China relaja las restricciones a los préstamos y se convierte en una fuente de emisión de deuda

Por Fan Yu - La Gran Época
12 de septiembre de 2019 8:23 PM Actualizado: 12 de septiembre de 2019 8:23 PM

Análisis de noticias

China anunció nuevos y profundos recortes en el encaje bancario (exigencia de reservas) en una iniciativa para proporcionar más estímulo económico y aumentar la liquidez a medida que la desaceleración económica empeora.

El Banco Popular de China (BPC) dijo el 6 de septiembre que reduciría la cantidad de reservas que los bancos están obligados a mantener -el coeficiente de reservas requeridas (CRR)- aumentando así su capacidad de prestar en 900.000 millones de yuanes (126.000 millones de dólares).

La decisión se tomó días después que Washington afectara a Beijing con una nueva ronda de aranceles del 15 por ciento sobre aproximadamente 112.000 millones de dólares de productos manufacturados, como prendas de vestir y zapatos, lo que podría perjudicar a las pequeñas empresas manufactureras chinas.

Los recortes eran previsibles después de la reciente reunión del Consejo de Estado de China cuando las autoridades demandaron más estímulo económico; de hecho, es la tercera vez que el BPC ha recortado el CRR este año. Sin embargo la última ronda de recortes es la más agresiva desde por lo menos 2015, y reduce el CRR en todos los bancos en un 0,5 por ciento a partir del 16 de septiembre, y en un 1,0 por ciento en algunos de los bancos llamados City Commercial Banks y que se implementará en dos fases a partir de octubre y noviembre.

Las autoridades de Beijing tenían que hacer algo a raíz del complicado entorno económico y político. En vísperas del importante aniversario del 1 de octubre, China continúa inmersa en una guerra comercial con Estados Unidos y varios indicadores económicos se encuentran en mínimos desde hace algunos años. Bloomberg informó el 2 de septiembre que varios especialistas -incluidos Bank of America, Oxford Economics y Bloomberg Economics- han recortado su pronóstico de crecimiento del PIB de China para 2020 por debajo del 6 por ciento, un umbral psicológico que el Partido Comunista Chino estableció para alcanzar sus objetivos antes de su centenario de 2021.

La última ronda de recortes de CRR es otro nuevo estímulo destinado a apoyar al sector manufacturero mediante la inyección de liquidez a las empresas más pequeñas. El mes pasado, el BPC reemplazó su tasa efectiva de préstamos por una tasa de referencia diferente llamada tasa de préstamo preferencial (TPP), en una iniciativa por reducir los costos reales de los préstamos para las pequeñas y medianas empresas.

Marco moderado

Cabe señalar, que el BPC se aseguró de hacer hincapié en que no tiene la intención de inundar el mercado con estímulos. “Los recortes no están inundando la economía con estímulos, y la orientación de una política monetaria estable no ha cambiado”, según una declaración de seguimiento publicada por el banco central chino el 6 de septiembre.

El tono de la declaración del BPC recuerda el reciente mensaje de “ajuste de mitad de ciclo” de la Reserva Federal de Estados Unidos. El BPC señaló que los 900.000 millones de yuanes de liquidez se verán compensados por el período de recaudación de impuestos de septiembre, que supondrá una fuga de efectivo de las empresas, lo que hará que la liquidez total del sistema bancario “se mantenga básicamente estable”.

El marco moderado de los últimos recortes está en consonancia con la cautela de Beijing en sus recientes iniciativas de flexibilización. Los recortes de CRR teóricamente devalúan el valor de la moneda, en este caso el yuan -que actualmente está por arriba de 7 por dólar- y dado que Washington ya calificó a Beijing como manipulador de moneda, el BPC no quiere proponer una mayor devaluación del yuan. Hasta ahora se había abstenido de recortar su tipo de interés de referencia, aunque la reforma de TPP de agosto, discutida con anterioridad, fue en realidad un recorte de tipos.

Observando los defaults de deudas

Como ya es sabido, el aumento de la actividad crediticia dará lugar a un mayor número de defaults (incumplimiento, impago o suspensión de pagos).

Beijing ha mostrado un mayor apetito por dejar que las empresas puedan entrar en suspensión de pagos con su deuda. Los datos oficiales mostraron que el valor de default de los bonos fue de 44.000 millones de yuanes (6000 millones de dólares) en la primera mitad de 2019, en comparación con 101.000 millones de yuanes (14.000 millones de dólares) en todo el año 2018. La cifra de 2018 no estuvo muy lejos de los datos independientes de la calificadora de riesgo Fitch que informó que los impagos de bonos chinos en 2018 ascendieron a 111.000 millones de yuanes (16.000 millones de dólares).

“Los defaults son beneficiosos para el desarrollo a largo plazo del mercado de bonos y para una asignación más eficiente de los recursos financieros”, dijo el vicegobernador de la BPC, Pan Gongsheng, en una sesión de preguntas y respuestas con la revista financiera Caixin el 13 de agosto.

Y eso solo se refiere a los bonos negociados. Los incumplimiento de pago de colocación de deuda privada, los préstamos bancarios y los préstamos sobre activos gestionados a través del sistema bancario paralelo no son tan ampliamente difundidos. Durante 2019 hasta agosto, los prestatarios no habían pagado  32.000 millones de yuanes (4000 millones de dólares) de obligaciones privadas, según un informe de Bloomberg del 4 de septiembre, en el que se mencionan datos de China Chengxin International Credit Rating, una empresa china de calificación crediticia.

Entonces, ¿el aumento de préstamos traerá los resultados que Beijing busca?

Algunos especialistas no creen que una mayor actividad crediticia impulsaría significativamente la actividad económica. La economista de ING Greater China, Iris Pang, cree que la guerra comercial en curso y la falta de demanda no favorece a las empresas que expanden su producción y contratan más empleados.

En cambio, Pang cree que los recortes de CRR ayudaría a aliviar un problema diferente. Las empresas “pagarán las deudas con estos nuevos préstamos, lo que ahorrará algunos costos por intereses y evitará defaults”. Esto tiene sentido dado que el BPC reformó el sistema de tasas de interés y los prestatarios podrían ver una disminución en los intereses de los préstamos de hasta un 1 por ciento, según algunas estimaciones.

“Pero esto no impulsaré la actividad económica”, señaló Pang.

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