El juez Arthur Engoron, de la Corte Suprema de Nueva York, rechazó el 26 de julio una moción para recusarse del caso de fraude civil contra el expresidente Donald Trump. Esta decisión surge tras acusaciones de que su sentencia final, que incluía una multa de 454 millones de dólares, recibió influencia de un abogado externo.
«No consulté a Bailey, y ciertamente no lo considero un experto en la Ley Ejecutiva § 63 (12)», escribió el juez Engoron en su orden, refiriéndose al abogado inmobiliario Adam Leitman Bailey.
El juez también negó una moción para realizar una audiencia probatoria sobre su encuentro con el abogado. La recusación por supuesta parcialidad y prejuicio queda a discreción del juez.
El Sr. Bailey ha litigado numerosos casos en el tribunal de primera instancia de Nueva York y comentó para varios medios durante la cobertura del juicio del expresidente Trump.
El 16 de febrero, el juez Engoron emitió su veredicto en el juicio, declarando al expresidente culpable de fraude.
El 8 de mayo, NBC Nueva York informó que el Sr. Bailey había concedido una entrevista a la cadena el 16 de febrero, horas antes de que el juez Engoron emitiera su veredicto. Durante esa entrevista, Bailey afirmó haberse acercado al juez Engoron en el pasillo del tribunal para ofrecerle asesoramiento jurídico.
El juez alega que la conversación no fue solicitada
En la orden que rechaza la moción de recusación, el juez detalla el «fugaz» encuentro con el Sr. Bailey y niega cualquier irregularidad.
El juez Engoron escribió que antes del «incidente de 90 segundos» en el pasillo, consideraba al Sr. Bailey «un conocido profesional y amigo lejano», pero le sorprendió su «discurso vehemente» y enfoque.
«No inicié, di la bienvenida, alenté, participé o aprendí, y mucho menos disfruté, de la diatriba de Bailey. No basé ninguna parte de mis sentencias en ella, como Bailey ha afirmado de forma extravagante, errónea y difamatoria», escribió el juez Engoron.
Añadió que había investigado el estatuto utilizado en el caso durante tres años y medio y emitido varias sentencias al respecto.
El juez Engoron mencionó que, debido a la gran publicidad del juicio, a menudo lo reconocen y detienen extraños. «A veces sus palabras no solicitadas son elogiosas. A veces son despectivas. Nunca afectan mis decisiones», escribió.
El juez cuestionó además la buena fe de la moción de recusación, señalando que la «ironía» radica en que la posición del Sr. Bailey coincide con la de la defensa, y aun así la defensa la cita como base para la recusación.
«Esto sugiere que los acusados no actúan motivados por preocupaciones éticas, sino que más bien buscan una oportunidad para revertir la trayectoria y el resultado de este caso», escribió el juez.
El expresidente Trump ha mantenido su inocencia y apela la sentencia, que incluye una restitución de 454 millones de dólares y una prohibición de hacer negocios en Nueva York durante años.
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