Dominion Voting Systems refutó las afirmaciones sobre el sesgo hacia los funcionarios demócratas durante las elecciones del 3 de noviembre, incluyendo las alegaciones sobre un allanamiento a un servidor en Alemania, así como los vínculos con la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.). Sin embargo, señaló que hizo una donación a la Fundación Clinton, operada por Bill y Hillary Clinton, y no negó que un exmiembro del personal de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.) fue contratado como lobista.
En un extenso comunicado la semana pasada, el proveedor de sistemas de votación con sede en Colorado primero refutó que no tiene vínculos con Smartmatic, otro fabricante de software de votación, pero sí señaló que las dos empresas trabajaban juntas en Filipinas y dijo que compró algunos activos de Sequoia vinculados a Smartmatic hace unos 10 años, añadiendo que las dos empresas tenían disputas legales. Algunos funcionarios de la campaña Trump afirmaron que Smartmatic tenía vínculos con Dominion en entrevistas recientes.
Dominion estuvo en el centro de la controversia desde el día de las elecciones después de que el condado de Antrim, Michigan, mostrara a Joe Biden derrotando al presidente Donald Trump antes de que se revirtieran los resultados, con funcionarios del condado diciendo que el error se debía a que el secretario del condado no había actualizado el software.
La firma confirmó que hizo una donación durante una reunión de la Iniciativa Global Clinton en el 2014, pero afirmó que no tiene «ninguna relación de propiedad de la empresa con ningún miembro de la familia Pelosi, la familia Feinstein, o la Iniciativa Global Clinton, Smartmatic, Scytl, o cualquier vínculo con Venezuela».
Dominion fue vinculado en un artículo de AP que señalaba que el jefe de gabinete de Pelosi, Nadeam Elshami, «forma parte de un equipo de cabildeo que representa a Dominion, según revelaciones públicas», añadiendo que el equipo «incluye a Brian Wild, que cuenta con republicanos como el expresidente de la Cámara de Representantes John Boehner y el exvicepresidente Dick Cheney entre sus antiguos jefes».
Sidney Powell, abogada de la campaña de Trump, durante el fin de semana, alegó que Smartmatic y Dominion fueron usados para favorecer a Biden sobre Trump.
«Nos estamos preparando para anular los resultados electorales en varios estados», dijo Powell en Fox Business, y añadió que tiene suficientes pruebas de fraude electoral para iniciar una amplia investigación criminal. «No hago comentarios sin tener la evidencia que lo respalde».
«Pueden meter un dispositivo de memoria USB en la máquina [de votación], pueden cargar software en ella incluso desde internet… incluso desde Alemania o Venezuela», dijo Powell, y añadió que las operaciones «pueden observar los votos en tiempo real» y «pueden cambiar los votos en tiempo real», o los supuestos malos actores pueden «acceder a cualquier información a distancia».
«Hemos identificado matemáticamente el algoritmo exacto que han usado y planeado usar desde el principio» que presuntamente cambió los votos a favor de Biden, dijo Powell.
Dominion no respondió a la solicitud de comentarios sobre las afirmaciones de Powell.
Dominion volvió a asegurar que las afirmaciones de fraude electoral son «conspiraciones» y son «100 por ciento falsas». La firma citó una declaración hecha recientemente por la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura (CISA) del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., que calificó las elecciones de 2020 como las «más seguras en la historia de EE.UU.».
Sin embargo, la agencia no reveló que Dominion Voting Systems es miembro del Consejo de Coordinación del Sector de Infraestructura Electoral de CISA.
Mientras tanto, Smartmatic, en un comunicado, dijo la semana pasada que no tiene ningún vínculo con Dominion.
Un contratista de Dominion dijo en una declaración jurada la semana pasada que presenció acciones fraudulentas en el Centro TCF de Detroit.
Melissa Carone dijo que vio a los trabajadores contar algunas boletas cuatro o cinco veces, y notó que uno de los contadores incluso había contado un lote de boletas ocho veces. «Me enfrenté a mi gerente, Nick Ikonornakis, diciendo cuán grande era el problema», dijo Carone. «Nick me dijo que no quería oír que teníamos un gran problema. Me dijo que estamos aquí para ayudar con el trabajo de IT, no para dirigir su elección».
Con información de Zachary Stieber.
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