Elon Musk ha restablecido las cuentas de los periodistas que habían sido suspendidas anteriormente por presunto doxxing de su ubicación en tiempo real. Las suspensiones temporales se han ganado el sobrenombre de «Masacre del Jueves por la Noche» en Wikipedia y han avivado las dudas sobre la libertad de prensa en la plataforma.
Después de que Twitter actualizara su política que prohíbe compartir la ubicación de las personas en tiempo real —lo que se conoce como doxxing— debido a los riesgos para la seguridad personal, se suspendieron las cuentas de nueve periodistas, según un recuento de Epoch Times. En el momento de redactar este artículo, ocho de ellas habían sido reactivadas.
Musk anunció el restablecimiento en un posteo en Twitter tras realizar una encuesta en la que preguntaba a los usuarios si las cuentas suspendidas debían restablecerse «ahora» o «en 7 días».
La mayoría de los encuestados votó a favor del restablecimiento inmediato de las cuentas suspendidas.
«La gente ha hablado», dijo Musk. «Las cuentas que hicieron pública mi ubicación tendrán su suspensión levantada ahora».
The people have spoken.
Accounts who doxxed my location will have their suspension lifted now. https://t.co/MFdXbEQFCe
— Elon Musk (@elonmusk) December 17, 2022
Las cuentas suspendidas pertenecían a la corresponsal de política y tecnología de CNN Donie O’Sullivan (@donie), al reportero de tecnología de New York Times Ryan Mac (@rmac18), al reportero de tecnología de Washington Post Drew Harwell (@drewharwell), el periodista de tecnología de Mashable Matt Binder (@mattbinder), el periodista de tecnología de The Intercept Micah Lee (@micahflee), el corresponsal nacional jefe de Voice of America Steve Herman (@w7voa), el periodista Aaron Rupar (@atrupar) y el comentarista deportivo y político Keith Olbermann (@Keitholbermann).
En el momento de redactar este artículo, la única cuenta que seguía bloqueada era la de Olbermann.
Algunos de los periodistas rebatieron la afirmación de que habían expuesto la ubicación de Musk en tiempo real, violando la nueva política antidoxxing de Twitter.
«Masacre del jueves por la noche»
La suspensión de las cuentas por parte de Twitter se produjo después de que Musk intentara sin éxito persuadir a la cuenta de Twitter @ElonJet para que dejara de compartir los movimientos de su avión privado en tiempo real —lo que, según dijo en repetidas ocasiones, suponía un riesgo para su seguridad— y después de que lo que describió como un «acosador loco» se subiera a un coche en el que viajaba su hijo de 2 años.
Las suspensiones de cuentas se produjeron un día después de que Twitter anunciara cambios en su política de Información Privada —comúnmente conocida como política de doxxing— que prohíbe compartir información de localización en tiempo real o enlazar a fuentes externas que compartan dichos datos, alegando un «riesgo de daño físico».
La política de doxxing establece que cualquier cuenta que comparta información de localización en tiempo real de personas privadas (a excepción del propio usuario) recibirá una suspensión temporal de duración indeterminada. La segunda vez que lo hagan, su cuenta será suspendida permanentemente.
En línea con la nueva política, la cuenta @ElonJet fue suspendida, junto con varias cuentas que rastreaban los jets privados de personas de alto perfil, como el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, el fundador de Microsoft, Bill Gates, y el fundador de Amazon, Jeff Bezos.
Algunos de los periodistas rebatieron la afirmación de Musk de que habían hecho pública su ubicación.
«Para que quede claro, no hubo ‘doxing’, aunque lo dijera un oligarca impulsivo que no tiene que rendir cuentas a nadie», dijo Webster en un tuit poco después de que se restaurara su cuenta.
Rupar escribió en Substack el jueves por la noche que no tiene «ni idea de qué normas he infringido supuestamente» y que no se ha puesto en contacto con Twitter en relación con la suspensión de su cuenta.
Rupar también señaló que antes de su suspensión, había publicado un tuit en relación con la cuenta @ElonJet que fue suspendida de Twitter, que según él «seguía activa en Facebook, con un enlace a la página de Facebook».
«Tal vez eso lo hizo, pero todavía no sé qué política podría haber violado», escribió.
La mayoría de los periodistas habían hablado del propietario de la cuenta suspendida @ElonJet, Jack Sweeney, o vinculado a la cuenta de seguimiento del jet de alguna manera.
Musk también anunció que emprendería «acciones legales» contra Sweeney.
Sweeney no respondió a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
«Básicamente coordenadas de asesinato»
Algunos críticos enmarcaron las suspensiones como un intento por parte de Musk de amordazar a los periodistas que han sido críticos con él, aunque él insistió en lo contrario: «Criticarme todo el día está totalmente bien, pero hacer pública mi ubicación en tiempo real y poner en peligro a mi familia no lo es».
«Publicaron mi ubicación exacta en tiempo real, básicamente coordenadas de asesinato, en (obvia) violación directa de los términos de servicio de Twitter», añadió Musk.
«Si alguien publicara la ubicación y dirección en tiempo real de los periodistas del NYT, ¡el FBI estaría investigando, habría audiencias en el Capitolio y Biden daría discursos sobre el fin de la democracia!», continuó.
Las suspensiones suscitaron reacciones de funcionarios, grupos de defensa y organizaciones periodísticas de todo el mundo, y algunos afirmaron que Twitter estaba poniendo en peligro la libertad de prensa.
Las Naciones Unidas y la Unión Europea condenaron las suspensiones, y el episodio recibió incluso su propia entrada en Wikipedia, «Masacre del jueves en la noche».
Vera Jourova, vicepresidenta de la Comisión Europea, escribió en Twitter que la presunta «suspensión arbitraria de periodistas en Twitter es preocupante», y añadió que un acto regulador de la UE «exige el respeto de la libertad de los medios de comunicación y los derechos fundamentales».
«Esto se refuerza en virtud de nuestra #MediaFreedomAct. @elonmusk debería ser consciente de ello», escribió Jourova. «Hay líneas rojas. Y sanciones, pronto».
Jourova no detalló qué sanciones tenía en mente, aunque según la Ley de Servicios Digitales de la UE que citó, las empresas pueden ser multadas con el 6 por ciento de sus ingresos anuales globales por infracciones.
Twitter no respondió a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
«Paparazzi, acosadores y fans»
Horas antes de que Musk amenazara con emprender acciones legales contra Sweeney, respondió a Jim Hall, un entusiasta e inversor de Tesla y SpaceX, quien argumentó que Sweeney había facilitado que «locos» encontraran a Musk y a su familia.
Hall compartió un video de «paparazzi, acosadores y fans» esperando a Musk a la salida de un aeropuerto.
«Cuanto más crece el odio en Internet contra Elon, mayor es la amenaza para él y su familia. Imagínate a todos los locos de los extremos de ambos bandos políticos atacándote sin parar», escribió Hall.
Musk respondió: «La publicación en tiempo real de la ubicación de otra persona viola la política de doxxing, pero la publicación retrasada de ubicaciones está bien».
Los usuarios de Twitter añadieron contexto al tuit de Musk, señalando que la publicación de registros de vuelo «está protegida por la Primera Enmienda», citando una sentencia relacionada de la Corte Suprema.
La nota contextual añadía, sin embargo, que «las condiciones de servicio de Twitter prohíben compartir ‘información que pueda revelar la ubicación de una persona, independientemente de si esta información está disponible públicamente'».
Aunque la cuenta @ElonJet de Sweeney ha sido suspendida, sigue rastreando el jet de Musk en otras plataformas, incluido Facebook.
Sweeney expresó su decepción por la suspensión de su cuenta de seguimiento del jet en Twitter.
«Dijo que esto es libertad de expresión y está haciendo lo contrario», declaró Sweeney al Sydney Morning Herald.
Musk ya había intentado convencer a Sweeney de que cerrara la cuenta, alegando riesgos para su seguridad personal, y al parecer le ofreció 5000 dólares para que lo hiciera.
Sweeney se negó y pidió 50,000 dólares o una oportunidad de hacer prácticas en una de las empresas de Musk, pero el jefe de Twitter no aceptó la oferta.
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