Al hacer muchas resoluciones para el Año Nuevo, pareciera que no hay fin. Entonces, con un sentido de cansado escepticismo, escucho a las personas decirme cómo van a mejorar en el próximo año.
Sí claro.
Puedo ver, irónicamente con una claridad de 20-20, que no estará a la altura de su visión más optimista de si mismo, el 31 de diciembre de 2020, porque lo está haciendo todo mal.
Tómelo de mí, alguien que nunca ha roto una resolución de Año Nuevo en su vida.
Voy a revelar mis métodos secretos para tomar resoluciones que puede mantener por escrito, para que no tenga que tomar notas.
El paso 1 en mi «Guía para mantener sus resoluciones» es: sea realista. No me refiero al tipo de solución de «un truco extraño» que ve en Internet después de hacer clic en 12 páginas de anuncios, como: «No haga ninguna resolución, ¡me agradecerá!»
No, quiero decir que debe tomar la medida de si mismo y sus límites antes de comprometerse en un programa de comer solo semillas de lino y germen de trigo para perder 30 libras. Decidí, después de mucha reflexión, renunciar al esquí acuático en 2019. Seamos sinceros, el esquí acuático es un deporte costoso que consume un ingreso que podría ser mejor gastado en comida, ropa y refugio. Necesita esquís (dos), una cuerda de remolque, un bote, un motor, un remolque para cargar las cosas y un cuerpo de agua, ninguno de los cuales, especialmente el último, es barato.
Después de poner lápiz a papel y sumar todo eso, decidí que simplemente no valía la pena, y preferí abstenerme de ese deporte.
Ayudó el hecho de que nunca logré levantarme en esquís acuáticos, y que ni siquiera lo había intentado en más de 40 años, pero esta es una estado personal mío, que usted puede no sufrir.
Otro enfoque que recomiendo es establecer objetivos que no requieran 12 meses completos para alcanzarlos. Una de mis Resoluciones de Año Nuevo para 2018 fue «Beber más cerveza el próximo año», y puse esa aspiración para fines de agosto, antes del Día del Trabajo, sin ni siquiera sudar. De acuerdo, tuve el apoyo de muchos de mis amigos, lo cual es clave, no me malinterpreten, pero en última instancia, deben hacerlo por su cuenta.
Para aquellos que desesperan por terminar un año con una resolución clara, se puede requerir una estrategia más compleja.
Cuando encontré «matemáticas modernas» por primera vez en octavo grado, me sorprendió descubrir que había otros métodos de contar además del sistema de «base diez» que me habían enseñado en las rodillas de mi madre. Los residentes de otros planetas, o incluso de diferentes sistemas solares, aparentemente habían ideado esquemas tortuosos en los que «9» no era seguido por «10», sino un símbolo completamente diferente, como «A» o «B», que yo pensaba que ya habían sido tomados.
Esto me hizo pensar, ya que todavía estaba tratando de levantarme en esquís acuáticos, ¿qué tiene de especial 365 días, o 366 en un año bisiesto? Claro, ese número corresponde al tiempo que le toma a la tierra girar alrededor del sol, pero ¿y qué? Un año en el planeta Neptuno es 60,182 días, ¡eso es 164.8 años terrestres! Con ese tipo de margen de maniobra para trabajar, no hará ninguna diferencia si te relajas y disfrutas de otra cerveza o dos.
Así que dejemos nuestro prejuicio encubierto y de mente estrecha a favor de las Resoluciones de Año Nuevo. Las Olimpiadas son cada dos años, es tiempo suficiente para aprender francés.
Los senadores estadounidenses son elegidos por períodos de seis años. Eso debería ser suficiente si finalmente desea organizar las revistas viejas de National Geographic que heredó de su abuela.
Solo hacen un censo una vez en una década. Si empiezo en enero, podría estar practicando esquí acuático para 2030.
Con Chapman es el autor de «Rabbit’s Blues: The Life and Music of Johnny Hodges».
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