NUEVA YORK —Ghislaine Maxwell, que en su día fue una socialité internacional, fue condenada a 20 años de prisión el 28 de junio por traficar con mujeres jóvenes para utilizarlas en la explotación sexual de su empleador y ex compañero sentimental, Jeffrey Epstein.
La mujer, de 60 años, fue condenada el 29 de diciembre en un tribunal federal por cinco de los seis cargos de tráfico sexual, incluido uno de tráfico de menores.
Durante el juicio, un testigo experto testificó sobre las técnicas de «captación» que Maxwell y Epstein utilizaban para atraer a sus víctimas.
Una de esas víctimas, conocida por el tribunal como «Kate», se refirió a esas técnicas, diciendo en parte: «Fue la muy hábil seducción perpetrada en mí intencional y consistentemente, lo que me inculcó la creencia de que no podía decir que no a Ghislaine Maxwell o Epstein».
«Fui testigo en muchas ocasiones, a lo largo de muchos años, de cómo Ghislaine Maxwell intentaba reclutar a otras chicas exigiéndome a mí y a otras de forma constante e insistente que hicieran lo mismo».
«Fui testigo de su implacable e insaciable impulso por satisfacer las necesidades sexuales de Epstein, a cualquier precio para las niñas y mujeres vulnerables de las que se aprovechaba y entregaba a Epstein y a otros hombres poderosos con los que deseaba congraciarse».
Terminó diciendo: «Al convertirme en madre he aprendido que el perdón es importante, pero también las consecuencias».
Después de una breve presentación de sí misma y de los agradecimientos a los investigadores, fiscales y jueces, la víctima Virginia Giuffre dijo: «Ahora, si le parece al tribunal, me gustaría dirigir mi declaración de efectos sobre la víctima directamente a Ghislaine Maxwell».
Nathan lo permitió.
Comenzó diciendo: «Ghislaine, hace 22 años, en el verano de 2000, me viste en el hotel Mar-a-Lago de Florida y tomaste una decisión. Elegiste seguirme y procurarme para Jeffrey Epstein».
«Apenas unas horas después, tú y él abusaron de mí juntos por primera vez. Juntos, me dañaron física, mental, sexual y emocionalmente. Juntos hicieron cosas impensables que todavía tienen un impacto corrosivo en mí hasta el día de hoy».
«Quiero dejar clara una cosa: sin duda, Jeffrey Epstein era un pedófilo terrible. Pero nunca habría conocido a Jeffrey Epstein si no fuera por ti. Para mí, y para tantas otras, tú abriste la puerta del infierno. Y luego, Ghislaine, como un lobo con piel de cordero, utilizaste tu feminidad para traicionarnos, y nos condujiste a todas a través de ella».
Unos minutos más tarde, terminó diciendo: «Nunca me rendiré. Nunca me iré. Si alguna vez sales de la cárcel, estaré aquí, vigilándote, asegurándome de que no vuelvas a hacer daño a nadie».
Annie Farmer dijo en parte: «Durante mucho tiempo, quise borrar de mi mente los crímenes que Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein cometieron contra mí y fingir que no habían ocurrido».
Momentos después dijo: «Me culpé por creer que estos depredadores realmente querían ayudarme. Sentí una tremenda culpa de superviviente y cuando me enteré de lo que otras chicas y mujeres jóvenes habían experimentado a manos de Maxwell y Epstein, vi cómo la preocupación de mi hermana por mí le pesaba y me sentí culpable por eso también».
Farmer dijo que Maxwell «tuvo muchas oportunidades de confesar, pero en su lugar siguió tomando decisiones que causaron más daño», y cómo Farmer «temía estar en el radar de Epstein y Maxwell debido a sus mentiras y amenazas anteriores».
Terminó con una súplica a Nathan.
«Le pido que tenga en cuenta cómo la falta de voluntad de Maxwell para reconocer sus crímenes, su falta de remordimiento y sus repetidas mentiras sobre sus víctimas crearon la necesidad de que muchas de nosotras nos involucremos en una larga lucha por la justicia que se ha sentido como un agujero negro que succiona nuestro precioso tiempo, energía y bienestar durante demasiado tiempo. Estas cosas no pueden ser reemplazadas».
La semana pasada, el equipo de la defensa de Maxwell presentó dos memorandos ante el tribunal pidiendo que la jueza Alison Nathan fuera indulgente en su sentencia, citando en uno de ellos las directrices de 2003 que los tribunales utilizaban antes de ser modificadas en 2004.
La fiscalía respondió con las razones por las que debían utilizarse las directrices más duras de 2004.
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