Análisis de noticias
Los proveedores chinos en zonas de coronavirus podrían declarar «fuerza mayor» para terminar legalmente las entregas de la cadena de suministro de exportación y hacer que muchas fábricas globales empiecen a quedarse sin piezas en tres semanas, advirtió IHS Markit.
Dado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las Naciones Unidas declaró el 30 de enero la posible propagación pandémica de la forma de coronavirus 2019-nCoV como una emergencia sanitaria mundial, las empresas nacionales pueden ejercer las disposiciones de «fuerza mayor» en virtud de la legislación china para eludir la responsabilidad financiera por no entregar los envíos de los clientes a tiempo. La designación de la OMS también elimina la responsabilidad de la entrega desde diciembre por los fallos debidos a los esfuerzos del Consejo Nacional de Estado de China por prolongar las vacaciones, aplicar cuarentenas e interrumpir los transportes para frenar la propagación del virus desde finales de diciembre.
A Wuhan se la suele llamar la «Detroit de China». La ciudad produce alrededor de dos millones de vehículos de pasajeros al año, y sus fábricas exportan cientos de millones de piezas y subconjuntos a cientos de enormes plantas de ensamblaje de equipos originales de automóviles y vehículos comerciales en todo el mundo.
James Pinto, que dirigió diez grandes fábricas en toda Asia durante el brote de ocho meses del coronavirus del SARS en China en 2002-2003, declaró a The Epoch Times, que los modernos fabricantes de equipo original (OEM) solo mantienen un inventario de unos pocos días de subconjuntos y piezas. Los contratos de la cadena de suministro de los OEM requieren que sus vendedores chinos mantengan dos meses de «stock de seguridad» cerca de las líneas de ensamblaje extranjeras y otras tres semanas de stock atrasado en su fábrica nacional. A pesar de tales preparativos, el SARS causó un estimado de 40,000 millones de dólares de pérdidas por interrupción.
Pero Pinto advierte que este brote de coronavirus no fue reconocido como tan peligroso hasta después de que 400 millones de chinos comenzaron a viajar a principios de enero para el Año Nuevo Chino. Sugiere que es una práctica común en las fábricas chinas enviar su inventario de tres semanas antes de que las plantas empiecen a cerrar alrededor del 10 de enero. Con las fábricas chinas cerradas y el inventario de tres semanas ya enviado, el stock de seguridad se está agotando en las plantas de montaje de todo el mundo.
Casi todas las plantas de vehículos OEM tienen planes de recuperación de desastres con proveedores de respaldo, pero muchas de esas plantas de respaldo están en diferentes lugares de China. Si el coronavirus 2019-nCoV es una pandemia, la producción y el transporte se reducirán en toda la nación.
IHS Markit advierte que los poderes del Consejo Nacional de Estado de China en una Emergencia de Salud Global de la OMS se extienden a establecer las «reglas y regulaciones que gobiernan el comportamiento corporativo».
La mayoría de los países asiáticos ya habían etiquetado al 2019-nCoV como una enfermedad transmisible de «nivel uno», junto con la peste bubónica y el cólera. Varias naciones han bloqueado los viajes desde ciudades chinas con altos informes de coronavirus, como Wuhan.
IHS Markit espera que la designación de emergencia de la OMS añada otras ciudades chinas en áreas a lo largo del río Yangtze, como el municipio de Chongqing y la vecina provincia de Sichuan. Se espera que las conexiones ferroviarias directas de alta velocidad de China maximicen los riesgos de pandemia a lo largo de la línea férrea Beijing-Guangzhou, que une el municipio de Beijing, las provincias de Guangdong, Henan, Hubei y Hunan.
El impacto económico del SARS fue de aproximadamente un 1% de reducción del PBI de China en 2003, pero eso fue durante un período de crecimiento económico de dos dígitos. La estimación del pre-coronavirus de IHS Markit para el crecimiento económico de 2020 fue solo del 5,8 por ciento.
El impacto de China continental en la economía mundial también es mucho mayor ahora que durante el brote de SARS, cuando era la sexta economía más grande del mundo y solo representaba el 4,2% del PBI mundial. La economía de China es ahora la segunda más grande del mundo, que representa el 16,3% del PBI mundial y el 10,4% de las importaciones de bienes del mundo, frente al 4,0% en 2002.
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