La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el jueves que es responsable que las universidades enseñen la idea de que el racismo está arraigado en el sistema estadounidense, desestimando las críticas de que esa enseñanza pretende adoctrinar a la juventud estadounidense.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, a Psaki se le preguntó sobre una propuesta de ley del senador Tom Cotton (R-Ark.) que establecería un impuesto del uno por ciento sobre el valor de las donaciones de las universidades privadas más ricas del país, y utilizaría ese dinero para apoyar la educación y la formación profesional.
El periodista señaló que la propuesta de Cotton afectaría a las instituciones que enseñan «ideas antiestadounidenses», como las de la teoría crítica de la raza y el «Proyecto 1619» del New York Times, que sostienen que Estados Unidos se fundó como una nación racista, y lo sigue siendo.
«Sin muchos detalles sobre dónde él cree que se está adoctrinando a nuestros jóvenes, suena muy misterioso y peligroso», dijo Psaki tras preguntar qué quiere decir exactamente Cotton con adoctrinamiento antiamericano y qué piensa hacer con el dinero. «No pienso que creamos que educar a la juventud y a los futuros líderes del país sobre el racismo sistémico sea adoctrinamiento. Eso es realmente responsable».
«Pero, yo diría que, si está tratando de recaudar dinero para algo, nuestra opinión es que hay muchas maneras de hacerlo», continuó. «Sabemos que varias empresas se beneficiaron enormemente desde el punto de vista financiero durante la pandemia. Podrían pagar más impuestos. Creemos que el 1% más rico de los estadounidenses puede pagar más impuestos».
La propuesta de Cotton, conocida como Ivory Tower Tax Act, fue presentada a principios de esta semana.
«Nuestros colegios y universidades más ricos han acumulado miles de millones de dólares, prácticamente libres de impuestos, todo ello mientras adoctrinan a nuestra juventud con ideas antiamericanas», dijo el senador en un comunicado de prensa. «Este proyecto de ley impondrá un impuesto a las megadonaciones universitarias y apoyará los programas de formación profesional y de aprendizaje con el fin de crear puestos de trabajo para la clase trabajadora bien remunerados».
Como crítico abierto del Proyecto 1619, Cotton presentó el año pasado la «Ley para Salvar la Historia de Estados Unidos de 2020«, que reduciría la financiación federal a las escuelas públicas en las que se enseñe la muy controvertida versión como historia real de Estados Unidos. El proyecto de ley está actualmente siendo examinado por el Comité de Educación y Trabajo del Senado.
Encabezado por Nikole Hannah-Jones, del New York Times, el Proyecto 1619 es conocido por presentar a Estados Unidos como una nación inherentemente racista fundada en la esclavitud. Consiste en una colección de ensayos que argumentan, entre otras muchas afirmaciones controvertidas, que la verdadera razón de la Revolución Estadounidense fue preservar la esclavitud, y que la esclavitud fue el principal motor del capitalismo estadounidense durante el siglo XIX.
La integridad del Proyecto 1619 ha sido cuestionada por una serie de académicos, sobre todo por los que forman parte de la Comisión 1776, de carácter consultivo, de la Administración Trump. En su primer y último informe, la comisión criticó el proyecto por promover una versión distorsionada de los fundadores de la nación, y pidió que se volviera a la «educación patriótica» centrada en cómo las generaciones de estadounidenses superaron el racismo para vivir de acuerdo con los ideales consagrados en la Declaración de Independencia y la Constitución.
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