Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. están en vías de recomendar a los estadounidenses que se vacunen contra el COVID-19 una vez al año, según afirma la nueva directora de la agencia.
La Dra. Mandy Cohen, quien recientemente reemplazó a la Dra. Rochelle Walensky, dice que se espera que la nueva recomendación de los CDC se finalice y anuncie en septiembre.
“Estamos cerca de eso, así que no quiero adelantarme a la labor de evaluación de nuestros científicos, pero sí anticipamos que el COVID será similar a las vacunas contra la gripe, es decir, que te vacunarás anualmente contra la gripe y te vacunarás anualmente contra el COVID», declaró la Dra. Cohen a Spectrum News.
“Aún no hemos llegado a ese punto, pero estén atentos. Creo que, dentro de las próximas dos semanas, vamos a escuchar más de nuestros expertos sobre las vacunas contra el COVID», agregó el Dr. Cohen.
La directora, una firme defensora de las vacunas, no ofreció ningún dato de seguridad o eficacia ni ningún otro detalle, pero dijo que le preocupa «que los padres no vacunen a los niños» contra el COVID-19 y otros virus.
El CDC no respondió a las preguntas enviadas por correo electrónico, incluido lo que les dirían a los críticos que señalan que faltan datos de ensayos clínicos que respalden las vacunas.
Sin esos datos, «realmente no se puede decir cuál es el beneficio potencial para las personas», le dijo a The Epoch Times el Dr. David McCune, oncólogo.
Señaló que, en lugar de los datos de eficacia de los ensayos, los funcionarios se han basado en mediciones de anticuerpos, experimentos con animales y estudios de observación para ver si las vacunas son efectivas. Los datos de observación indican que la protección, tanto contra la infección como contra la enfermedad grave, disminuye considerablemente en unos meses, algunos documentos han encontrado que cuantas más dosis se reciben, más probabilidades hay de infectarse.
Reducción de las recomendaciones
Los CDC recomendaron que las personas de todas las edades reciban una serie primaria y que todos reciban al menos un refuerzo también. La agencia finalmente redujo esas recomendaciones en abril, diciendo que algunas personas vacunadas no deberían recibir una dosis adicional si ya recibieron una de las vacunas más nuevas.
Otros países también han dejado de recomendar o incluso permitir que algunas personas reciban refuerzos, incluido Inglaterra.
La Organización Mundial de la Salud dijo en la primavera que la mayor prioridad es estimular a las personas con sistemas inmunológicos comprometidos y a otras personas que podrían beneficiarse más, y la menor prioridad es estimular a los niños sanos.
Los CDC deberían considerar reducir aún más y no recomendar que las personas jóvenes y sanas reciban una serie primaria si sigue habiendo una falta de datos de ensayos y estudios prospectivos, dijo el Dr. McCune.
«Cuando observa los datos de seguimiento de los jóvenes, las tasas de infección o vacunación, en otras palabras, la tasa a la que las personas tienen cierto nivel de inmunidad circulante, es bastante alta. Y entonces, la idea de que ese grupo necesita tener una serie de vacunación ahora, sin la investigación actual en esa población en particular, no creo que sea científicamente válida», dijo.
Las recomendaciones de los CDC a menudo forman la base de los mandatos de las universidades y de otras instituciones.
Vacunas actualizadas
Dado que las vacunas han tenido un desempeño cada vez peor contra las variantes más nuevas de COVID-19, los funcionarios y fabricantes de EE.UU. han trabajado juntos para actualizar las inyecciones y tratar de aumentar el rendimiento.
En el otoño de 2022, los reguladores autorizaron, y los CDC recomendaron ampliamente, nuevas inyecciones bivalentes de Moderna y Pfizer a pesar de que no había datos de ensayos clínicos disponibles. Hasta el día de hoy, no se han hecho públicos datos de eficacia de los ensayos para las vacunas más nuevas, que reemplazaron por completo a las vacunas antiguas a principios de 2023.
Ahora las empresas se preparan para actualizar de nuevo las vacunas contra el XBB.1.5, una variante más reciente del COVID-19, siguiendo las directrices de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA). La XBB.1.5 fue la cepa dominante en junio, según los CDC, pero se prevé que en julio haya sido desplazada en gran medida.
Los asesores de la FDA respaldaron el próximo cambio durante una reunión en junio. Dijeron que las vacunas no están funcionando lo suficientemente bien. Los mismos asesores dijeron en enero que favorecían las vacunas anuales producidas en un sistema similar al de las vacunas contra la influenza.
Se espera que las vacunas actualizadas se pongan en marcha en septiembre. Por primera vez, no contendrán ningún componente de la variante Wuhan, la cepa original.
Por separado, la administración de Biden está gastando USD 5000 millones en lo que llama Project NextGen, un esfuerzo que incluye tratar de apoyar el desarrollo de mejores vacunas.
«La inmunidad tanto de las vacunas como de la infección disminuye con el tiempo. La única forma de adelantarse al virus es continuar actualizando la composición de nuestras vacunas y administrarlas en una cadencia regular. Aunque esta estrategia es fundamental, con nuestra generación actual de vacunas, también requiere inmensos recursos para montar campañas de vacunación frecuentes, en un momento en que el sentimiento antivacunación continúa creciendo y el apetito del público por las vacunas regulares ha disminuido», escribieron en un editorial el secretario de Salud Xavier Becerra y el exfuncionario de la Casa Blanca, el Dr. Ashish Jha.
Agregaron: «Se necesitan vacunas y tratamientos de próxima generación si queremos romper el ciclo de respuesta a las nuevas variantes a medida que aparecen: Necesitamos herramientas que puedan mejorar la capacidad de nuestros cuerpos para detener infecciones, reducir la transmisión, construir una inmunidad más duradera, y apuntar a partes del virus que tienen menos probabilidades de evolucionar. Idealmente, tales vacunas y tratamientos brindarían una mejor protección, permitiéndonos evitar interrupciones en nuestras vidas y continuar disfrutando de las actividades que valoramos».
Vacunas combinadas
Las principales compañías farmacéuticas están preparando vacunas combinadas contra la influenza y el COVID-19 y han dicho que esperan que decenas de millones de estadounidenses reciban las vacunas anualmente. La FDA otorgó permiso a Pfizer y BioNTech en 2022 para crear una vacuna con tecnología de ARN mensajero, dijeron las compañías. Moderna también está trabajando en una vacuna combinada.
Los ingresos procedentes de la vacuna combinada podrían ayudar a compensar la fuerte caída de la demanda de la actual gama de vacunas anti-COVID, que está siendo adoptada por una fracción de los estadounidenses.
«Las empresas necesitan un nuevo mercado para el producto COVID y pueden obtenerlo combinándolo con la vacuna contra la influenza y asegurándose de que los CDC recomienden que todos reciban un refuerzo anti-COVID anualmente», dijo Barbara Loe Fisher, cofundadora y presidenta del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, a The Epoch Times en un correo electrónico.
Las encuestas muestran que muchos estadounidenses no confían en los CDC, les preocupa que la agencia ofrezca «demasiadas recomendaciones contradictorias».
«Si los funcionarios de los CDC recomiendan que todos reciban una vacuna anual de refuerzo contra el COVID», dijo la Sra. Fisher, «solo aumentará aún más la desconfianza del público en las vacunas y pondrá en duda la integridad científica y moral de la política de salud pública».
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