‘Desobediencia en el reino de las noticias falsas’: Seis chinos logran lo imposible

Por RITA LI
27 de Abril de 2021 3:17 PM Actualizado: 27 de Abril de 2021 4:48 PM

En China, seis personas intervinieron la señal de televisión por cable el 5 de marzo de 2002 para difundir información sin censura que exponía una mentira patrocinada por el estado; la mentira fue expuesta en dos ciudades durante 50 minutos, pero a costa de sus vidas.

“Desobediencia en el reino de las noticias falsas”, un minidocumental producido recientemente por FalunInfo TV, presenta la historia real de seis practicantes de Falun Gong oriundos de Changchun, una ciudad al noreste de China, que se hicieron cargo con éxito de las líneas de distribución de televisión por cable controladas por Partido Comunista Chino (PCCh). Los seis practicantes transmitieron, durante 50 minutos, una serie de programas que informaban los hechos reales sobre la campaña de persecución contra el grupo religioso.

Los seis, conocidos como los “Seis de la Señal de Cable”, son Liang Zhenxing, Zhou Runjun, Lei Ming, Liu Haibo, Hou Mingkai y Liu Chengjun, todos ellos torturados hasta la muerte.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica espiritual arraigada en la tradición budista, que atrajo entre 70 y 100 millones de seguidores a finales de los noventa. Los practicantes provienen de todos los ámbitos de la vida, desde el gobierno central hasta familias comunes.

Temiendo su inmensa popularidad, el 20 de julio de 1999, el entonces líder del Partido, Jiang Zemin, lanzó una campaña para difamar a Falun Gong y justificar una campaña de violencia contra ellos.

La represión se intensificó cuando un evento orquestado por el régimen, un evento de autoinmolación, se organizó en la Plaza de Tiananmen y luego se transmitió en todo el país por los medios estatales.

El 23 de enero de 2001, el día antes del Año Nuevo Lunar chino, cinco chinos haciéndose pasar por practicantes de Falun Gong se prendieron fuego públicamente, un acto que fue dirigido por el estado para demonizar al grupo e incitar al público contra Falun Gong.

El 14 de agosto de 2001, la ONG International Education Development hizo una declaración formal en la que dijo que el incidente era un intento de Beijing para difamar a Falun Gong.

Aunque los reporteros occidentales y las organizaciones internacionales fuera de China reconocieron lagunas en la llamada “autoinmolación”, la verdad no se reveló dentro de China.

“Este fue el punto de inflexión… cuando la policía y los líderes de los campos de trabajo perdieron todas las restricciones que les quedaban para torturar y matar a los practicantes de Falun Gong”, se dice en el documental. “Para los millones de personas que practican Falun Gong en toda China, parecía que en ese momento se había perdido toda esperanza”.

En el noreste del país, sin embargo, se estaba llevando a cabo un plan secreto en una casa alquilada.

Liang Zhenxing reclutó a otros compañeros practicantes de Falun Gong con diversas habilidades técnicas y eléctricas, trazando estrategias para infiltrar la señal de cable.

En la noche del 5 de marzo de 2002, usando bicicletas y taxis para moverse, los practicantes con ropa de apariencia oficial entraron en ocho canales de cable en Changchun y la cercana ciudad de Songyuan y transmitieron vídeos que aclaraban la verdad sobre Falun Gong simultáneamente.

La transmisión, que se llevó a cabo sin interrupción durante de 50 minutos, alcanzó a una gran cantidad de habitantes de Changchun. Casi 100,000 hogares pudieron ver los documentales “¿Autoinmolación o engaño?” y “Falun Dafa se difunde por todo el mundo”.

La conexión a la red de cable se realizó exitosamente.

En consecuencia, los seis miembros del equipo que trabajaron en la transmisión de los documentales murieron a manos de las autoridades chinas. Uno de ellos, Liu Haibo, fue arrestado la noche del 10 de marzo y murió unas horas después mientras estaba bajo custodia.

Sin embargo, la pérdida de las seis vidas no fue en vano. En los meses siguientes, otros grupos en otras ciudades de China hicieron intentos similares y exitosos para hacerse cargo de las señales de cable controladas por el PCCh.

Tras la valiente filtración de las señales de cable comenzó en todo el mundo una revolución de la información que desafió al régimen opresivo del PCCh.

En 2006, los practicantes de Falun Gong en el extranjero se inspiraron para formar el Consorcio Global para la Libertad de Internet, una alianza de organizaciones con sede en Estados Unidos que desarrolló un software contra la censura. El software ayudó a la gente a atravesar el cortafuegos chino, permitiendo a los chinos acceder libremente a sitios web fuera de China que el PCCh había bloqueado. Esto hizo avanzar la causa de la libertad de información, no sólo en China, sino también en Birmania (también conocida como Myanmar), e Irán.

Una versión completa de la historia, creada por New Realm Studios en Canadá, se llama “Eternal Fifty Minutes” (Cincuenta minutos eternos).


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