Estados Unidos se construyó sobre la fe y la libertad religiosa, dice el actor Nick Searcy

Por Ella Kietlinska
03 de noviembre de 2020 2:58 PM Actualizado: 03 de noviembre de 2020 2:58 PM

Después de observar lo que sucede en Estados Unidos, incluyendo los cierres y las restricciones a las reuniones religiosas, el actor Nick Searcy se dedicó a indagar en los orígenes y la historia de la nación para tratar de entender lo que hay detrás de los acontecimientos actuales que se desarrollan en todo el país y producir un documental que desentrañara la verdad.

A través de este proceso, Searcy y los cineastas que trabajaron en el documental, que se estrenó en octubre, se dieron cuenta de que Estados Unidos se construyó sobre la fe y que «realmente estaban haciendo una película sobre la libertad religiosa», dijo.

Las personas que se establecieron en Estados Unidos eran peregrinos que venían por la libertad religiosa y buscaban «poder adorar a Dios de la manera que querían, sin ser controlados por el gobierno de Inglaterra», dijo Searcy a Crossroads de The Epoch Times.

Su película «America, America, God Shed His Grace on Thee», en la que Searcy entrevista a la gente, «intenta construir el argumento, o recordar a la gente en cuestón que la Biblia fue la inspiración de la Constitución», dijo.

«Estos cristianos fundaron Estados Unidos sobre la base del Antiguo Testamento en gran medida», dice el presentador de radio Dennis Prager en el documental. «Tomaron las grandes ideas de la Biblia hebrea y las hicieron universales».

El difunto Herman Cain, autor, comentarista y excandidato presidencial, al ser entrevistado por Searcy en la película, citó el preámbulo de la Declaración de Independencia que dice: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables”.

«No trató de nombrar a ningún Creador en particular, le dio a todos el lujo», dijo Cain en la película.

El actor Nick Searcy llega al estreno de «The Hot Zone» de National Geographic en el Teatro Samuel Goldwyn de Beverly Hills, California, el 9 de mayo de 2019. (Mark Ralston/AFP vía Getty Images)

La revolución estadounidense se basaba en una idea de gobierno de abajo hacia arriba, lo que significa que «la gente tenía el poder de elegir a los funcionarios que quería elegir», pero al mismo tiempo Estados Unidos era una nación piadosa, «que respetaba la autoridad de un poder superior al gobierno», dijo Searcy.

Por el contrario, la revolución francesa que ocurrió poco después, así como todas las revoluciones socialistas y comunistas, fueron formadas por el concepto de que «el gobierno es la fuente más alta de poder», dijo Searcy. Por eso tenían que ser ateos y «eliminar cualquier vestigio de creencia en un poder superior o tanto como pudieran», añadió.

«No quieren tener ninguna, ninguna autoridad superior al estado todopoderoso», continuó Searcy, porque «si tienes una población que cree que su poder viene de Dios y no del gobierno, no pueden ser controlados».

Searcy dice que la razón por la que produjo un documental sobre la libertad religiosa fue para explorar la raíz de los recientes enfrentamientos sobre la libertad religiosa en Estados Unidos, citando como ejemplos al gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, amenazando con cerrar las sinagogas que no cumplieran con las normas de cierre y al gobernador de california, Gavin Newsom, multando a las iglesias por abrir en medio de cierres prolongados. Las restricciones de cierre se impusieron debido a la pandemia causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad COVID-19.

¿Cuál fue el error?

Los cineastas quisieron explorar en su documental cuándo fue que la situación en Estados Unidos empezó a ir mal, dijo Searcy. Él creía que una de las razones era la institución de la esclavitud de la que la nación no podía deshacerse cuando se fundó el país, por lo que «se convirtió en una mancha en el país que tenía que ser corregida».

Se corrigió, «el mecanismo para corregirla se incorporó a la Constitución» porque la gente que diseñó la Constitución sabía que la esclavitud era una «terrible institución y que algún día tendría que ser eliminada y acabada», dijo Searcy.

El país libró una guerra para eliminar la esclavitud porque sabía que estaba mal, añadió.

Sin embargo, la mancha fue explotada por los enemigos del país, los enemigos de la libertad y la libertad individual, que «han sido capaces de usar [la mancha] para tratar de poner a la gente en contra del país», dijo Searcy.

La idea de que «Estados Unidos es un país racista, y que se construyó sobre el pecado y la esclavitud es una táctica utilizada por la izquierda para demonizar el país entero (…) para facilitar el desmontaje, porque lo que están, lo que realmente están tratando de hacer es destruir el país y sustituirlo por otra cosa», dijo Searcy.

«La gran batalla en Estados Unidos ahora mismo no es republicana contra demócrata, no es blanco contra negro, no es hombre contra mujer, ni siquiera es izquierda contra derecha, es el bien contra el mal, y en un sentido más amplio nuestra batalla no es política, es espiritual», dijo Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas, al ser entrevistado en el documental por Searcy.

A lo largo de los años, «la izquierda ha sido capaz (…) de desbaratar la idea de que en realidad en lo que se basa este país es en la fe en Dios y en la libertad individual bajo ese Dios y que no respondemos a ningún poder superior a Dios», dijo Searcy.

Sin embargo, «Estados Unidos es el único gobierno del mundo que es un gobierno autocorrector que la gente puede cambiar realmente, en lugar de que un dictador cambie de opinión», concluyó Searcy.

Con información de Joshua Philipp.


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