El presidente Joe Biden anunció el miércoles otros USD 700 millones en ayuda militar a Ucrania, pocos días después de firmar un acuerdo aprobado por el Congreso por valor de USD 40,000 millones.
“Estados Unidos apoyará a nuestros socios ucranianos y continuará proporcionando a Ucrania armas y equipos para defenderse”, dijo Biden en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
En el comunicado, Biden dijo que ahora está enviando sistemas de cohetes avanzados y de precisión después de recibir garantías del gobierno de Kiev de que no dispararía contra objetivos dentro de Rusia, lo que seguramente intensificaría el conflicto.
“Gracias a la financiación adicional para Ucrania, aprobada con un apoyo abrumadoramente bipartidista en el Congreso de Estados Unidos, Estados Unidos podrá seguir proporcionando a Ucrania más armas que están utilizando con tanta eficacia para repeler los ataques rusos”, dijo Biden.
El armamento avanzado incluye el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) «con municiones para el campo de batalla», dijo el presidente en el comunicado. «Seguiremos liderando en el mundo con respecto a la prestación de asistencia histórica para apoyar la lucha de Ucrania por la libertad».
Ucrania ha estado buscando sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples (MLRS), como el M270 y el M142 HIMARS, ambos fabricados por Lockheed Martin, para proporcionar más potencia de fuego a mayor distancia para atacar las concentraciones de tropas rusas y las reservas de armas en la retaguardia de Rusia.
Jonathan Finer, viceconsejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo anteriormente que Washington creía que el sistema HIMARS satisfaría las necesidades de Kiev.
“Este es un conflicto defensivo que están librando los ucranianos. Las fuerzas rusas están en su territorio”, dijo Finer en una entrevista con CNN.
Sin embargo, en respuesta, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el 1 de junio que Moscú sospecha que “Estados Unidos está echando leña al fuego deliberada y diligentemente” al enviar más armas a Ucrania. Cuando los periodistas le preguntaron cómo podría responder Rusia, dijo: “No hablemos de los peores escenarios”.
Peskov dijo que tales suministros no alentarían a los líderes de Ucrania a reanudar las estancadas conversaciones de paz.
Cuando se le preguntó más tarde si la medida de Estados Unidos aumentaba las posibilidades de que un tercer país se involucrara en el conflicto, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo: “Tales riesgos ciertamente existen”. Dijo en una conferencia de prensa en Arabia Saudita: “Es una provocación directa [de Ucrania], con el objetivo de involucrar a Occidente en una acción militar”.
Con información de Reuters.
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