El Departamento de Justicia (DOJ) presentó una demanda federal el viernes contra el estado de Texas y el gobernador Greg Abbott por una orden ejecutiva que emitió para limitar el transporte terrestre de extranjeros ilegales.
Abbott, un republicano, dijo que la orden ejecutiva emitida el miércoles tiene la intención de «reducir el riesgo de exposición al COVID-19» en las comunidades de Texas, en medio de un aumento en las infecciones por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en el estado de la Estrella Solitaria, incluso entre los extranjeros ilegales.
El fiscal general Merrick Garland le pidió a Abbott que rescindiera la orden ejecutiva y amenazó con presentar una demanda el jueves.
El viernes, el Departamento de Justicia presentó su denuncia ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Texas en El Paso. “Ningún Estado puede obstaculizar al Gobierno Federal en el desempeño de sus responsabilidades constitucionales”, dijo el departamento en su denuncia.
“La orden ejecutiva viola la Cláusula de Supremacía y causa daño a los Estados Unidos y a las personas a quienes los Estados Unidos están encargados de proteger, poniendo en peligro la salud y seguridad de los no ciudadanos bajo custodia federal, poniendo en riesgo la seguridad del personal de las fuerzas del orden federal y sus familias, y exacerbando la propagación del COVID-19 en nuestras comunidades”, se lee en la denuncia.
“La orden ejecutiva obstruye los arreglos del gobierno federal con socios no gubernamentales e interfiere directamente con la administración de la ley federal de inmigración”, agrega. “Este Tribunal debe declarar la nulidad de la orden ejecutiva y ordenar su ejecución”.
La orden de Abbott decía que ninguna persona que no sea un oficial de la ley federal, estatal o local puede dar transporte terrestre a los extranjeros ilegales que han sido detenidos por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). También le da al Departamento de Seguridad Pública del estado la autoridad para detener y devolver cualquier vehículo sospechoso de transportar extranjeros ilegales.
El gobierno emplea regularmente a contratistas y a otro personal ajeno a la ley para transferir a los inmigrantes, informó Reuters.
En un comunicado en respuesta a la demanda, el gobernador de Texas afirmó su autoridad bajo la ley para «proteger a la gente de Texas».
“Tengo la autoridad y el deber, según las constituciones de los Estados Unidos y de Texas, de proteger a los tejanos y a nuestra nación. También tengo la autoridad bajo las leyes de respuesta a emergencias establecidas desde hace mucho tiempo para controlar el movimiento de personas para contener mejor la propagación de un desastre, como los que se sabe que tienen COVID-19”, dijo. «Mi deber sigue siendo para la gente de Texas, y no tengo la intención de abdicar de eso».
Él acusó a la administración de Biden de haber creado una “crisis constitucional entre el gobierno federal y el estado de Texas” porque se ha negado a hacer cumplir las leyes de inmigración. Además, alega que la administración de Biden «importa el COVID-19 a sabiendas a Texas desde el otro lado de la frontera, exponiendo intencionalmente a tejanos y estadounidenses por igual».
«Hasta que el presidente Biden y su administración hagan su trabajo para hacer cumplir las leyes de nuestra nación y proteger a los estadounidenses, el estado de Texas seguirá avanzando para proteger a nuestras comunidades y defender el estado de derecho».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la administración de Biden para solicitar comentarios.
Texas tiene el sector fronterizo más activo para los cruces ilegales, con más de 20,000 extranjeros ilegales detenidos por agentes de la CBP en el Valle del Río Grandeal sur de Texas en solo una semana a fines de julio.
Se están enviando autobuses llenos de inmigrantes ilegales del Valle del Río Grande a la ciudad de Laredo, donde los funcionarios han demandado al gobierno de Biden por la afluencia de inmigrantes.
Los agentes de CBP en Texas arrestaron recientemente a 298 extranjeros ilegales que batieron récords en La Grulla, incluido uno que estaba “exhibiendo síntomas relacionados con COVID-19” y luego dio positivo por la enfermedad en el hospital, según un comunicado de prensa de la CBP.
Con información de Charlotte Cuthbertson.
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