El periodista que sirvió al partido comunista hasta que fue inducido a suicidarse

16 de julio de 2017 11:05 PM Actualizado: 22 de marzo de 2019 10:02 PM

Fan Changjiang, periodista del respetable periódico Ta Kung Pao en la China republicana, era un comunista leal y orgulloso de ello. Una vez se jactó de que «en los periódicos y libros publicados legalmente bajo el gobierno nacionalista, yo era la primera persona que llamaba [a los comunistas] bandidos del Ejército Rojo» y anunciaba que éste marchaba hacia el norte para luchar contra los japoneses y no huir como cobardes».

Eso fue en las décadas de 1920 y 1930, cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) que tomaría el poder en 1949 seguía siendo un grupo incipiente de rebeldes siendo suprimidos por las autoridades nacionalistas chinas que gobernaban a China en ese momento. Fan se estaba refiriendo a la Larga Marcha, un masivo retiro del PCCh desde su asediado territorio en el sur de China.

Hoy, Fan Changjiang es un nombre desconocido para la mayoría de los chinos. Su ascenso como destacado escritor de izquierda en los círculos periodísticos republicanos de China le permitió una estrecha interacción con los líderes supremos del PCCh, incluido su líder Mao Zedong. Su caída en desgracia reflejó lo que le pasó a incontables intelectuales chinos y primeros revolucionarios que dedicaron su vida al comunismo, sólo para ser devorados por la posterior violencia política del PCCh.

En su trabajo para Ta Kung Pao, Fan acumuló fama en sus reportajes sobre las bases comunistas en la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China, a donde el PCCh había huido y se había enraizado después de la Larga Marcha.

Fan representó la Larga Marcha como un viaje heroico hacia el norte, donde el PCCh supuestamente tenía la intención de luchar contra la invasión japonesa.

A lo largo de los años treinta, Chiang Kai-shek esperó por el momento oportuno y construyó el ejército chino para una eventual confrontación con Japón. En 1931, el ejército japonés anexó el territorio rico en recursos del noreste de China y estableció un estado colonial llamado Manchukuo.

El PCCh se posicionó en desacuerdo con la estrategia de Chiang, en lugar de favorecer un «frente unido» para ayudar a evitar su destrucción a manos del ejército nacionalista. Los propagandistas comunistas- como Fan- propusieron consignas como «un chino no debe matar a otro chino» con el fin de generar apoyo masivo.

Fan fue particularmente útil para el Partido Comunista, ya que el Ta Kung Pao era un periódico nacionalmente aclamado por su información objetiva e independiente. En lo que el brazo derecho de Mao, Zhou Enlai llamó el frente de propaganda, Fan y otros periodistas de izquierda colmaron de alabanzas al PCCh y su movimiento, mientras criticaban fuertemente al gobierno nacionalista.

Fan declaraba que era libre de «escribir casi todo lo que deseaba».

«Lo que yo escribiera, Ta Kung Pao lo publicaría de acuerdo con mi manuscrito original», recordó Fan antes de su muerte por suicidio en la Revolución Cultural.

En 69 entregas de noticias en viajes, Fan registró vívidamente la difícil situación de las personas que viven en el noroeste y criticó las políticas del líder nacionalista Chiang Kai-shek. A muchos les impresionó que pudiera predecir las estrategias militares del Partido Comunista incluso antes de comenzar su retiro por el suroeste de China. Fan elogió al Ejército Rojo como una banda de revolucionarios al estilo Robin Hood.

«Liu [Zhidan] simpatizaba con el sufrimiento de los campesinos locales», escribió Fan sobre un oficial del ejército comunista. «… alimentado en la ideología comunista, fue capaz de convertir estratégicamente y sistemáticamente las actividades bandoleras en un movimiento social».

Excepto en una ocasión que pidió que se bajara el tono en un comentario, el editor nunca alteró una palabra durante los tres años en que promovió la ideología comunista y las acciones del PCCh.

Sirviendo al partido

El periodismo de Fan durante este tiempo –el cual luego fue compilado en el libro «La Esquina Noroeste de China» y reimpreso siete veces- fue crítico en revertir la percepción tradicionalmente negativa de los comunistas en el territorio controlado por los nacionalistas.

Las contribuciones de Fan al Partido Comunista no se limitaron a esto. En 1936, después de que el PCCh se alió con los nacionalistas en un ostensible Frente Unido, Fan volvió a ir a la sede comunista en Yan’an y entrevistó a Mao Zedong.

Fan formó una relación tan estrecha con Mao que el líder comunista se dirigió a él como «hermano» en una carta alabando el trabajo de propaganda de Fan.

En 1938, Fan fundó la Asociación de Jóvenes Periodistas de China, reuniendo a periodistas pro-comunistas. El año siguiente se unió al PCCh y dejó oficialmente a Ta Kung Pao después de una pelea con el director sobre su ideología y posiciones comunistas.

Dejar el Ta Kung Pao marcó el final del periodismo original y pensativo de Fan. El Xinhua Daily que ayudó a establecer en las áreas controladas por el PCCh fue un portavoz encargado de seguir la línea del Partido.

A lo largo de los años y décadas, Fan disfrutó de un trato favorable. Encabezó el Diario de la Liberación y luego el Diario del Pueblo, e incluso fue promovido al Consejo de Estado. Como sucedió con muchos otros funcionarios, todo esto cambió muy rápidamente durante la Revolución Cultural.

Junto con millones de maestros, intelectuales, funcionarios y otros que pertenecían a las llamadas Cinco Categorías Negras, Fan fue perseguido y criticado como un «contrarrevolucionario». Él, que una vez ayudó a convertir los corazones y mentes de China contra los enemigos del comunismo, fue enviado a un campo de trabajo para la «reeducación» en 1969. Una vez considerado uno de los «hermanos» de Mao, ahora se encontraba en la situación más deplorable.

Fue observado continuamente, escupido y golpeado en «sesiones de lucha política» y encargado del trabajo más duro y sucio. Los guardias lo golpearon por ser demasiado lento. A menudo, el envejecido y enfermo Fan se vio obligado a llevar varios cubos de estiércol que pesaban 100 libras para ayudar a fertilizar los cultivos. Después de tres años de penoso trabajo, finalmente tuvo suficiente. Una semana después de cumplir 61 años, Fan se lanzó a un pozo. Su cuerpo fue envuelto apresuradamente en láminas de plástico y enterrado en una cuneta.

Se estima que el comunismo ha matado al menos 100 millones de personas, no obstante sus crímenes no han sido recopilados y su ideología aún persiste. La Gran Época busca exponer la historia y creencias de este movimiento, que ha sido una fuente de tiranía y destrucción desde su surgimiento. Lea toda la serie de artículos aquí.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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