Aprender a «escuchar» a nuestro cuerpo es una poderosa habilidad que puede ayudarnos a vivir una vida muy saludable. Cuando se pone en práctica, puede significar la diferencia entre estar sano o enfermo.
Durante mi tiempo de práctica clínica, traté de capacitar a mis pacientes enseñándoles a escuchar. Adquirir una conciencia aguda de su cuerpo es un arte sutil y algo que todos sabemos hacer instintivamente. Este tipo de escucha es una conexión profunda con tu cuerpo, un conocimiento, que te permite escuchar lo que te está diciendo. Tu cuerpo siempre te está hablando; sólo que la mayoría de nosotros hemos olvidado cómo escuchar.
Por qué lo hemos olvidado
Vivimos de forma muy diferente a como lo hacían nuestros antepasados. Muchos de nosotros vivimos en ciudades abarrotadas, con prisas perpetuas, sentados en escritorios bajo luces eléctricas y frente a ordenadores durante muchas horas al día. Comemos cuando podemos, normalmente mientras hacemos otras cosas, y no dormimos lo suficiente para que nuestro cuerpo descanse y se repare. Vamos al gimnasio para hacer ejercicio en lugar de simplemente salir a la calle. Para saber qué hora es, miramos un reloj en la pared o atado a nuestra muñeca en lugar de la posición del sol en el cielo.
Sin embargo, nuestros antepasados vivían de forma diferente. Pensar en la gente de la antigüedad puede evocar imágenes de duras condiciones de vida, trabajo físico extenuante y una vida carente de placer. Pero cada vez más, empezamos a reconocer que sus estilos de vida eran mucho más propicios para la salud y el bienestar que nuestros agitados estilos modernos.
Los agricultores llevaban una vida más sencilla y conectada con el mundo que habitaban. Pero con el desarrollo de las granjas industriales, la automatización, los avances tecnológicos y el traslado de la población a las grandes ciudades, nos hemos desconectado del mundo natural, una conexión profundamente arraigada en todos nosotros. Esta conexión es la forma en que hemos sobrevivido durante miles de años.
Los alimentos se consumían según las estaciones, aprovechando los beneficios de lo que crecía en esa época del año. Era una simbiosis completa entre la gente y su entorno, cada uno alimentando y apoyando al otro.
La conciencia de nuestro entorno y la armonía con los ciclos y ritmos de la tierra era la forma en que podíamos hacer cambios sutiles en nuestro comportamiento para asegurarnos de transmitir nuestros genes a la siguiente generación.
Cuando el cuerpo habla
El cuerpo nos ofrece pistas que nos indican cuándo las cosas van bien, cuándo se necesita algo o cuándo no van bien. Al principio, estas pistas son sutiles, pero si no se les presta atención, se vuelven más pronunciadas hasta que finalmente pueden manifestarse como enfermedades graves en un último intento de llamar nuestra atención.
Dolor
El dolor, por ejemplo, es una pista. El dolor es el lenguaje que utiliza el cuerpo para comunicarse con nosotros. Una migraña, un dolor de estómago o un nudo en el hombro son formas en las que tu cuerpo intenta decirte algo. Puede ser una pista sobre tu dieta, la calidad de tu sueño o el tiempo que pasas encorvado frente al ordenador. Muchas disciplinas holísticas también creen que el cuerpo y las emociones están íntimamente ligados, y que para tratar el dolor hay que tratar también a la persona en un nivel más profundo. En la medicina china, ciertas emociones están vinculadas a determinados órganos. El duelo, por ejemplo, está vinculado a los pulmones. Existen incluso mapas emocionales del dolor, que trazan un mapa del dolor en el cuerpo y de lo que puede estar tratando de decirte en función de su ubicación. Por ejemplo, el dolor en la parte media de la columna vertebral puede indicar culpabilidad y que estás atascado en el pasado.
Intuición
Tu «instinto» es otra pista. La neurociencia, el estudio del sistema nervioso, nos dice que la intuición o una «corazonada» es el resultado de una gran cantidad de procesamientos que tienen lugar en el cerebro y que han evolucionado para garantizar que el cerebro esté «preparado para hacer frente a una situación actual de la forma más óptima posible«. En Occidente, se nos ha enseñado principalmente a descartar estos sentimientos y a confiar en los procesos de pensamiento racional porque parecen más fiables. En psicología, la intuición suele explicarse como uno de los dos tipos de pensamiento, siendo el otro el razonamiento analítico. El pensamiento intuitivo se describe como rápido, subconsciente y automático. El razonamiento analítico es lento, deliberado, lógico y consciente. La ciencia está empezando a descubrir que cosas como la intuición son un importante sistema de transmisión de información. Como la intuición ocurre por debajo del nivel de nuestra conciencia, es simplemente más difícil de entender.
Sintonización
Nuestras agitadas vidas y la constante estimulación -desde la cafeína hasta las redes sociales- hacen que nuestras mentes zumben con pensamientos. A veces podemos estar tan absortos con pensamientos y prisas que ni siquiera nos damos cuenta de que tenemos hambre. Si queremos sintonizar mejor con lo que nos dice nuestro cuerpo, tenemos que reducir nuestra actividad mental. La meditación y otras actividades pueden calmar nuestra mente y darnos una experiencia más clara de nuestro cuerpo. Eso puede significar notar una opresión en el estómago o una tensión en el cuello. Y estos indicios físicos también pueden indicarnos lo que está ocurriendo en nuestra mente y nuestro corazón, ya sea la culpa por un acto egoísta o el miedo por un próximo plazo.
Todos nacemos con una profunda conexión con nuestros cuerpos y espíritus. El alejamiento de los estilos de vida más naturales del pasado en favor de los agitados estilos modernos ha creado una desconexión en este sistema de comunicación crucial. La desconexión con la naturaleza lleva a una desconexión con nosotros mismos y, en última instancia, con nuestra capacidad de escuchar.
La buena noticia es que podemos reconectar y perfeccionar esta habilidad con un poco de práctica y conciencia. Algunas cosas sencillas pueden fomentar esta escucha en nuestras vidas. Pasar tiempo al aire libre todos los días nos permite reducir la velocidad, volver a nuestro cuerpo y ser capaces de apreciar cosas como el paso de una mariposa o la belleza de una flor.
Una forma excelente de empezar es iniciar una conversación con uno mismo, un «chequeo» diario para ver cómo estamos y qué nos dice nuestro cuerpo. Otra forma es tomar nota de las pistas, como el dolor, y prestarles atención. Cultivar una relación contigo mismo y con tu entorno te ayudará a escuchar todo lo que tu cuerpo te dice.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.