Estados Unidos ha pagado por primera vez a las personas que sufrieron lesiones por las vacunas contra el COVID-19.
Tres personas recibieron compensación por sus lesiones a través del Programa de Compensación por Lesiones Causadas por Contramedidas (CICP, por sus siglas en inglés), gestionado por una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, según informaron las autoridades en una nueva actualización.
Una persona que sufrió un shock alérgico grave recibió 2019 dólares, según la agencia, la Administración de Recursos y Servicios Sanitarios. Una persona que sufrió inflamación del corazón, o miocarditis, recibió 1582 dólares. Otra persona que sufrió miocarditis recibió 1032 dólares.
No se hizo público quién es el fabricante de las vacunas. Tampoco se ha hecho pública la información sobre las personas que recibieron los pagos.
Estos pagos suponen la primera vez que el gobierno estadounidense paga a personas que sufrieron daños por las vacunas contra el COVID-19, que pueden causar graves problemas, así como la muerte, y que se introdujeron por primera vez a finales de 2020.
En virtud del CICP, las personas que sobreviven a su lesión inducida por la vacuna pueden recibir dinero por los gastos médicos no reembolsados y los ingresos laborales perdidos.
Al parecer, las nuevas indemnizaciones sólo cubren los gastos médicos, según declaró a The Epoch Times Wayne Rohde, autor de The Vaccine Court.
«Estas cantidades son tan bajas que se puede suponer verosímilmente que se trata sólo de gastos médicos no reembolsados, y nada más», dijo Rohde. «Es inconcebible lo que están haciendo, pero así es este programa».
La mayoría de los pagos anteriores fueron para personas lesionadas por la vacuna contra la gripe H1N1, incluido el síndrome de Guillain-Barré. Algunos recibieron cientos o miles de dólares. Ocho recibieron al menos 106,723 dólares. El pago más alto registrado es de 2.2 millones de dólares.
La Administración de Recursos y Servicios Sanitarios, que gestiona el programa, no respondió a las solicitudes de comentarios.
CICP
El CICP es el único lugar donde las personas pueden obtener una compensación del gobierno federal debido a la declaración de emergencia por el COVID-19 emitida por primera vez durante la Administración Trump. La mayoría de las vacunas administradas en los Estados Unidos están cubiertas por el Programa Nacional de Compensación por Lesiones por Vacunas. Las personas que reciben compensación a través de este último son elegibles para recibir más dinero, en parte porque se cubren más categorías, tienen más tiempo para presentar la demanda y pueden tener cubiertos los honorarios de los abogados.
Para obtener una indemnización del CICP, una persona debe demostrar una «conexión causal» entre la vacuna administrada y una lesión física grave o la muerte, y la conexión debe estar respaldada por «pruebas médicas y científicas convincentes, fiables y válidas». La persona también debe demostrar gastos médicos no reembolsados o que perdió ingresos por no poder trabajar debido a la lesión.
Los familiares de las personas fallecidas pueden solicitar prestaciones de supervivencia por defunción.
El límite máximo de las prestaciones por fallecimiento del CICP es de 423,000 dólares y el de los salarios perdidos, de 50,000 dólares, pero aún quedan cuestiones clave por resolver, como si los supervivientes obtienen automáticamente un pago completo en caso de que se apruebe su solicitud y si se podría cubrir la atención médica futura de los lesionados, explicó Rohde.
Los administradores del programa se han negado en gran medida a compartir detalles sobre los pagos del programa y las reclamaciones que han sido rechazadas.
Mientras que los pagos del Programa Nacional de Indemnización por Lesiones Causadas por Vacunas proceden de un fondo común formado a través de un impuesto sobre cada vacuna, los pagos del CICP se realizan a partir de asignaciones del Congreso.
A la espera
Las primeras vacunas contra el COVID-19 se autorizaron en diciembre de 2020. Una tercera se autorizó en la primavera de 2021. Fueron ampliamente promovidas por las autoridades sanitarias estadounidenses y cientos de millones de estadounidenses se las aplicaron.
Aunque cualquiera puede introducir un informe en el sistema de notificación, el CICP sólo acepta las solicitudes presentadas en el plazo de un año a partir del suceso. Además, por el momento el programa sólo cubre un pequeño número de sucesos, aunque no se ha hecho público qué cubre exactamente.
Hasta el 1 de abril, 8133 solicitudes al CICP alegaban lesiones y/o muertes por las vacunas contra el COVID-19. Cientos de ellas han sido denegadas debido a la falta de pruebas. Según las autoridades, cientos han sido denegadas por falta de historiales médicos suficientes u otros problemas. Miles más están pendientes de revisión o en proceso de revisión.
Se ha determinado que sólo 23 cumplen los requisitos para recibir una indemnización, incluidas las tres personas indemnizadas.
Una persona sufrió miocarditis por una vacuna contra el COVID-19 pero no tenía «pérdidas o gastos declarados admisibles», según los administradores del CICP.
De los 19 solicitantes restantes en espera de indemnización, 18 padecían miocarditis, una afección relacionada llamada pericarditis, o una combinación de miocarditis y pericarditis. La otra solicitud aprobada era por angioedema, una afección cutánea.
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