Editorial: Para tener resistencia al virus del Partido Comunista Chino, diga no al PCCh

Por Junta Editorial de The Epoch Times
27 de abril de 2020 1:05 PM Actualizado: 04 de junio de 2020 5:22 PM

Comentario

Este año, el virus del PCCh (comúnmente conocido como el virus de Wuhan o el nuevo coronavirus) se propagó rápidamente mientras el Partido Comunista Chino (PCCh) ocultaba la situación real en China, causando pérdidas incalculables al mundo.

Hasta ahora, el virus del PCCh se ha propagado a la mayoría de los países del mundo, con más de 5 millones de personas infectadas y 330,000 muertos atribuidos a la enfermedad causada por el virus, COVID-19 –suponiendo que se tome como referencia el número oficial de muertes de China de 4642. De hecho, muchos chinos creen que el número real de muertes es al menos diez veces mayor que las cifras publicadas.

Ante la enorme pérdida de vidas y la devastación económica, los gobiernos y los pueblos de diversos países deben reflexionar urgentemente sobre la relación entre la plaga y el Partido Comunista, y sobre lo que las personas y los países deben hacer para evitar la epidemia y salvarse.

La oscura historia del Partido Comunista está entrelazada con la guerra, el hambre, la peste y la muerte. La serie editorial de The Epoch Times «Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista» señala que «la esencia del comunismo es un espectro maligno» cuyo objetivo final es destruir la humanidad. El PCCh es el último representante del malvado espectro del comunismo en el mundo.

La tiranía de 70 años del PCCh ha causado la muerte de 80 millones de chinos y ha destruido la cultura y la moral tradicional china. En los últimos 30 años, desde la masacre perpetrada contra estudiantes prodemocracia en la Plaza de Tiananmen en 1989, pasando por la persecución a los practicantes de Falun Gong, que comenzó en 1999, hasta la actual supresión y acoso al pueblo chino, ha provocado que sobre el PCCh recaiga una enorme culpabilidad, y también sobre el resto del mundo que lo ha permitido o ha sido cómplice al hacer la vista gorda.

Durante casi 40 años, el PCCh ha utilizado la globalización y los incentivos económicos para poner a otros países bajo la influencia del Partido Comunista. La infiltración del PCCh más allá de las fronteras de China es muy profunda en los ámbitos de la política, economía, cultura y educación. Claros ejemplos de la influencia de la RPC son los Institutos Confucio, la iniciativa de la Franja y la Ruta y el gigante de las telecomunicaciones Huawei, entre otros. Al atrapar a la gente y a los gobiernos dentro de sus sistema de intereses económicos, el PCCh los lleva a acomodarse a su ideología atea, tolerar su régimen dictatorial y oponerse a lo divino.

La mala fortuna ciertamente caerá sobre aquellos países y regiones que aumentaron sus relaciones con el PCCh y lo apoyaron. La trayectoria del virus del PCCh, tal como se ha propagado por todo el mundo, atraviesa los países, ciudades, organizaciones e incluso personas que están estrechamente relacionados con el PCCh.

La ciudad de Nueva York es el foco

Hasta el 21 de mayo, según datos del sitio web de estadísticas de la Universidad Johns Hopkins, había más de 1.5 millones de casos confirmados y casi 94,000 muertes en Estados Unidos. El número de casos confirmados en el estado de Nueva York representa un 30% del total nacional.

Desde la visita del presidente Nixon a China en 1972, Estados Unidos ha prestado un apoyo fundamental al PCCh en diversas formas, en los ámbitos de la política, los asuntos militares, la diplomacia, la economía, las finanzas, la educación, la ciencia y la tecnología. Más tarde, cuando Estados Unidos ayudó a China a convertirse en miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), le dio acceso al PCCh a la comunidad internacional y provocó que enormes cantidades de riqueza occidental se transfiriera a China, convirtiendo a China en la «fábrica del mundo».

Apenas en los últimos años ha habido una reevaluación general de la relación entre Estados Unidos y China, a medida que políticos, funcionarios y centros de estudio americanos comenzaron a darse cuenta del papel que ha desempeñado Estados Unidos en el desarrollo de China continental en beneficio del Partido Comunista.

Sin la ayuda de Estados Unidos, y sin el apoyo de tantas compañías multinacionales, gigantes de alta tecnología y grandes grupos financieros, el PCCh no podría haberse desarrollado rápidamente y pasar de ser un régimen al borde del colapso económico, a ser una potencia hegemónica emergente capaz de desafiar a Estados Unidos.

Como la metrópoli número uno del mundo, la ciudad de Nueva York es el centro mundial de la economía, las finanzas, el comercio y los medios de comunicación. También tiene una gran influencia en la política mundial, la educación y el entretenimiento y es la sede central de las Naciones Unidas. En vista de su especial estatus e influencia, la ciudad de Nueva York ha jugado un papel importante en lo referente a ayudar al PCCh a realizar sus planes y avanzar en sus intereses.

Wall Street, que representa la capital financiera estadounidense, ha hecho «transfusiones de sangre» al PCCh durante muchos años y se ha convertido en el financista que está detrás de las bambalinas, ayudando al régimen comunista chino a prolongar su vida.

Al infiltrarse en la economía, las finanzas, el comercio, la prensa, la cultura, la educación, la comunidad chino-estadounidense y otros ámbitos en Nueva York, el PCCh ha canalizado la riqueza y la tecnología hacia China. Al mismo tiempo que exportaba su ideología y sus abusos de los derechos humanos al mundo, ha intentado apoderarse del liderazgo mundial y desafiar a Estados Unidos.

Estos factores han hecho de Nueva York un importante objetivo de ataque del virus del PCCh.

Situación devastadora en Irán

El PCCh considera a Irán como un íntimo compañero de armas. Aunque las cifras oficiales de la epidemia en Irán no son tan elevadas como las de otros países occidentales, los analistas creen que las cifras de casos confirmados y de muertes en Irán deben ser muy superiores a las que se han reportado oficialmente. Al igual que el PCCh, Irán es un régimen autoritario que probablemente ha ocultado la verdadera dimensión de la epidemia en un intento de «mantener el orden social».

Muchos funcionarios iraníes de alto rango han sido infectados, entre ellos el primer vicepresidente de Irán y el viceministro de Salud, y muchos han muerto como consecuencia de ello.

El PCCh ha estado apoyando a Irán durante años, ofreciendo ayuda económica y armas. Incluso proveyó tecnología clave en materia de armas nucleares a Irán con el fin de amenazar y restringir a los países democráticos.

Para la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que el PCCh lanzó en 2013 para exportar la hegemonía comunista, Irán es un importante centro geográfico y estratégico desde el cual el PCCh puede penetrar en Europa, Asia y África.

Países de Europa

Además de China e Irán, entre las naciones con mayor número de casos (5000 o más), España tiene el mayor número relativo (al menos 497 por cada 100,000 personas), con más de 233,000 caso y más de 27,000 muertes. Tres parientes cercanos del presidente Pedro Sánchez y del vicepresidente del Gobierno han sido infectados.

La severa epidemia envió una fuerte advertencia a España de que las políticas procomunistas del gobierno han traído desgracia al país.

España fue el primer país de la UE en tener gestos amistosos con el PCCh después de la masacre de la Plaza de Tiananmen el 4 de junio de 1989.

Italia es la zona más afectada de Europa. La causa principal de que sea golpeada duramente por el virus del PCCh se debe a la íntima relación entre el gobierno italiano y el PCCh.

Italia es miembro del G7, un país desarrollado y democrático. A pesar de la oposición de sus aliados occidentales, formó una alianza con el PCCh en marzo de 2019 para «fortalecer una asociación estratégica integral». Italia es también el primer país de la UE que se ha adherido a la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Italia tiene 74 ciudades hermanadas con la China comunista, incluida Lombardía –la región con el mayor número de infecciones y muertes– y ciudades como Milán, Venecia y Bérgamo.

Importantes países europeos como Gran Bretaña, Francia y Alemania también están ahora afectados por el virus del PCCh. La gente ha sufrido enormes pérdidas, e incluso el primer ministro británico ha sido infectado.

Una cosa que estos países tienen en común es que han estado «cerca» del PCCh en los últimos años. Por ejemplo, el PCCh quiere usar el 5G de Huawei para infiltrarse en el mundo, pero Gran Bretaña, Francia y Alemania han ignorado las advertencias de EE.UU. y le han dado luz verde a la empresa.

Las regiones con los peores brotes en estos países —Londres (Reino Unido), Oise (Francia) y Renania del Norte-Westfalia (Alemania)— también han forjado relaciones amistosas con el Partido Comunista Chino.

Cuando la pandemia golpeó al mundo, las experiencias de los países europeos hicieron sonar la alarma.

La gravedad en los países vecinos de China varía

En comparación con los países europeos y americanos, la situación en las zonas cercanas a China continental ilustra con mayor claridad la relación entre la epidemia y el PCCh.

Japón, Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán son vecinos cercanos de China continental. El número de personas infectadas en Hong Kong y Taiwán es mucho menor que el de Japón y Corea del Sur. La diferencia clave es su actitud hacia el PCCh.

Actualmente, Japón tiene más de 16,000 personas infectadas y Corea del Sur tiene más de 11,000. En Hong Kong y Taiwán, que tienen relaciones comerciales y económicas más estrechas con China continental, el número de casos confirmados es solo de 1056 y 440 respectivamente. Entre ellos, los primeros casos en Hong Kong fueron importados de China continental, y entre las personas infectadas posteriormente se encuentran policías antidisturbios y personal progubernamental. La gran mayoría de los casos en Taiwán fueron importados del extranjero.

Desde que estableció relaciones diplomáticas con el régimen del PCCh en 1992, Corea del Sur ha fortalecido gradualmente sus relaciones económicas y comerciales con el PCCh. Tras la llegada al poder del actual gobierno, se ha acercado al PCCh y ha aumentado las inversiones bilaterales.

Aunque la relación entre el Gobierno de Japón y el PCCh no es estrecha, un gran número de empresas japonesas han invertido en China, por lo que dependen del PCCh y le transfieren recursos vitales. Japón y el PCCh han formado 256 lazos de amistad a nivel provincial y municipal. Entre ellos, Hokkaido, Tokio, la prefectura de Aichi, la prefectura de Kochi y otras regiones tienen graves brotes del virus del PCCh.

Aunque Hong Kong y Taiwán mantienen relaciones económicas y comerciales sumamente estrechas con China continental, los habitantes de Hong Kong y Taiwán no se han dejado cegar por sus intereses financieros. En 2019, el pueblo de Hong Kong lanzó una protesta a gran escala contra el control del PCCh e incluso arriesgó su vida para hacerle frente.

La brutal supresión de las protestas de Hong Kong puso al descubierto el verdadero rostro del PCCh y despertó al pueblo de Taiwán. Que este mes de enero ganara las elecciones una presidenta que aboga por la libertad en el mundo, mostró la determinación del pueblo de Taiwán de mantener su distancia con el PCCh. Los resultados de las elecciones presidenciales salvaron a Taiwán.

Hoy en día, en Taiwán, la gente no está confinada en sus casas, la economía no se ha detenido, no obstante el número de infecciones y muertes está entre los más bajos del mundo. La clave del éxito de Taiwán en la lucha contra la epidemia radica en su desconfianza en el PCCh y en su negativa a seguir ciegamente a la OMS, que está siendo controlada por el PCCh.

La situación de la epidemia en Hong Kong y Taiwán revela el secreto del éxito para prevenir la epidemia y superar la pandemia del virus del PCCh: solo rechazando al PCCh podemos resistir al virus del PCCh.

Rechazar al PCCh

Las grandes plagas siempre vienen de repente y luego, llegando a cierto punto, desaparecen sin dejar rastro. Los registros históricos muestran que cada plaga tiene un objetivo claro.

La plaga bubónica a finales de la dinastía Ming fue un ejemplo típico. La transición de Ming a Qing, también conocida como la conquista de China por los manchúes, fue un período de décadas de batallas entre el ejército Qing, establecido por el clan manchú en el noreste de China, el ejército Ming, y el ejército de Li Zicheng, un ejército campesino rebelde.

La peste bubónica en este período apuntó solo al ejército Ming y no afectó al ejército Qing ni al ejército de Li Zicheng.

Las plagas no son accidentales. La epidemia del virus del PCCh fue desencadenada por los malvados crímenes del PCCh y se propagó globalmente debido al ocultamiento del PCCh. La propagación del virus muestra un patrón claro: apunta selectivamente al PCCh y tiene como objetivo eliminar al PCCh y a aquellos que son procomunistas o que tienen vínculos cercanos con el PCCh.

Todas las regiones más afectadas por el virus fuera de China son las que tienen vínculos estrechos con el PCCh, las que han apoyado al PCCh en términos de comercio, inversión o ayuda para que el PCCh mejore su imagen internacional. Del mismo modo, las personas que han sido partidarias del PCCh suelen ser vulnerables al virus del PCCh.

De hecho, este patrón de propagación ayuda a señalar un camino para que todas las naciones y personas en todo el mundo puedan salvar su vida. Es un camino que conecta directamente con el lado espiritual de todos los seres.

Apoyar al PCCh, respaldarlo o establecer una estrecha asociación con este, probablemente atraerá al virus del PCCh.

Todo el mundo anhela la paz y la salud durante una pandemia mundial. Frente a este desastre repentino, las limitaciones de la tecnología y los métodos de gestión modernos son evidentes. Todos deberíamos recordar que lo divino ha estado cuidando de la humanidad durante miles de años.

Si mantenemos nuestra bondad interior, reflexionamos sobre nuestras propias acciones y rechazamos al PCCh –el representante de la peor maldad– entonces uno tendrá la protección divina.

La pandemia ocurrió debido al PCCh, y la situación cambiará cuando la gente cambie su actitud hacia el PCCh.

Junta Editorial

26 de abril de 2020


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