El domingo 6 de octubre, Corea del Norte amenazó con poner fin a las conversaciones con Estados Unidos , alegando que está fomentando una «política hostil» hacia Pyongyang.
Después de sus primeras conversaciones en más de siete meses en Estocolmo el sábado, el principal negociador norcoreano dijo que las discusiones se rompieron «enteramente porque Estados Unidos no ha descartado su vieja postura y actitud» y llegó a la mesa de negociaciones con una «mano vacía».
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Morgan Ortagus, cuestionó los comentarios de Corea del Norte, diciendo que «no reflejan el contenido ni el espíritu de la discusión de hoy de 8 horas y media». Ortagus dijo que los funcionarios estadounidenses presentaron «ideas creativas» y un «número de nuevas iniciativas».
Estados Unidos dijo que las dos partes tuvieron «buenas conversaciones» y que tiene la intención de continuar con más conversaciones en dos semanas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte respondió el domingo que no hay manera de que Washington traiga planes alternativos para las estancadas conversaciones nucleares dentro de dos semanas.
Pyongyang dijo que solo esperaría hasta finales de 2019 para que Estados Unidos tome una ruta diferente.
«No tenemos intención de llevar a cabo negociaciones tan repugnantes como las que (…) tuvieron lugar esta vez (en Suecia) antes de que Estados Unidos dé un paso sustancial para hacer una retirada completa e irreversible de la política hostil hacia la República Popular Democrática de Corea», dijo un portavoz de Corea del Norte, según informó Reuters.
El Ministerio de Asuntos Exteriores añadió que se está difundiendo una «historia completamente infundada» de que «ambas partes están abiertas a reunirse después de dos semanas (…) no es probable en absoluto que pueda presentar una propuesta acorde con las expectativas de la República Popular Democrática de Corea y con las preocupaciones del mundo en tan solo [una] quincena».
En febrero, una cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte se vieron truncadas, lo que llevó al dictador Kim Jong Un a pedir a Washington más flexibilidad y a fijar un plazo para finales de año. En junio, Kim y el presidente Donald Trump se reunieron en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas y acordaron reanudar las conversaciones.
Corea del Norte ha declarado que su única opción es desarrollar armas nucleares, alegando que hay un complot dirigido por Estados Unidos para invadir el país. También dijo que las numerosas sanciones impuestas a sus programas nucleares y de misiles están aplastando su economía.
A principios de esta semana, Corea del Norte dijo que probó un nuevo misil balístico lanzado desde un submarino, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
El ejército surcoreano también confirmó que Corea del Norte disparó un misil lanzado desde un submarino. Voló unas 300 millas, según Yonhap.
«Nuestro Ejército está monitoreando la situación en caso de lanzamientos adicionales y mantiene una postura de preparación», dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
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