El Departamento de Justicia advertió al gobernador de California, Gavin Newsom, que las órdenes de salud pública del estado podrían ser discriminatorias para las iglesias.
En una carta fechada el 19 de mayo, el Departamento de Justicia expresó «varias» preocupaciones sobre las órdenes sanitarias del estado, promulgadas para frenar la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Las órdenes de permanencia en el hogar de Newsom, que están en vigor desde marzo, prohíben expresamente que se celebren grandes reuniones como ceremonias religiosas y servicios religiosos, de acuerdo con estrictas normas de distanciamiento social.
En una carta de tres páginas, el fiscal general adjunto del Departamento de Justicia, Eric Dreiband, dijo que si bien reconocía que el gobernador tiene el «deber de proteger la salud y la seguridad de los californianos», cree que la restricción podría estar reflejando discriminación contra las comunidades religiosas.
«El gobierno no puede imponer restricciones especiales a la actividad religiosa que no se apliquen también a actividades no religiosas similares», escribió Dreiband citando una declaración anterior del fiscal general de Estados Unidos, William Barr. «En pocas palabras, no hay ninguna excepción pandémica a la Constitución de los Estados Unidos y su Declaración de Derechos».
El fiscal dijo que a pesar de una pandemia «sin precedentes en nuestras vidas», la Constitución de California pide que el estado «haga más para acomodar el culto religioso, incluso en la Etapa 2 del Plan de Reapertura», señalando que «la religión y el culto religioso siguen siendo centrales en la vida de millones de estadounidenses».
Un portavoz de Newsom, al que se le pidió un comentario, respondió tan solo que la oficina del gobernador había recibido la carta del Departamento de Justicia.
California tiene una de las órdenes más estrictas de permanencia en el hogar, que sigue vigente en respuesta a la pandemia del virus del PCCh. El plan de cuatro etapas del gobernador permite que cada uno de los 58 condados de California se abra gradualmente en base al número de test, casos, hospitalizaciones y muertes, entre otros factores.
Newsom esta semana relajó las restricciones para algunos condados, facilitándoles la reapertura de tiendas y restaurantes para cenar sentados y dijo que el estado estaba en discusiones con las principales ligas deportivas sobre la reanudación del juego.
El gobernador también señaló que algunos trabajadores pueden comenzar a regresar a las oficinas en las que el trabajo desde casa no era práctico, incluyendo la industria del entretenimiento, como una lista de negocios exentos de restricciones.
Sin embargo, durante una reunión informativa a principios de este mes, el gobernador expresó su temor de permitir que los lugares de culto se abran, declarando que «las congregaciones de personas de todas partes que se reúnen en un espacio cerrado a gran escala sigue siendo un punto de preocupación y ansiedad para nosotros». Newsom afirmó que está trabajando para establecer «directrices para el distanciamiento físico y trabajar con líderes religiosos que hablan de condiciones únicas en sus propias instalaciones. Nada está grabado en piedra».
En su carta a Newsom esta semana, el Departamento de Justicia dijo que el estado no ha demostrado «por qué las interacciones en las oficinas y los estudios de la industria del entretenimiento y las operaciones en persona para facilitar el comercio electrónico no esencial, están incluidas en la lista como permitidas con distanciamiento social donde el teletrabajo no es práctico, mientras que las reuniones con distanciamiento social con fines de culto religioso están prohibidas, independientemente de si el culto a distancia es práctico o no».
Reuters contribuyó a este informe
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