El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha advertido que los inmigrantes ilegales pronto se verán obligados a dormir en la calle, ya que la ciudad tiene problemas para encontrar espacio para alojarlos en medio de un aumento continuo de los recién llegados.
El demócrata hizo esta advertencia en una entrevista con FOX5 New York el 2 de enero.
El Sr. Adams dijo que la ciudad de Nueva York está siendo «inundada» con inmigrantes ilegales, con aproximadamente 2500 que llegan cada semana, aunque ese número puede superar los 4000 en algunas semanas, dijo.
«No estamos diciendo que nos hemos quedado sin sitio como una frase, sino que nos hemos quedado sin sitio, literalmente. La gente va a acabar durmiendo en la calle», dijo Adams.
Subrayó que la llamada «ciudad santuario» pronto sólo podrá proporcionar comida, cobijo y ropa a los inmigrantes debido a la continua presión a la que está sometida.
«Este es un problema nacional. Es injusto que los municipios y ciudades locales se ocupen de este problema», afirmó.
El Sr. Adams también dijo que cree que demasiados inmigrantes están entrando en Estados Unidos a través de «diversas vías y cavidades en nuestra frontera», pero no dio más detalles.
«Tenemos que ser extremadamente cuidadosos porque no todos los que vienen persiguen el sueño americano», dijo.
La ciudad de Nueva York está en un «punto de inflexión»
En otro momento de la entrevista, el comisario de la Oficina de Asuntos de los Inmigrantes de la Alcaldía de Nueva York, Manuel Castro, repitió sus declaraciones anteriores de que la actual oleada de llegadas de inmigrantes a la ciudad de Nueva York es insostenible.
«Tuvimos que hacer esto porque es una emergencia y está llegando mucha gente que no tiene ni idea de lo que está pasando», dijo sobre la acogida de miles de inmigrantes en la ciudad, incluidos los enviados en autobús desde Texas por el gobernador Greg Abbott. «Simplemente les dieron un billete de autobús para venir aquí o un boleto de avión para venir aquí y luego no saben a dónde más ir».
Sus comentarios se producen después de que el Sr. Adams propusiera en octubre la creación de ciudades de tiendas de campaña en parques públicos para albergar a la oleada de inmigrantes, que ha exprimido los refugios para personas sin hogar más allá de su capacidad total.
En ese mismo mes, el alcalde anunció familias inmigrantes con niños que actualmente residen en los refugios de la ciudad sólo se les permitiría permanecer durante 60 días como NYC llegó a «punto de inflexión».
También instó a las agencias gubernamentales a presentar planes para recortar los presupuestos en un 5 por ciento y potencialmente hasta un 15 por ciento para compensar el impacto financiero traído por la crisis de la inmigración ilegal.
Medidas drásticas contra los autobuses de inmigrantes
El mes pasado, el Sr. Adams emitió una orden ejecutiva para tomar medidas drásticas contra las empresas de autobuses alquilados que transportan inmigrantes ilegales desde Texas, estableciendo que dichas empresas deben notificarlo a la Oficina de Gestión de Emergencias de la ciudad al menos 32 horas antes de llegar a la ciudad.
Según la orden ejecutiva, las empresas de autobuses chárter sólo pueden dejar a los inmigrantes entre las 8.30 y las 12 de la noche todos los días, y el único lugar designado para ello es la calle 41 Oeste, entre las avenidas Octava y Novena de Manhattan.
Según Adams, las empresas que no cumplan la normativa se arriesgan a ser acusadas de delitos menores de clase B, multas, demandas judiciales y la incautación de los autobuses.
A principios de este mes, Chicago adoptó una medida similar y, al parecer, empezó a confiscar los autobuses enviados por Texas para dejar inmigrantes ilegales en la ciudad y a imponer multas a los autobuses que lo hacen sin permiso.
El Sr. Adams ha estimado anteriormente que costará a la ciudad unos 12,000 millones de dólares en los próximos tres años hacer frente a la continua afluencia de inmigrantes.
Durante su aparición en FOX5 Nueva York el martes, el demócrata dijo que su administración no puede hacer nada para cambiar el estatus de «santuario» de la ciudad de Nueva York, que protege a los inmigrantes de ser entregados a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
«No tengo autorización para decirle a la gente que no puede entrar en Nueva York», dijo. «Va contra la ley. No podemos por ley decirle a alguien que entra en la ciudad ‘no puedes entrar en la ciudad’. Ni siquiera podemos entregarlos al ICE», afirmó.
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