La comisión que podría establecer el Congreso para investigar la irrupción en el Capitolio del 6 de enero se convertiría, si se aprueba, en un esfuerzo por perseguir al expresidente Donald Trump y a los partidarios del expresidente, dice el representante Jody Hice (R-Ga.).
«En lo que se va a convertir esto es en una caza de brujas para ir tras Trump y los partidarios de Trump y los conservadores en su conjunto —creo, al menos— y el intento en última instancia va a tratar de etiquetar a todos los que somos conservadores como potenciales terroristas domésticos e insurrectos y cualquier otra cosa», dijo Hice a «American Thought Leaders» de The Epoch Times.
«Queremos respuestas a lo que ocurrió el 6 de enero, y punto. Esa es la cuestión. Pero tengo cero confianza en que esa sea realmente la intención de esta comisión», añadió.
La Cámara de Representantes aprobó el 19 de mayo el proyecto de ley que crearía una comisión para investigar la irrupción en el Capitolio. La comisión seguiría el modelo de la comisión que investigó los atentados terroristas del 11 de septiembre. Estaría compuesta por 10 miembros, cinco nombrados por los republicanos y cinco por los demócratas.
El objetivo de la comisión sería investigar los factores que contribuyeron a la irrupción en el Capitolio, incluyendo la forma en que la tecnología, incluidas «las plataformas online, la financiación y las operaciones y campañas de influencia extranjera maligna pueden haber influido en la motivación, organización y ejecución» de la irrupción.
La mayoría de los republicanos de la cámara baja, incluido Hice, votaron en contra del proyecto de ley, aunque 35 cruzaron el pasillo.
Hice dijo que tenía la impresión de que los demócratas no permitirían que el GOP tuviera personal en la comisión.
Los demócratas «van a poder contratar todo el personal, todos los abogados, todo lo que se necesite», dijo. «¿Cómo es eso bipartidista? Va a ser una comisión unilateral».
El presidente de la comisión sería nombrado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.) y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.). El vicepresidente sería nombrado por el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.) y el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.). Cada uno de esos cuatro legisladores nombraría también por separado a dos miembros.
El presidente, «en consulta con el vicepresidente, de acuerdo con las normas acordadas por la Comisión», elegiría a los miembros del personal.
Un asesor de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes destacó esta parte en un correo electrónico enviado a The Epoch Times.
«Esto evita cualquier acción unilateral por parte del Presidente al requerir la consulta con el Vicepresidente y la adhesión a las reglas internas de la Comisión acordadas por una mayoría de los Comisionados, ahora divididos por igual entre Demócratas y Republicanos», dijo el asesor. «El ‘de acuerdo con las reglas de la comisión…’ es en realidad un asunto más importante que la consulta, que creo que muchos de los que se oponen al proyecto de ley no tienen en cuenta».
La oficina de Pelosi no respondió a una solicitud de comentarios.
La demócrata dijo a sus colegas en un discurso en la Cámara antes de la votación del proyecto de ley que la comisión «está diseñada para ser imparcial y experimentada».
«Los comisionados serán nombrados del más alto nivel del servicio gubernamental, de la aplicación de la ley, de los derechos civiles, de las libertades civiles y de la privacidad, de las fuerzas armadas, de la inteligencia, de la lucha contra el terrorismo, de la ciberseguridad, de la tecnología y del derecho», dijo. «La Comisión será, de nuevo, bipartidista y bicameral, con comisionados nombrados por los líderes de la mayoría y la minoría en la Cámara y el Senado. Y será procesable y eficaz, culminando en un informe final sobre los hechos y las causas del 6 de enero, junto con recomendaciones para prevenir nuevos ataques a nuestras instituciones democráticas».
Uno de los principales puntos de discrepancia sobre el proyecto de ley es que se centra en el 6 de enero, sin revisar lo ocurrido durante el verano de 2020, cuando numerosas ciudades sufrieron disturbios.
«Francamente, también necesitamos respuestas a eso: ¿quién ha sido el responsable de esos disturbios y esas interacciones y esos comportamientos sediciosos?» dijo Hice. «¿Por qué no estamos analizando todo el problema, en lugar de un solo asunto que luego, a su vez, va a ser totalmente dominado por ellos?».
Trump había mencionado esa cuestión mientras pedía al GOP que se opusiera al proyecto de ley.
«Es solo más injusticia partidista y, a menos que los asesinatos, los disturbios y los incendios con bombas en Portland, Minneapolis, Seattle, Chicago y Nueva York también vayan a ser estudiados, esta discusión debe terminar inmediatamente. Los republicanos deben ser mucho más duros e inteligentes, y dejar de ser utilizados por la izquierda radical», escribió Trump en un comunicado esta semana antes de la votación.
Los demócratas presionaron para excluir cualquier otro tema del proyecto de ley y su copatrocinador, el representante John Katko (R-N.Y.), estuvo de acuerdo.
«La violación de la seguridad que tuvo lugar en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero fue completamente inaceptable. Amenazó directamente la seguridad de nuestro personal, de la policía del Capitolio y de los miembros del Congreso. Fue un fallo importante en el intercambio de información y la preparación, muy parecido a las carencias que existían antes del 11-S, y no puede volver a ocurrir», dijo en una declaración tras la aprobación del proyecto de ley.
«Una comisión independiente y bipartidista protegerá contra la politización y permitirá una revisión que se centre exclusivamente en los hechos y las circunstancias que rodean la violación de la seguridad en el Capitolio, así como otros casos de violencia relevantes».
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