El costo de vida sigue siendo una prioridad para los trabajadores estadounidenses, ya que dicen que la inflación continúa superando sus ganancias de ingresos, según una nueva investigación del Bank of America (BofA).
El 67 por ciento de los trabajadores cree que la inflación está superando su salario o el crecimiento salarial, frente al 58 por ciento en febrero de 2022.
La inflación y la incertidumbre económica han exacerbado el estrés financiero, lo que ha provocado que el bienestar financiero de los empleados caiga al 42 por ciento, el nivel más bajo desde que el BofA inició esta investigación en 2010. Además, menos trabajadores se están concentrando en sus ahorros de jubilación a largo plazo para poder priorizar sus necesidades financieras, como crear un fondo para emergencias y pagar deudas de tarjetas de crédito. Las mujeres sufren estrés relacionado con el dinero, ya que el 54 por ciento cree que no pueden mantenerse a flote debido a la inflación. En comparación, el 32 por ciento de los hombres se siente así.
Pero durante los próximos dos o tres años, más de la mitad (56 por ciento) de los trabajadores son «cautelosamente optimistas» sobre su salud financiera.
«Los trabajadores estadounidenses continúan sintiéndose estresados por sus finanzas y preocupados por mantenerse al día con el costo de vida», dijo en el informe Lorna Sabbia, jefa de soluciones de jubilación y patrimonio personal de Bank of America. «Las empresas que muestran un sentido de urgencia para su fuerza laboral al ofrecer programas y recursos de bienestar financiero que respalden las necesidades inmediatas y el bienestar general de los empleados seguirán destacándose como los empleadores preferidos».
Otra tendencia emergente que descubrió la institución financiera es que cerca de la mitad (45 por ciento) de los empleados no están ahorrando para futuros costos de atención médica.
Inflación y empleo
A pesar de que el crecimiento de la inflación se desaceleró desde el máximo del 9.1 por ciento en junio de 2022, las presiones sobre los precios se han vuelto a acelerar el verano pasado.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual subió al 3.7 por ciento en agosto, frente al 3.2 por ciento en julio. El Índice de Precios al Productor (IPP), que se considera un precursor del IPC, aumentó un 0.7 por ciento intermensual en agosto.
Al mismo tiempo, los ingresos medios por hora reales (ajustados a la inflación) de todos los empleados cayeron un 0.5 por ciento, según muestran los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). Además, desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en 2021, los ingresos medios reales por hora han bajado un 3.1 por ciento.
Las expectativas de crecimiento de los ingresos de los hogares se han moderado este año, con predicciones a un año cayendo del 4.6 por ciento en diciembre de 2022 al 2.9 por ciento en agosto, según la Encuesta de Expectativas del Consumidor del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Los últimos resultados del índice económico mensual WalletHub muestran que los niveles de estrés de los consumidores se han disparado en más de un 7 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Además, los consumidores se enfrentan a un optimismo financiero cada vez menor y a un debilitamiento de la seguridad laboral.
El reciente Índice de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan muestra un entusiasmo menguante en torno a las condiciones económicas. La lectura preliminar de septiembre muestra que la confianza del consumidor ha estado retrocediendo desde que en julio alcanzara un máximo de casi dos años y se situara por debajo de las estimaciones del mercado.
«Los consumidores han tomado nota del estancamiento de la desaceleración de la inflación, pero esperan que ésta se reanude», señaló en el informe Joanne Hsu, directora de encuestas a los consumidores.
Mientras el pueblo estadounidense sigue luchando por controlar la rampante inflación de precios, los datos de las encuestas sugieren que las políticas económicas del presidente Biden, conocidas como Bidenomics, son impopulares entre los votantes.
Caída del apoyo al modelo Bidenomics
Una nueva encuesta de ABC-Washington Post, publicada durante el fin de semana, encontró que el 44 por ciento de los estadounidenses cree que están peor financieramente bajo el mandato del presidente Biden.
A principios de este mes, una encuesta de CNN encontró que el 58 por ciento de los votantes cree que las políticas del presidente Biden han empeorado las condiciones económicas, frente al 50 por ciento en la misma encuesta hace un año.
Asimismo, una encuesta del Wall Street Journal de principios de este mes reveló que tres de cada cinco estadounidenses desaprueban las políticas económicas del presidente Biden.
Pero la administración actual insiste en que a la economía le está yendo mejor de lo que dice la percepción pública. El verano pasado, el presidente Biden promocionó sus logros y los funcionarios aludieron a varios datos que demuestran que su amplia agenda económica está superando las expectativas.
Dado que varias mediciones apuntaban hacia una desaceleración, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, restó importancia a las cifras y dijo a CNBC el 18 de septiembre: «No veo ninguna señal de que la economía esté en riesgo de sufrir una desaceleración».
Las principales cifras siguen apuntando a una economía en expansión. La estimación del modelo GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta muestra un crecimiento del PIB en el tercer trimestre del 4.9 por ciento, mientras que el New York Fed Nowcast prevé un crecimiento real del PIB del 2.1 por ciento.
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha adoptado una estrategia diferente, destacando las diferencias entre el modelo Bidenomics y la llamada MAGAnomics.
«Te dicen contra qué están. ¿A favor de qué están? Es como si quisieran mantenerlo en secreto. No les culpo», dijo el presidente Biden a una multitud de Maryland. «Su plan, MAGAnomics, es más extremo que cualquier cosa que Estados Unidos haya visto antes. Hace sólo unos meses, fueron más lejos de lo que nadie ha ido nunca amenazando con el impago de la deuda».
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