EE.UU. es uno de los principales destinos del tráfico sexual de menores y está ocurriendo en su comunidad

Por Emma Waters
31 de julio de 2023 4:44 PM Actualizado: 01 de agosto de 2023 3:30 PM

Comentario

Kara tenía 11 años cuando su familia vendió por primera vez su cuerpo por drogas.

Sydney tenía 14 años cuando conoció por Internet a un hombre mayor que le prometió estabilidad económica y una vida mejor.

Y tras otra temporada en el sistema de acogida, Marcus decidió que cualquier cosa, incluso quedarse sin hogar, sería mejor que la familia de acogida con la que vivía.

Estas historias, de niñas y niños reales de Estados Unidos, reflejan los puntos de entrada más comunes de los niños que son arrastrados al tráfico de menores. Los hechos son aterradores:

-En promedio, un niño entra en el comercio sexual estadounidense entre los 12 y los 14 años. Muchas son chicas fugitivas que sufrieron abusos sexuales de niñas.

-La mayoría de las veces, las víctimas son traficadas por alguien que conocen, como un amigo, un familiar o una pareja romántica.

-Los depredadores pueden alquilar a un niño para un solo acto sexual por un promedio de 90 dólares. A menudo, ese niño es obligado a mantener relaciones sexuales 20 veces al día, seis días a la semana.

-La trata suele producirse en hoteles, moteles, sitios web y paradas de camiones de Estados Unidos.

Unas 50,000 personas, principalmente de México y Filipinas, son objeto de trata en Estados Unidos cada año.

-Según el Informe Federal sobre la Trata de Seres Humanos, «En 2018, más de la mitad (51.6%) de los casos de trata de personas con fines delictivos activos en Estados Unidos eran casos de trata con fines sexuales en los que sólo había niños implicados».

-Los traficantes utilizan las plataformas de las redes sociales para reclutar y anunciar víctimas de la trata de personas, según los defensores de la lucha contra la trata.

Películas como «Sonido de Libertad» y «Taken» ponen de relieve los peligros de la trata y la explotación internacionales. Estas películas tratan de la trata fuera de Estados Unidos. Sin embargo, Estados Unidos es uno de los principales destinos de las víctimas y un importante centro de tránsito. Los estudios estiman que el 83% de las víctimas de la trata de menores en Estados Unidos son estadounidenses.

Como todos los delitos, la trata tiene un contexto. En Estados Unidos, la trata de menores se ve agravada por cuatro factores principales: la porosa frontera sur, el uso depredador de las redes sociales, la pornografía y las familias rotas.

La frontera sur

La crisis de la frontera sur está directamente relacionada con el aumento del tráfico de menores en Estados Unidos. En abril, un informante dijo al Comité Judicial de la Cámara de Representantes del Congreso que «el gobierno federal de Estados Unidos se ha convertido en el ‘intermediario’ de una operación multimillonaria de tráfico de seres humanos dirigida contra menores no acompañados en la frontera sur».

En mayo, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos encontró un promedio de 435 menores no acompañados al día. Un estudio sugiere que los cárteles de la droga y los traficantes explotarán al 60% de estos menores en la prostitución, los trabajos forzados y la pornografía infantil. Para empeorar las cosas, sólo en junio, el gobierno de Biden entregó 344 niños a adultos no emparentados en Estados Unidos, la mayoría de los cuales ya tenían varios niños a su cargo. Estos niños son los principales objetivos de los traficantes, tanto para el sexo como para el trabajo.

En particular, la mitad de los delincuentes «más buscados» del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por tráfico de menores proceden de México.

Redes sociales

Las plataformas de redes sociales como Instagram y TikTok proporcionan acceso al mercado a los traficantes y pederastas de Estados Unidos. Estos hombres primero conocen y hacen grooming a menores para encuentros sexuales a través de las redes sociales, a menudo haciéndose pasar por novios. Una vez que han atraído a sus víctimas, utilizan las redes sociales para anunciar y vender a los menores con fines sexuales.

Una organización, Unidos contra la Trata de Personas, estima: «El 55% de las víctimas del tráfico sexual estadounidense de entre 7 y 11 años son captadas a través de aplicaciones y sitios web de las redes sociales. … Menos del 10 por ciento de los casos ocurren por secuestro».

Los traficantes y los pedófilos también utilizan plataformas de redes sociales como TikTok para distribuir pornografía infantil.

Pornografía

Los traficantes de niños también utilizan con frecuencia a menores para producir pornografía. Esto crea un doble daño: Los niños no sólo son abusados sexualmente, sino que los videos de sus abusos se suben a los principales sitios web de pornografía, como Pornhub, y sus abusos se reproducen una y otra vez.

Éste es un ámbito en el que la indignación pública y la acción han logrado avances. Tras una serie de artículos que sacaron a la luz que Pornhub alojaba pornografía infantil, el sitio web eliminó el 80% de su contenido de la noche a la mañana: unos 10 millones de videos. Y Discover, Mastercard y Visa cortaron inmediatamente sus vínculos con el sitio.

Familias rotas

Los niños más vulnerables de Estados Unidos son los que se crían en hogares monoparentales, especialmente si hay un varón sin parentesco. Los niños tienen 11 veces más probabilidades de sufrir abusos sexuales y físicos en esas situaciones. Sin la protección de una madre y un padre en el hogar, los niños tienen más probabilidades de fugarse, desaparecer o pasar un tiempo en el sistema de acogida. En 2016, el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados descubrió que el 86% de las víctimas del tráfico sexual estaban al cuidado de los servicios sociales cuando desaparecieron.

Está en todas partes

El tráfico de menores es fácil de encontrar si sabes dónde buscar. Por ejemplo, una salida de una autopista interestatal con una parada de camiones, un salón de masajes asiático o una tienda para adultos. Cada uno de estos lugares por separado tiene estadísticamente más probabilidades de ser un lugar de trata, incluida la propia interestatal. Si se agrupan, las posibilidades estadísticas aumentan drásticamente.

Tampoco es difícil averiguar los tipos de políticas públicas que podrían reducir la trata. Los responsables políticos deberían centrarse en el uso de las redes sociales, la industria de la pornografía y las familias desestructuradas: cuestiones complejas que exigen soluciones meditadas.

Pero una cosa que puede hacerse inmediatamente es menos compleja y más directa: el gobierno de Biden debe cumplir las leyes vigentes y sellar nuestra porosa frontera sur. Hay que hacer mucho más, pero éste es un primer paso fundamental que podría salvar a miles de niños cada año de estos horrores.

Reproducido con permiso de The Daily Signal, una publicación de The Heritage Foundation.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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