Estados Unidos intentó ponerse en contacto con el régimen comunista chino después de que su ejército derribara un presunto globo de vigilancia de China frente a la costa de Carolina del Sur el 4 de febrero, pero Beijing se negó a aceptar la llamada.
El Pentágono dijo el 7 de febrero que había solicitado una llamada telefónica entre el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, tras el derribo del globo, pero que la petición había sido rechazada.
«Las líneas entre nuestros ejércitos son particularmente importantes en momentos como este. Desgraciadamente, la [República Popular China] rechazó nuestra petición», dijo en una declaración el secretario de prensa del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder.
Ryder declaró que Washington sigue comprometido a mantener abiertas las líneas de comunicación con Pekín.
El 4 de febrero, un caza F-22 estadounidense disparó un misil contra el globo desde una altitud de 58,000 pies cerca de Myrtle Beach, Carolina del Sur. El globo volaba entre 60,000 y 65,000 pies de altitud, según un alto funcionario de defensa.
Explicación carece de credibilidad
El ministerio de Asuntos Exteriores chino condenó la medida de Estados Unidos como «una clara reacción exagerada», alegando que el globo era una aeronave civil que se había desviado de su curso y no suponía ninguna amenaza para la seguridad nacional.
«El dirigible no pertenece a Estados Unidos, sino a China», declaró a la prensa el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, el 7 de febrero, criticando a Estados Unidos por utilizar la fuerza en este tipo de incidentes.
Un alto funcionario de Defensa dijo que los funcionarios estadounidenses hablaron directamente con las autoridades chinas a través de múltiples canales antes del derribo, pero en lugar de abordar su intrusión en el espacio aéreo de Estados Unidos, «la República Popular China dio una explicación que carecía de toda credibilidad».
«Este globo de vigilancia atravesó a propósito Estados Unidos y Canadá. También estamos seguros de que buscaba vigilar emplazamientos militares sensibles», declaró el funcionario a la prensa el 4 de febrero.
«Su ruta sobre Estados Unidos, cerca de muchos lugares potencialmente sensibles, contradice la explicación del gobierno de la RPC de que se trataba de un globo meteorológico».
El derribo se produjo después de que el presidente Joe Biden rompiera el silencio sobre el globo, cuando el 4 de febrero dijo a los periodistas que «vamos a ocuparnos de él».
Biden indicó que ordenó al Pentágono derribarlo «lo antes posible» después de ser informado de la intrusión el 1 de febrero, pero el Pentágono decidió que el mejor momento para hacerlo sin dañar a nadie en la Tierra era cuando el globo estuviese «fuera, sobre el agua, dentro de un límite de 12 millas».
«Lo derribaron con éxito, y quiero felicitar a nuestros aviadores que lo hicieron», dijo el presidente, añadiendo que «tendrán más que informar sobre esto un poco más tarde».
«Fuentes gubernamentales de alto rango» no identificadas dijeron a Fox News que, una vez recuperado, el globo será enviado a las instalaciones del FBI en Quantico, Virginia, para su posterior análisis. The Epoch Times se ha puesto en contacto con el FBI para obtener sus comentarios.
El 6 de febrero, el jefe del Comando del Norte y del Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) declaró que el globo medía unos 200 pies (60 metros) de altura y pesaba miles de libras.
El globo, descrito por las autoridades estadounidenses como un «globo de vigilancia de gran altitud», fue avistado por primera vez el 1 de febrero sobre un aeródromo de Montana, uno de los tres estados de EE. UU. donde tienen su base los campos de misiles nucleares.
En la mañana del 4 de febrero sobrevoló Asheville, en Carolina del Norte, y luego Charlotte.
La presencia del globo espía chino exacerbó las ya tensas relaciones entre Estados Unidos y China y llevó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a posponer un viaje previsto a Beijing a principios de este mes.
Un segundo globo chino fue avistado sobrevolando América Latina el 3 de febrero.
Con la contribución de Eva Fu y Jack Phillips
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