Estados Unidos está «profundamente preocupado» por la reciente decisión de un tribunal ruso de suprimir una rama regional del grupo religioso Falun Gong al calificarlo de «extremista», dijo el departamento de estado el 9 de julio.
La decisión de la corte criminalizó la “práctica pacífica de las creencias espirituales [del grupo]”, agregó el departamento.
«Las autoridades rusas acosan, multan, y encarcelan a los practicantes de Falun Gong por actos tan simples como meditar y poseer textos espirituales», dijo el portavoz del departamento Ned Price en un comunicado, un día después de que un tribunal ruso confirmó la prohibición de la rama regional de Falun Gong en Khakassia.
«Instamos al gobierno ruso a que ponga fin a su práctica de abusar de la designación de» extremista «como una forma de restringir los derechos humanos y las libertades fundamentales», dijo, y agregó que la decisión del tribunal fue «otro ejemplo de que las autoridades rusas etiquetan a los grupos pacíficos como ‘extremistas, ‘terroristas’ o ‘indeseables’ únicamente para estigmatizar a sus partidarios, justificar los abusos contra ellos y restringir sus actividades cívicas y religiosas pacíficas».
Price señaló que el mes pasado, un tribunal de Moscú clasificó a tres grupos vinculados al líder opositor encarcelado Alexey Navalny como «extremistas», lo cual dijo demostraba aún más «el uso arbitrario y extenso de esta etiqueta por parte de Rusia».
En China, la disciplina de meditación Falun Gong ha enfrentado una continua represión a manos del Partido Comunista Chino desde 1999. Los practicantes se enfrentan a la cárcel, al trabajo esclavo, a la tortura psiquiátrica, e incluso a la sustracción forzada de órganos por persistir en su creencia.
A lo largo de los años, más de una docena de practicantes de Falun Gong se han visto obligados a abandonar Rusia a pesar de que a algunos de ellos se les concedió el estatus de refugiados por parte de las Naciones Unidas. En 2007, los oficiales de inmigración rusos embarcaron por la fuerza a los practicantes de Falun Gong Ma Hui y a su hija de ocho años, ambas designadas como refugiadas, en un avión para deportarlas de regreso a China. Se desconoce el paradero de ambas.
En un informe titulado «Inventando Extremistas» en 2018, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional señaló cómo la «definición vaga y problemática de ‘extremismo'» había otorgado a las autoridades rusas amplios poderes para perseguir a los creyentes religiosos.
Entre 2011 y 2017, hubo al menos tres casos de enjuiciamiento relacionados con la distribución o posesión de materiales relacionados con Falun Gong.
En 2013, los fiscales emitieron una advertencia a Vladimir Sheremetyev, funcionario local del Partido Rusia Unida, el partido político más grande del país, luego de que usó “Zhuan Falun”, el libro de Falun Gong, en lecciones grupales. El libro fue prohibido en el país en 2011.
En una resolución de 2012, el Parlamento Europeo censuró la «prohibición indebida» por parte de Rusia de la literatura de esta práctica.
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