Embajador de China cuestiona soberanía de estados postsoviéticos enfureciendo a líderes europeos

Por Alex Wu
24 de abril de 2023 9:51 AM Actualizado: 24 de abril de 2023 9:51 AM

El embajador del régimen comunista chino en Francia afirmó públicamente el viernes que Crimea «pertenece a Rusia desde muy al inicio» y que las repúblicas posteriores a la Unión Soviética «no tienen estatus efectivo» en el derecho internacional, enfureciendo a los líderes europeos.

Lu Shaye, diplomático «guerrero lobo» del régimen chino que suele hacer comentarios agresivos y polémicos, fue entrevistado por los medios de comunicación franceses el 21 de abril. Cuando se le preguntó sobre su postura acerca de si Crimea formaba parte de Ucrania, dijo que «depende de cómo se perciba el problema».

«No es tan sencillo», dijo Lu al ser presionado por el periodista Darius Rochebin, afirmando que Crimea «pertenece a Rusia desde muy al inicio».

Además, el embajador chino negó la soberanía de los estados postsoviéticos.

«En derecho internacional, ni siquiera estos países de la ex Unión Soviética tienen el estatus, el estatus efectivo, en derecho internacional, porque no hay ningún acuerdo internacional que materialice su estatus de país soberano», dijo Lu.

Desde el colapso del imperio comunista de la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), en 1991, sus exrepúblicas, como Ucrania, Estonia, Letonia y Lituania, se convirtieron en Estados soberanos independientes. Los tres países bálticos son actualmente miembros de la OTAN y de la Unión Europea.

Las declaraciones de Lu fueron muy contestadas por los líderes europeos.

El embajador de Ucrania en Francia, Vadym Omelchenko, respondió en Twitter el 22 de abril diciendo que «no hay lugar para la ambigüedad, Crimea es Ucrania».


Omelchenko también estableció paralelismos con los problemas territoriales que China mantiene con Rusia: «La pregunta de test, «¿a quién pertenece Crimea?», es reveladora como siempre. La próxima vez, sería bueno ampliar ‘¿A quién pertenece Vladivostok?», retó Omelchenko en el posteo.

Vladivostok, conocida por China como Yongmingcheng, había sido territorio chino y figuraba en los mapas oficiales chinos desde el siglo XIII. Más tarde, la ciudad portuaria pasó a llamarse Hǎishēnwǎi hasta nuestros días, junto con el nombre imperial ruso de Vladivostok.

La ciudad y las tierras que la rodean son la patria de la etnia manchuriana gobernante en China de la dinastía Qing. Sin embargo, fue anexada por el imperio zarista ruso en 1860, después de que China fuera derrotada por los británicos y franceses durante la Segunda Guerra del Opio.

El exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, firmó en 2001 un tratado con el presidente ruso, Vladamir Putin, titulado «Tratado chino-ruso de buena vecindad, amistad y cooperación».

En el tratado, Jiang reconoció oficialmente como rusos los territorios chinos que Rusia se anexó desde la época imperial, cediendo permanentemente al menos 1.5 millones de kilómetros cuadrados de territorio que pertenecía a China, entre ellos Wulianghai, la isla de Sajalín y Vladivostok (Hǎishēnwǎi) —el equivalente a decenas de islas Taiwan.

En los últimos años, ha habido voces contrarias en China a la postura oficial del PCCh sobre los territorios cedidos a Rusia.

«El imperio soviético ya no existe. La Historia avanza», subrayó Omelchenko al final de su posteo.

Reacción de los países bálticos

Antoine Bondaz, experto en China del equipo think tank de la Foundation for Strategic Research (Fundación para la Investigación Estratégica), con sede en París, señaló en un mensaje de Twitter que el comentario de Lu «niega la existencia misma de países como Ucrania, Lituania, Estonia, Kazajstán, etc.».


Estonia, Letonia y Lituania criticaron las declaraciones de Lu y exigieron respuestas a Beijing.

«Los comentarios del embajador chino en Francia sobre el derecho internacional y la soberanía de las naciones son completamente inaceptables. Esperamos explicaciones de la parte china y una completa retractación de esta declaración», escribió en Twitter el ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Edgars Rinkēvičs.


«Si alguien todavía se pregunta por qué los Estados bálticos no confían en China para ‘mediar en la paz en Ucrania’, aquí está un embajador chino argumentando que Crimea es rusa y que las fronteras de nuestros países no tienen base legal», respondió en Twitter el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis.

Margus Tsahkna, ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, declaró al medio local Delfi que «es triste que un representante de la República Popular China sostenga tales opiniones. Tal postura es incomprensible».

Francia respondió el 23 de abril manifestando su «plena solidaridad» con todos los países aliados afectados por las declaraciones de Lu, quienes adquirieron su independencia «tras décadas de opresión».

«Sobre Ucrania en concreto, la nación fue reconocida internacionalmente dentro de sus fronteras, incluida Crimea, en 1991 por toda la comunidad internacional, incluida China», dijo el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores francés.

El domingo, casi 80 legisladores de la Unión Europea, junto con la Alianza Interparlamentaria sobre China, enviaron una carta a la ministra francesa de Europa y Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, pidiendo que el embajador chino fuera declarado persona non grata por sus declaraciones.

«El embajador Lu Shaye afirmó públicamente que las exrepúblicas soviéticas carecen de estatus efectivo en el derecho internacional, argumentando concretamente que no existe ‘ningún acuerdo internacional que materialice su estatus’. Tales comentarios van mucho más allá de los límites de un discurso diplomático aceptable. Se trata de la peor actividad de un guerrero lobo y no debe quedar sin respuesta», se lee en la carta, publicada en Le Monde. «Le pedimos que declare al embajador Lu Shaye persona non grata inmediatamente como respuesta a su comportamiento completamente inaceptable», escribieron los legisladores.

«Nosotros esperamos que tome estas medidas para subrayar el compromiso de Francia con los valores centrales que nos unen no solo en Europa, sino también con socios afines de otros lugares», añade la misiva.

Mezcla de Unión Soviética y Rusia zarista

El PCCh recibió durante mucho tiempo en China el apoyo de la Unión Soviética. Tras la caída del imperio comunista, el PCCh ha mantenido estrechos lazos con Putin, exagente de la policía secreta soviética (KGB) convertido en gobernante de Rusia.

Tanto Beijing como la Rusia de Putin comparten una visión común contra un Occidente liderado por Estados Unidos. Una asociación «sin límites» entre ambos fue acordada por los líderes ruso y chino en febrero de 2022. El PCCh ha apoyado la guerra de Rusia en Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin (de), estrecha la mano del líder chino, Xi Jinping, durante una ceremonia de firma tras las conversaciones ruso-chinas al margen del Foro Económico Oriental en Vladivostok, el 11 de septiembre de 2018. (Sergei Chirikov/AFP/Getty Images)

Gao Yusheng, exembajador chino en Ucrania, señaló recientemente en un foro que la política exterior de Putin es «una mezcla de la anterior Unión Soviética y el Imperio zarista».

En sus más de 30 años de carrera diplomática, Gao pasó tiempo destinado en la ex Unión Soviética y en los países que habían sido estados miembros de la Unión Soviética.

Él afirmó que el núcleo y la dirección principal de la política exterior del régimen de Putin ha sido «considerar a los estados que fueron de la Unión Soviétics como su esfera exclusiva de influencia y restaurar el imperio mediante una «unificación» dominada por Rusia».

Con información de Reuters.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.