incluyendo renunciar a ciertos requisitos de ingresos para las pequeñas empresas.

Grandes desafíos

La estrategia de «Hecho en China 2025» esbozó objetivos medibles específicos, incluyendo una gráfica con las proyecciones para 2015, 2020 y 2025, pero el camino para lograr tales objetivos no se contemplaron, y no es claro que empresas o agencias gubernamentales estarán ejecutando el plan.

«Mientras que China es muy fuerte con respecto a ciertas cifras tales como gastos R&D y la concesión de patentes, hasta ahora no ha sido capaz de convertir sus recursos en una mejora cualitativa en su capacidad de innovación», dijo Wübbeke.

Por ejemplo, China creó robótica avanzada dentro de sus muros universitarios, pero estas tecnologías rara vez fueron desarrolladas para ser comercialmente viables. Hoy en día, las líneas de ensamblaje de las empresas del país utilizan robots importados de Europa y Japón.

Ese es uno de los mayores desafíos que enfrenta el plan de Pekín 2025, la falta de un entorno propicio para la innovación. Su ambición de convertirse en una potencia manufacturera mundial se vería atrofiado por la falta de espíritu empresarial y la presencia de un sistema de negocios y de justicia estable.

Incluso las publicaciones de propiedad estatal en China son escépticos sobre el éxito del plan. Según el Beijing’s Economic Observer, el desarrollo de un suministro lo suficientemente grande de mano de obra calificada para el sector manufacturero en alta tecnología es un reto clave que enfrenta China.

Según el Economic Observer, Luo Tianhao, un investigador de Supervisión de Activos Chinos y Centro de Evaluación en Tecnología de Negocios para la Comisión de Administración, dijo que la mayoría de los estudiantes chinos de hoy están optando por asistir a las universidades y en general menosprecian convertirse en un trabajador de ensamblaje calificado. China hoy en día también carece de un sistema de formación profesional sistemático.

Cuestiones de seguridad

Tal vez el mayor obstáculo de cara a las ambiciones de China es la confianza y la seguridad.

A diferencia de los juguetes, ropa, e incluso automóviles, la maquinaria avanzada como aviones, equipos aeroespaciales, supercomputadoras, dispositivos médicos avanzados, y la electrónica de las casas, están conectados a Internet, y requieren posterior servicio y mantenimiento.

Cualquier comprador de tales costosos equipos a China debe estar seguro de que ese equipo no sólo tiene calidad de construcción sino también que no representa un riesgo en la información de seguridad.

Y aquí es donde el tren «Hecho en China 2025» podría descarrilarse.

El mes pasado, los investigadores encontraron computadores fabricados por China’s Lenovo Group de tener cierto malware pre-instalado que podría espiar a los usuarios. El malware, que esencialmente inutilizó el sistema de seguridad, fue el último de una creciente lista en vulnerabilidades de seguridad que se encontraron en las computadoras de Lenovo.

La reciente piratería informática a las computadoras del gobierno de Estados Unidos también se atribuyó a los hackers patrocinados por el régimen chino. Datos personales de más de cuatro millones de empleados del gobierno de Estados Unidos fueron robados a la Oficina de Manejo de Personal, de acuerdo con funcionarios estadounidenses.

Así que, ¿estarías cómodo comprando equipos aeroespaciales o supercomputadoras de un proveedor chino?

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