Muchos servidores públicos de Hong Kong pueden verse obligados a renunciar a sus trabajos porque se negaron a prestar juramento de lealtad al régimen chino.
Todos los funcionarios públicos de Hong Kong debían, a finales de febrero, prestar juramento o firmar una declaración para respetar la Ley Básica y jurar lealtad a la Región Administrativa Especial (SAR, por sus siglas en inglés) de Hong Kong.
El 8 de marzo, Patrick Nip Tak-kuen, secretario de la Función Pública, declaró en una conferencia de prensa que cerca de 200 funcionarios públicos están a punto de dejar sus trabajos porque se han negado a firmar la declaración y el juramento de lealtad.
Nip dijo que los funcionarios deben saber que «ser patriota es amar a la República Popular de China, y el órgano de gobierno de la República Popular de China es el Partido Comunista Chino (PCCh)».
«Como no tenemos fe en los funcionarios públicos que se niegan a firmar la declaración, pasaremos por los procedimientos pertinentes y les pediremos que renuncien», agregó.
Según cifras oficiales de la Oficina de Servicio Civil, hay más de 177,000 funcionarios en Hong Kong, excluidos los jueces y el personal judicial, los funcionarios de la Comisión Independiente contra la Corrupción y el personal contratado localmente que trabaja en las Oficinas Económicas y Comerciales de Hong Kong.
Muchos funcionarios participaron, en los últimos años, en las protestas a favor de la democracia cuando millones de ciudadanos salieron a las calles para oponerse a un proyecto de ley de extradición, proyecto que habría permitido enviar a personas en Hong Kong a China continental para ser juzgadas. Desde entonces, el proyecto de ley de extradición ha sido eliminado. Estos funcionarios también organizaron sus propios mítines para hablar en contra del proyecto de ley.
El 30 de junio de 2020, la legislatura de China aprobó por unanimidad una nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong. Los activistas a favor de la democracia en Hong Kong podrían enfrentar cuatro tipos de cargos bajo el nuevo proyecto de ley: secesión, subversión del poder estatal, terrorismo y colusión con potencias extranjeras.
Desde finales de 2020, los funcionarios de Hong Kong deben firmar una declaración para jurar lealtad a la Ley Básica y al gobierno de la SAR, y los funcionarios superiores deben hacer un acto de juramentación.
Según la declaración de Nip en ese momento, estos eran requisitos de acceso al trabajo para los nuevos funcionarios públicos, y los empleados gubernamentales que se negaran a firmar el juramento serían retirados de su puesto.
El comentarista de asuntos sobre China, Zhuge Yangming, dijo que cree que prometer lealtad al gobierno de Hong Kong equivale a prometer lealtad al PCCh. Es probable que los países occidentales impongan más sanciones a Beijing y a Hong Kong, ya que las autoridades centrales chinas han roto su promesa al pueblo de Hong Kong, dijo.
Jubilación anticipada o emigración
Una residente de Hong Kong, de apellido Xin (un seudónimo), le dijo a The Epoch Times que su esposo es un ingeniero senior que fue contratado para un proyecto gubernamental, pero que no planea volver a trabajar para el gobierno después que el proyecto termine. Xin dijo que planean emigrar al Reino Unido en el verano debido a preocupaciones sobre su trabajo como profesional de los medios de comunicación: podría violar inadvertidamente la ley de seguridad nacional, causando problemas a todos los miembros de la familia, especialmente a sus hijos.
«Aunque va a ser un entorno nuevo, y habrá muchas incógnitas después de que dejemos Hong Kong, es mejor que hacer que nuestros hijos crezcan en Hong Kong y se enfrenten a un constante lavado de cerebro en la escuela», dijo Xin.
Una empleada del gobierno, que solo dio su primer nombre, Nicole, dijo que muchos de sus colegas han dicho en privado que no querían firmar la declaración. Sin embargo, algunos empleados recibieron avisos oficiales, que les obligan a proporcionar una explicación formal por negarse a firmar el juramento y se les advirtió sobre una investigación disciplinaria y una audiencia si insistían en negarse.
“No nos atrevemos a expresar abiertamente nuestras opiniones, ya que Hong Kong ya no es un lugar seguro para la libre expresión”, dijo Nicole. “Solo los grupos pro-Beijing se atreven a comentar sobre asuntos políticos. Escuché que el gobierno de Hong Kong comenzó a revisar los comentarios en las redes sociales de todos los funcionarios públicos, con el propósito de castigar a los empleados prodemocracia”.
Nicole dijo que finalmente se rindió y firmó la declaración. Una de sus compañeras también esperó hasta el último minuto para firmarla y ha decidido emigrar pronto a Australia o al Reino Unido.
Nicole señaló que el número de empleados que dejaron sus trabajos este año es mucho más alto que el del año pasado; la información se basó en datos que se publicaron en un tablero de anuncios en su lugar de trabajo. Los funcionarios están usando varias excusas para renunciar, como la jubilación anticipada o la emigración, dijo.
Nicole ha decidido, por el futuro de sus hijos, dejar Hong Kong en algún momento. Pero por ahora no puede salir de la ciudad porque tiene que cuidar a sus padres.
“Hong Kong es un lugar completamente diferente ahora. Se ha convertido en una gran prisión y cualquier locura puede suceder en esta ciudad”, dijo.
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