El papel del zinc en la era de los virus se pasa a menudo por alto

Los minerales traza esenciales ayudan a regular nuestra respuesta inmune frente a COVID-19

Por JONI RENEE ZALK
30 de mayo de 2020 1:09 PM Actualizado: 30 de mayo de 2020 1:09 PM

A pesar de nuestros más valientes esfuerzos para evitar contagiarnos de COVID-19, esta no es ni la primera ni la última pandemia viral que arrasará en el mundo. Mientras las compañías farmacéuticas trabajan para encontrar una vacuna o un tratamiento efectivo, una deficiencia común y crítica de nutrientes está debilitando nuestra respuesta inmunológica.

El papel del zinc, un mineral traza esencial, ha sido estudiado durante décadas. Las consecuencias de la deficiencia de zinc se observan en personas con trastornos genéticos, disfunciones inmunológicas, trastornos emocionales, problemas de tiroides y neurológicos, y muchas otras enfermedades.

La deficiencia de zinc es uno de los problemas de malnutrición más comunes en todo el mundo. El zinc es un ingrediente clave para la creación de enzimas y proteínas que participan en muchas vías bioquímicas.

No es sorprendente que la deficiencia de zinc sea tan común. Este mineral comenzó a desaparecer de nuestro suelo con la llegada de la agricultura industrial, en gran parte debido a las prácticas agrícolas que dependen de fertilizantes químicos y pesticidas que agotan el sistema inmunológico del suelo, alteran su equilibrio de pH y dañan los microorganismos sanos del suelo que ayudan a crear minerales traza.

Anthony William, el autor de un best-seller de una serie titulada Medical Medium, resumió gran parte de la investigación sobre la deficiencia de zinc, advirtiendo que no obtener suficiente zinc hará que el sistema inmunológico sobre reaccione a las gripes virulentas, o que no reaccione a una infección viral crónica de bajo nivel como el herpes o el virus de Epstein-Barr.

Cuando nuestro sistema inmunológico está bien abastecido de zinc, frena estos virus repeliéndolos y debilitándolos, permitiendo que el sistema linfático y el hígado maten rápidamente y eliminen las partículas del virus del cuerpo.

Un sistema inmunológico que reacciona exageradamente, en forma de «tormenta de citoquinas», es un problema particular con COVID-19.

Una tormenta de citoquinas se produce cuando el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada ante enfermedades infecciosas o no infecciosas, y la respuesta inflamatoria se descontrola, elevando la inflamación a niveles peligrosos. Esto explica por qué personas completamente sanas pueden enfermarse tan gravemente con COVID-19.

Un estudio en 2011 mostró que el zinc era capaz de suprimir la [hiper] respuesta inmune y regular las citoquinas inflamatorias.

Una compilación de estudios realizados por la OMS en 2011 examinó a niños diagnosticados con otras infecciones respiratorias y afirmó este aspecto de la suplementación de zinc.

«Se cree que el zinc ayuda a disminuir la susceptibilidad a las infecciones agudas del tracto respiratorio inferior, regulando varias funciones inmunológicas», escribieron los investigadores de la OMS.

Detener la prolongada insuficiencia respiratoria y la muerte causada por la tormenta de citoquinas es especialmente importante debido a la falta de otros tratamientos. Si el zinc puede hacer esto, COVID-19 podría convertirse en una gripe convencional.

Otro beneficio del zinc fue revelado en un estudio de 2010 que demostró que el zinc bloquea la replicación del ARN para coronavirus como COVID-19. Estudios anteriores mostraron que el zinc también puede hacer esto para el virus de la polio y el virus de la gripe. Esta acción impide eficazmente que el virus se reproduzca en el interior de las células receptoras.

Sin este mineral traza, nuestro sistema inmunológico es incapaz de responder eficazmente a las amenazas virales y nuestro cuerpo se convierte en un terreno de caza de primera para los virus. Con él, es más capaz de cazar los patógenos invasores.

Recientemente, Australia inició algunos ensayos clínicos, uno de los cuales examinará los efectos de una alta dosis de zinc inyectada directamente en el torrente sanguíneo de los pacientes de COVID-19. La industria farmacéutica ya reconoce la eficacia del zinc en la lucha contra los patógenos, ya que se utiliza en productos como el shampoo para la caspa, los jabones y cremas antimicóticos (tiña) para el cuerpo, las cremas para el sarpullido provocado por los pañales, entre otros. Se están realizando más estudios, entre ellos la combinación de zinc con hidroxicloroquina y azitromicina para luchar contra COVID-19.

El zinc podría influir en los resultados de COVID-19 de otras maneras también.

The Independent informó que alrededor de una cuarta parte de las muertes por COVID-19 en Inglaterra fueron de personas con diabetes. Según Cambridge University Press, el zinc es importante para la función de la insulina, y la falta de zinc puede contribuir a la diabetes y sus complicaciones, incluida la respuesta deficiente al estrés oxidante. La diabetes en sí misma agota el zinc, que siempre debe vigilarse en los pacientes diabéticos.

Los productos líquidos de sulfato de zinc de alta calidad y sin alcohol están disponibles en línea y en tiendas de productos para la salud por unos 30 dólares. En el caso de las personas sanas, bastan unas pocas gotas al día, pero en el caso de una persona que se está enfermando, o que ya está enferma, una dosis de varios goteros completos es más eficaz. Tomar un gotero completo cada 3 ó 4 horas cuando se está enfermando o ya está enfermo a menudo puede detener el virus en camino.

Se han recopilado demasiadas pruebas de miles de estudios como para descartar la importancia del zinc en el mantenimiento de un sistema inmunológico fuerte. Esto significa que es totalmente racional sugerir que obtener suficiente zinc puede ayudar a maximizar sus posibilidades de combatir este nuevo patógeno y ser una de las personas que son asintomáticas.

No sabemos cuánto tiempo se necesita para ganar la inmunidad a COVID-19. Apagar la economía mundial para evitar una infección generalizada puede aplanar la curva, pero si la curva se aplana demasiado, puede que solo prolongue la duración del contagio masivo.

Mientras tanto, el distanciamiento social y los requisitos de autocuarentena vienen con sus propios impactos en la salud. Mantenernos encerrados y sedentarios debilita aún más nuestro sistema inmunológico.

Es importante que busquemos formas de asegurar que nuestro sistema inmunológico, la herramienta más poderosa que tenemos para lidiar con COVID-19, esté en plena forma. Ninguna droga, vacuna u otro tratamiento puede tratar más eficazmente un patógeno que nuestros propios cuerpos. Este hecho básico de la enfermedad y nuestra biología se pasa por alto a efectos peligrosos.

Todos tenemos que tomar una decisión en este momento: volvernos más débiles y vulnerables, o más fuertes y adaptables. Elija fortalecerse con este mineral traza esencial, todos lo necesitamos.

Joni Renee Zalk tiene una maestría en medicina china de la Universidad de Middlesex en Londres y disfruta viviendo en la soleada Boulder, Colo. Hace tratamientos voluntarios de acupuntura para centros de adicción y organizaciones sin fines de lucro.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


A continuación

El lupus la tenía al borde del suicidio, pero tres palabras cambiaron su vida para siempre

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.