El número de migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos por la frontera sur se ha disparado durante los dos primeros meses de gobierno del presidente Joe Biden, dijo el martes el jefe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
«Estamos a punto de encontrarnos con más individuos en la frontera suroeste que en los últimos 20 años», dijo el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, en un comunicado.
Mayorkas, cuya agencia supervisa la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, defendió la respuesta de la Administración Biden a lo que algunos han descrito como una crisis creciente en la frontera entre Estados Unidos y México. Anteriormente, los funcionarios de la Casa Blanca y los principales demócratas, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han dicho que fueron las políticas de la administración anterior las que desencadenaron la crisis, aunque los republicanos dijeron que las medidas del presidente Joe Biden para rescindir las órdenes ejecutivas de inmigración de la era Trump sirvieron esencialmente como alfombra de bienvenida para los inmigrantes ilegales.
«Es comprensible que actualmente haya una gran atención centrada en la frontera suroeste», añadió Mayorkas. «La situación en la frontera suroeste es difícil. Estamos trabajando sin descanso para gestionarla y seguiremos haciéndolo. Ese es nuestro trabajo. Estamos haciendo progresos y estamos ejecutando nuestro plan».
Mayorkas evitó utilizar el término «crisis», como han hecho los medios de comunicación de tendencia conservadora y los republicanos, que han insistido en que la administración debe utilizar términos descriptivos más contundentes.
«Tampoco vacilaremos en nuestros valores y nuestros principios como nación», añadió Mayorkas. «Nuestro objetivo es un sistema de inmigración seguro, legal y ordenado que se base en nuestras prioridades fundamentales: mantener nuestras fronteras seguras, atender la situación de los niños como exige la ley y permitir que las familias estén juntas. Como señaló el presidente en su orden ejecutiva, ‘asegurar nuestras fronteras no requiere que ignoremos la humanidad de quienes intentan cruzarlas’. Somos tanto una nación de leyes como una nación de inmigrantes. Esa es una de nuestras tradiciones más valiosas».
Una instalación de tiendas de campaña operada por la Patrulla Fronteriza en Donna, a unas 500 millas al sur de Dallas, alberga a más de 1000 niños y adolescentes, algunos de tan solo 4 años de edad. Los abogados que inspeccionan las instalaciones de detención de inmigrantes en virtud de un acuerdo judicial dijeron a The Associated Press que entrevistaron a niños que informaron que estaban retenidos en condiciones de hacinamiento en las tiendas de campaña, donde algunos dormían en el suelo y otros no podían ducharse durante cinco días.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, emitió un comunicado el lunes en el que aseguraba que las «imprudentes políticas de puertas abiertas de la Administración Biden han creado una crisis humanitaria para los menores no acompañados que cruzan la frontera» y que «sus políticas están poniendo en riesgo la salud y la seguridad de los tejanos y poniendo a los niños a merced de los cárteles y los traficantes de personas».
Con información de Associated Press.
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