BRACKETTVILLE, Texas —Las autoridades policiales están liberando a los contrabandistas de personas con una citación en lugar de arrestarlos ya que los condados luchan con una escasez crítica de espacio en las cárceles.
Los condados pequeños no están preparados para el abrumador aumento de la delincuencia transfronteriza, y los contrabandistas que están aquí ilegalmente suelen ser entregados a la Patrulla Fronteriza para ser repatriados sin ser acusados.
La cárcel del condado de Kinney, en Texas, tiene capacidad para un máximo de 14 personas, pero el sheriff intenta mantener dos espacios abiertos para «algo violento, o algo fuera de lo común».
El sheriff Brad Coe dijo que tiene 12 reclusos en su cárcel en este momento, así como otros seis que están siendo alojados en la cárcel vecina del condado de Val Verde. Diez de los 18 están en la cárcel por el contrabando de extranjeros ilegales.
Coe dijo que el espacio en las cárceles es el mayor problema en los condados pequeños que se enfrentan a la crisis fronteriza.
El 24 de mayo, un oficial del condado de Kinney detuvo a una mujer que tenía una orden de arresto y conducía sin licencia. El ayudante del sheriff se vio obligado a dejarla ir porque la cárcel no admite mujeres.
Coe dijo que el resultado es que «los vigilantes son mujeres [y] los conductores están empezando a ser mujeres».
El 25 de junio, las fuerzas policiales entregaron a la Patrulla Fronteriza la custodia de un conductor que presuntamente traficaba nueve inmigrantes ilegales, porque la cárcel del condado de Kinney estaba llena. El conductor, un inmigrante ilegal de México, también tenía una orden de detención activa por conducir en estado de ebriedad en San Antonio.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza presentes en el lugar de los hechos confirmaron que lo más probable es que devolvieran al hombre al otro lado de la frontera sin acusarle de contrabando.
Frustrado por la falta de cargos federales, un policía estatal de Texas presentó cargos estatales contra el conductor para que hubiera una orden de detención contra él por el delito de contrabando la próxima vez que fuera sorprendido en Estados Unidos.
Mientras las fuerzas policiales perseguían al conductor durante el control de tráfico inicial, éste detuvo el vehículo y todos los ocupantes huyeron por la carretera, treparon por una valla hasta un rancho e intentaron eludir la detención. Los oficiales recuperaron al conductor y a tres inmigrantes ilegales. Otros seis permanecieron prófugos.
Mientras detenían al conductor y a los tres inmigrantes ilegales de México, el propietario del rancho pasó en su auto y dijo que quería que se les acusara de allanamiento de morada en sus tierras, un delito menor. Pero como la prisión estaba llena, no se pudieron presentar cargos. En su lugar, la Patrulla Fronteriza se hizo cargo de la custodia para procesar a los inmigrantes y devolverlos a México.
Coe dijo que quiere aplicar a los inmigrantes ilegales todos los cargos que pueda, para que eso los disuada de venir a su condado, pero no tiene la infraestructura para hacerlo.
El sheriff del vecino condado de Uvalde, Ruben Nolasco, tiene los mismos problemas, especialmente con el aumento del contrabando de personas en su condado. Las fuerzas policiales están atrapando al menos dos vehículos de contrabando llenos por día a través de Uvalde.
«Está llegando al punto de llenar mi cárcel. Así que se está convirtiendo en un problema», dijo Nolasco a The Epoch Times.
Si la cárcel está llena, los contrabandistas serán procesados y se les dará una cita en la corte con la «esperanza de que vuelvan», dijo.
«Si tienes un vaso de 12 onzas, solo puedes poner 12 onzas de contenido en él. (…) Se va a llenar y entonces vas a tener un desbordamiento, vas a tener un lío, y eso es lo que está sucediendo ahora: es un lío».
Asistencia estatal
Las aprehensiones de ilegales en la frontera alcanzaron las 180,034 en mayo, un máximo mensual en 21 años, según las estadísticas de Aduanas y Protección Fronteriza. En lo que va del año fiscal, la Patrulla Fronteriza ha detenido a casi medio millón de extranjeros ilegales que entran en el estado de Texas desde México.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una declaración de desastre estatal el 1 de junio, y el 10 de junio dijo que los recursos estatales se desplegarán para hacer cumplir «todas las leyes penales federales y estatales, como la entrada ilegal, el contrabando y el tráfico de personas».
El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) no comentó si el plan consistía en dar prioridad a la acusación de extranjeros ilegales en terrenos privados, o simplemente a cualquier persona con la que entraran en contacto, incluyendo a los que fueran objeto de contrabando en vehículos.
Los policías del DPS han participado en 413 persecuciones de vehículos a lo largo de la frontera entre Texas y México desde marzo hasta el 24 de junio, dijo la secretaria de prensa del DPS, Ericka Miller, a The Epoch Times.
El DPS recientemente vació las instalaciones de la prisión Briscoe Unit en Dilley, Texas, con el fin de prepararse para el encarcelamiento de los extranjeros ilegales arrestados bajo la ley estatal. Es una unidad solo para hombres con una capacidad de 1384 camas.
«Se determinó que Briscoe Unit estaba en una ubicación estratégica para alojar a los detenidos por cometer un delito en la frontera y contaba con el personal adecuado para gestionar la instalación», dijo la secretaria de prensa de Abbott, Renae Eze, en un comunicado el 18 de junio.
El Departamento de Justicia Penal de Texas dijo a The Epoch Times el 28 de junio que todavía no se había colocado a ningún inmigrante ilegal en el centro.
BORDER: US citizen caught smuggling 7 Guatemalans in Kinney Co., Texas. Two in the trunk. Had borrowed the car from a family member. pic.twitter.com/yJ4v63BMI8
— Charlotte Cuthbertson (@charlottecuthbo) May 30, 2021
Coe dijo que la instalación en Dilley —a casi 100 millas de distancia— no es una solución práctica para su condado, ya que el transporte de ida y vuelta es inasequible con sus recursos limitados.
«E incluso en esa instalación con capacidad para, digamos, 1000 personas, si todo el mundo en la frontera lo está haciendo, entonces esa instalación se va a llenar durante un fin de semana. ¿Y entonces qué?», dijo.
Coe dijo que si tuviera los guardias, habilitaría un espacio de tiendas de campaña junto a su centro de detención para alojar a más delincuentes. Pero ya tiene dos puestos de guardias vacantes y lamentó lo bajos que son los salarios. «Mi guardia principal, que lleva 25 años aquí, gana 14 dólares por hora».
El 25 de junio, Abbott hizo un llamado a nivel estatal para que los guardias de todo el estado ayuden a los sheriffs de la frontera a operar los centros de detención y a proporcionar camas en las cárceles para los arrestados por cargos estatales relacionados con la crisis fronteriza.
Coe espera poder aprovechar algunos recursos estatales para aliviar su problema de espacio en la cárcel, pero no será tan inmediato como le gustaría.
El otro obstáculo, dijo, es que el juez de distrito solo atiende los casos de delitos graves que provienen del condado de Kinney una vez al mes.
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