El 5 de agosto, el presidente Joe Biden ofreció un «refugio seguro» a los hongkoneses. Dicho refugio les permitiría a miles de ellos prolongar su estancia Estados Unidos tras la «significativa erosión» de sus libertades por parte de Beijing en Hong Kong.
En un memorando firmado, Biden pidió al Departamento de Seguridad Nacional que aplace la expulsión de los residentes de Hong Kong que se encuentran actualmente en Estados Unidos, citando «razones imperiosas de política exterior» que incluyen la defensa de la democracia y la promoción de los derechos humanos en todo el mundo.
Señaló el deterioro de las libertades en Hong Kong desde que el régimen chino impuso la ley de seguridad nacional, por medio de la cual la policía arrestó a más de 100 líderes y activistas de la oposición, que posteriormente fueron condenados a cadena perpetua sin cargos sólidos. Más de 10,000 personas han sido detenidas por activismo relacionado con las protestas a favor de la democracia que comenzaron en el verano de 2019.
«Ofrecer refugio seguro a los residentes de Hong Kong, que han sido privados de sus libertades garantizadas en Hong Kong, promueve los intereses de Estados Unidos en la región», dijo en el comunicado.
La nueva regla se aplica a todos los habitantes de Hong Kong en Estados Unidos, excepto a aquellos que voluntariamente eligen regresar a Hong Kong, que no han residido continuamente en el país, que están sujetos a extradición o deportación, delincuentes y exdelincuentes, personas que se considere que presentan un peligro para la seguridad pública o que pueden provocar «consecuencias potencialmente adversas para la política exterior «, decía el memo.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que la acción deja en claro que Estados Unidos «no se quedará de brazos cruzados mientras la República Popular China rompe sus promesas a Hong Kong y a la comunidad internacional».
Dados los arrestos y juicios por motivos políticos, el silenciamiento a los medios de comunicación y la presión frente a las elecciones y la oposición democrática, continuaremos tomando medidas en apoyo del pueblo de Hong Kong.
Las personas que reúnan los requisitos necesarios también pueden solicitar autorización para trabajar en Estados Unidos a través del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, según el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que la medida era «un mensaje claro de que Estados Unidos apoya resueltamente a la gente de Hong Kong».
«La República Popular China ha alterado fundamentalmente los cimientos de las instituciones de Hong Kong y ha suprimido las libertades de los habitantes de Hong Kong», dijo, utilizando el acrónimo de la República Popular de China. «Ante los intentos de las autoridades de la República Popular China y Hong Kong de sofocar las aspiraciones democráticas, tomaremos medidas».
El anuncio del jueves convirtió a Estados Unidos en uno de los últimos países que ofrece refugio a los hongkoneses tras los ataques de Beijing a la democracia de Hong Kong.
En junio, Canadá anunció dos vías para otorgar la residencia a los hongkoneses que trabajen en el país o que se han graduado recientemente de una institución postsecundaria.
A principios de este año, el Reino Unido también abrió un nuevo plan de visados para que los titulares de la nacionalidad británica de ultramar puedan acceder a la ciudadanía.
La ley de seguridad nacional de Beijing ha desencadenado una ola de emigración desde Hong Kong. Taiwán desde 2020 entregó un total de 10,800 visas de residente y más de 1500 visas de residente permanente a personas de Hong Kong. En el primer trimestre de 2021, las autoridades del Reino Unido recibieron un total de 34,300 solicitudes de hongkoneses que esperaban reasentarse en el país.
El mes pasado, Estados Unidos advirtió a las empresas estadounidenses sobre los riesgos de operar en Hong Kong debido al empeoramiento del clima político, y también sancionó a siete funcionarios chinos responsables de socavar la democracia en Hong Kong.
Los legisladores en Estados Unidos y en otros lugares han acogido con satisfacción la medida, y el secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, la calificó como una medida «de gran corazón».
El senador Ben Sasse (R-Neb.) dijo que era un «paso sólido», pero señaló: «Tenemos que ir más allá».
«Necesitamos ofrecer asilo total a los habitantes de Hong Kong que huyen de la brutal opresión del presidente Xi», dijo en un comunicado de prensa , refiriéndose al líder chino Xi Jinping. «Estados Unidos debe respaldar firmemente a las víctimas del comunismo y mostrarle al mundo que siempre defenderemos la libertad en todo el mundo».
Samuel Chu, director del grupo de defensa del Consejo Democrático de Hong Kong, con sede en Washington, aplaudió la decisión de Biden y dijo que era «un paso significativo en la dirección correcta».
“Significará la diferencia entre vivir libremente mientras se continúa luchando por los derechos humanos y la democracia en Hong Kong y verse obligado a regresar a Hong Kong pasando años o incluso una vida entera tras las rejas”, dijo en un comunicado el jueves.
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