¿Estados Unidos se recuperará alguna vez del desastre de Afganistán?

Por Roger Simon
17 de agosto de 2021 6:31 PM Actualizado: 17 de agosto de 2021 6:32 PM

Comentario

John Rogin escribe en el Washington Post:

«Mientras la situación sobre el terreno en la capital de Afganistán sigue deteriorándose, miles de ciudadanos estadounidenses están atrapados en Kabul y sus alrededores sin poder llegar al aeropuerto, que es su única forma de salir del país. Mientras los soldados talibanes van de puerta en puerta, buscando a los occidentales, estos ciudadanos estadounidenses están pidiendo ayuda a todo el mundo en Washington. La Adaministración de Biden debe poner en marcha un plan para rescatarlos antes de que sea demasiado tarde».

«Habrá mucho tiempo después para mirar atrás y ver cómo y por qué la intervención estadounidense de 20 años en Afganistán fracasó tan estrepitosamente, por qué la retirada de Estados Unidos fue tan mal gestionada y cómo el gobierno estadounidense no supo predecir que los talibanes tomarían el control del país con poca resistencia».

¿Mucho tiempo después? Qué optimista es Rogin.

No solo están, como escribió, miles de ciudadanos estadounidenses «atrapados en Kabul y sus alrededores», por no hablar de quién sabe dónde más en la inmensidad de Afganistán, sino que el mismo equipo de política exterior extraordinariamente inepto —Blinken, Sullivan, etc.— que rodea al (para ser suaves) «cuestionado» Biden sigue en su puesto.

Y Biden es el que nos aseguró hace solo unas semanas que no nos preocupáramos, que el ejército afgano, uno de los más bien armados del mundo según nos dijo, tenía todo bajo control.

Ahora los talibanes controlan la mayor parte de esas mismas armas que han sido abandonadas por el pánico.

¿Cómo podemos esperar que esta gente resuelva un problema que ellos mismos crearon en gran medida por su asombrosa ignorancia?

Robert Gates podría consolarse con la exactitud de la conocida afirmación en sus memorias de que Joe Biden se equivocó en prácticamente todas las decisiones de política exterior a lo largo de sus cuatro décadas de carrera, pero dudo que el exsecretario de Defensa se regodee en estos tiempos oscuros.

Como muchos han señalado, JFK «asumió», aceptó la responsabilidad por el desastre (menor en comparación) de Bahía de Cochinos. Biden ha culpado a prácticamente todo el mundo menos a sí mismo.

Este desastre es más grande que la mera política. Afecta al núcleo de nuestra nación, a nuestra imagen ante nosotros mismos y ante el mundo, que ha sido criticada como nunca antes.

La idea de que podamos ser un ejemplo para alguien es, por ahora, ridícula. La idea de que apoyamos a alguien lo es aún más.

¿Cómo podemos hablar seriamente con alguien sobre los derechos de las mujeres o de cualquier grupo oprimido?

Incluso David Axelrod, partidario leal desde hace mucho del Partido Demócrata y asesor de Obama, ha pedido una «reorganización».

Me pregunto, sin embargo, si Axelrod está siquiera al tanto de este reciente reporte del Hindustani Times sobre el momento y el lugar de la liberación por parte de un presidente estadounidense del hombre que se dice que ha planeado el resurgimiento de los talibanes:

«Khairullah Khairkhwa fue liberado de la prisión de Guantánamo junto con otros cuatro prisioneros talibanes por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Los ‘Cinco de Guantánamo’ fueron etiquetados como ‘los más duros de los acérrimos’ por los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos que instaron a Obama a reconsiderar su decisión».

Esto ocurrió en 2014, cuando Axelrod asesoraba a Obama. Nadie se salva de esta tragedia.

Lo mismo ocurre con la cúpula de nuestros militares «woke», que parece seguir en su sitio, aunque la reciente incorporación del general de división Chris Donahue, según me han dicho, da algún motivo de esperanza.

Mientras tanto, los talibanes, según la siempre crédula Associated Press, están dando un giro positivo y «moderado» a las cosas:

«En su primera conferencia de prensa, Zabihullah Mujahid, que había sido una figura en la sombra durante años, redobló los esfuerzos de los talibanes para convencer al mundo de que han cambiado respecto al grupo que impuso un régimen brutal en el país en la década de 1990».

«Mujahid prometió que los talibanes respetarían los derechos de las mujeres, pero dentro de las normas de la ley islámica. Dijo que el grupo quería que los medios de comunicación privados «siguieran siendo independientes», pero subrayó que los periodistas «no debían trabajar en contra de los valores nacionales». Y prometió que los insurgentes asegurarían Afganistán, pero no buscarían venganza contra los que trabajaban con el anterior gobierno o con gobiernos o fuerzas extranjeras».

Ya veo. Bueno, eso era antes (es decir, la conferencia de prensa de ayer) y esto es ahora. Hoy Fox News está reportando que la gente está siendo golpeada en su camino al aeropuerto.

Oh, bueno, hay de talibanes a talibanes, como todo. Algunos serán «moderados», otros no tanto, sin duda considerablemente menos.

Y algunos de los nuestros han olvidado aparentemente la doctrina islámica sobre el permiso para mentir al kafir (no musulmán) para la promulgación de su fe, suponiendo que esa misma gente la conociera alguna vez.

Pero, en cuanto a la pregunta del título, ¿se recuperará alguna vez Estados Unidos de lo que ha ocurrido?

No fácilmente. Nuestra reputación está dañada justificadamente. El camino de vuelta será duro, incluso arduo.

Y nos corresponde a nosotros, el Pueblo, hacerlo. Tenemos que poner todo nuestro empeño. Depende de nosotros. Nunca confíe en un político, ni siquiera en los que le agradan. Siempre tienen que saber que estamos ahí. Veinticuatro horas al día. Se supone que esto es una república democrática. Tenemos que actuar como tal. Ese es el camino de vuelta. Espero que lo logremos.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.