Consumers’ Research, la organización de defensa del consumidor más antigua del país, envió una carta el 2 de diciembre (pdf) a diez gobernadores de EE. UU. advirtiéndoles sobre la dependencia de los fondos de pensiones de sus estados de los fuertes vínculos de BlackRock con China.
BlackRock, bajo la dirección de su CEO Larry Fink, es la primera empresa de propiedad extranjera que recibe una licencia para operar en el sector de los fondos de inversión de China, de 3.5 billones de dólares, según informó Forbes.
El director general de Consumers’ Research, William Hild, envió la advertencia a los gobernadores de Washington, Florida, Nueva York, Nevada, Carolina del Sur, Oklahoma, Pensilvania, Montana, Nebraska y Virginia Occidental, los diez estados con más inversiones en BlackRock.
Washington es el que más dinero ha invertido, con 13,000 millones de dólares de su fondo de pensiones estatal invertidos en BlackRock.
La carta, que llega tras las conclusiones del Informe 2021 al Congreso, se envió para «concienciar al público estadounidense de que BlackRock está tomando su dinero y apostando por China», dijo Hild.
«Al hacerlo, están poniendo en riesgo la seguridad estadounidense, junto con miles de millones de dólares de los inversores de EE. UU.».
«Lo que hemos visto es que mientras BlackRock hace virtud de exhibición en Estados Unidos, está ayudando a nuestros adversarios con los dólares de las pensiones estadounidenses», dijo Hild.
«El descarado gusto de BlackRock por los mercados chinos se enfrenta a la preocupación por la posición ascendente de China en el mundo, su modelo autoritario de gobierno y sus ambiciones de suplantar a EE. UU. como potencia mundial preeminente».
Fink, que mantiene una relación muy estrecha con el régimen y ha sido calificado de «socio de confianza» por el Partido Comunista Chino (PCCh), ha actuado como uno de sus principales asesores económicos en el extranjero desde principios de la década de 2000.
En una carta dirigida a los accionistas en marzo de 2020, Fink dijo que sigue «creyendo firmemente que China será una de las mayores oportunidades para BlackRock a largo plazo, tanto para los gestores de activos como para los inversores», informó el WSJ.
Hild ha acusado a Fink de «elegir a China por encima de Estados Unidos», actuando en contra de los intereses de sus propios accionistas y de la seguridad de su propia nación.
«No podemos permitir que ejecutivos como Larry Fink traten de decir a los estadounidenses cómo deben vivir y, al mismo tiempo, se arrimen a uno de los principales violadores de los derechos humanos del mundo», ha añadido.
Justo antes de las conversaciones comerciales de 2018 entre EE. UU. y China durante la Administración Trump, Fink se reunió públicamente con el viceprimer ministro del PCCh, Liu He, y lo asesoró antes de las negociaciones.
Hild también advirtió en la carta que «la inversión en empresas chinas también podría convertir a los inversores de EE. UU. en cómplices involuntarios de la expansión del aparato de vigilancia y recopilación de información del PCCh, o peor aún, hacerles partícipes de abusos de los derechos humanos como el actual genocidio contra los uigures en Xinjiang, China».
BlackRock ha seguido redoblando sus inversiones en la China comunista a pesar de las advertencias del Congreso y de otros grandes inversores.
Hild instó a los gobernadores a «actuar con la debida diligencia para instruirse a sí mismos y a su personal sobre los múltiples riesgos que plantean las amplias inversiones de BlackRock en empresas chinas, tanto desde el punto de vista ético como de la responsabilidad fiduciaria que se debe a los titulares de pensiones y jubilados de EE. UU.», y que deben tomar medidas serias cuando se trata de la seguridad de los fondos de su Estado.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con BlackRock para una solicitud de comentarios.
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