El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el jueves que el país no dejará sola a Australia ante la coerción económica de Beijing, y advirtió que esas tácticas contra un aliado obstaculizarán los lazos entre Estados Unidos y China.
«Yo reiteré que Estados Unidos no dejará a Australia sola en el campo o tal vez debería decir sola en la cancha frente a la coerción económica de China», dijo Blinken a los periodistas. «Eso es lo que hacen los aliados. Nos cubrimos las espaldas mutuamente para poder afrontar las amenazas y los desafíos desde una posición de fuerza colectiva».
Estados Unidos criticó en repetidas ocasiones los esfuerzos de Beijing por coaccionar a Australia con sanciones comerciales sobre productos que van desde la carne vacuna hasta el vino. «Tales acciones dirigidas a nuestros socios y aliados más cercanos obstaculizarán las mejoras en nuestra propia relación con China», dijo Blinken.
El secretario describió la alianza entre Estados Unidos y Australia como un «compromiso inquebrantable» que ha sido «un ancla para la paz, la seguridad y la estabilidad en el Indo-Pacífico durante décadas».
Los lazos entre Australia y China se fueron agriando durante los últimos cinco años, a medida que Canberra comenzó a aplicar medidas para proteger sus intereses nacionales frente a la creciente injerencia de Beijing en el entorno político interno de Australia. Ello incluye un escándalo de pagos realizados a un antiguo senador federal, y un supuesto complot para colocar un espía en la Casa del Parlamento.
Las tensiones dieron un giro brusco el año pasado después de que Australia pidió una investigación sobre los orígenes del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como nuevo coronavirus.
Desde el año pasado los homólogos chinos de los políticos australianos no se comunican por teléfono para mantener conversaciones a nivel ministerial, y la semana pasada Beijing suspendió toda actividad en el marco de un diálogo económico bilateral con Australia.
La ministra de Asuntos Exteriores australiana, Marise Payne, quien ofreció la rueda de prensa conjunta junto a Blinken, dijo que «Australia busca una relación constructiva con China». A su vez Payne señaló que Australia agradece el apoyo de Washington mientras Canberra resuelve sus problemas con Beijing.
«Pero nosotros no comprometeremos nuestra seguridad nacional ni nuestra soberanía y seguiremos actuando para protegerla», dijo.
En la conferencia de prensa conjunta, el secretario de Estado estadounidense y la ministra de Asuntos Exteriores australiano también se refirieron a los derechos humanos en China.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en 2022, Blinken dijo que, aunque no era un tema de discusión con Payne, Estados Unidos había escuchado las preocupaciones de todo el mundo y los funcionarios, en los próximos meses, hablarán con aliados y socios sobre sus puntos de vista acerca de los Juegos Olímpicos.
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