En los últimos años, la profundización en los estudios científicos vinculados a la relación entre hábitos alimentarios y salud ha demostrado la importancia que tiene una alimentación saludable y equilibrada en pos del bienestar físico y mental.
Investigaciones recientes han evidenciado cómo ciertos alimentos como el aceite de oliva y dietas influyen de forma positiva en la recuperación de enfermedades crónicas como la diabetes, problemas cardiovasculares, e incluso algunos tipos de cáncer.
El grupo de trabajo del Laboratorio de Investigaciones Andrológicas del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM, CONICET-UNCuyo), dirigidos por el investigador principal del CONICET, Miguel Fornés, estudia, desde hace más de una década, los efectos negativos de la hipercolesterolemia en la fertilidad, y cómo el consumo de aceite de oliva ayuda a revertirlos.
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Fornés y su equipo acaban de publicar en la prestigiosa revista PLOS ONE un artículo, que se suma a otros previos, donde se describe cómo el consumo de este producto no sólo reduce sensiblemente los niveles de colesterol en sangre, sino que además revierte los efectos negativos que este fenómeno produce en la calidad del semen, la función de los espermatozoides y el mecanismo celular involucrado.
Las dietas ricas en grasas saturadas son causa de un variado número de patologías. En este caso, los investigadores del Consejo observaron que la hipercolesterolemia es causante de problemas asociados a la infertilidad o mala fertilidad, ya que altera la eficiencia reproductiva.
Los investigadores reconocieron que el reemplazo de una dieta alta en grasas por una con presencia de aceite de oliva virgen logra regular los procesos alterados y permite que la espermatogénesis vuelva otra vez a sus niveles normales.
“Cómo venimos del área de la biología de la reproducción, lo que hemos encontrado, y hemos publicado, es que cuando aumenta el colesterol se producen alteraciones de la espermatogénesis, es decir, el proceso de formación de las células sexuales masculinas, los espermatozoides”, explica Fornés.
“Al principio empezamos con observaciones generales, medir el número de espermatozoides o determinar la reacción acrosomal, es decir, relevamos marcadores de infertilidad en el modelo de estudio. Lo que no sabíamos hasta el momento es el mecanismo por el cual se producen algunas de las fallas estudiadas. En este último trabajo hemos estudiado las alteraciones del proceso de la espermatogénesis que genera espermatozoides mal formados, entre otros cambios indicadores de infertilidad”, continúa el especialista.
Asimismo, en estas publicaciones, el grupo describió que el aceite de oliva funciona como un “recuperador natural” de las alteraciones producidas por los altos niveles de colesterol en sangre: “En este trabajo mostramos cómo la hipercolesterolemia modifica cuestiones fisiológicas vinculadas a la fertilidad, y en una segunda parte, cómo el aceite de oliva recompone, o ayuda a recomponer esa alteración”, detalla el investigador.
Actualmente, el grupo se encuentra ampliando su investigación sobre el aceite de oliva y sus beneficios: “cuando uno analiza la composición bioquímica del aceite, encuentra tirosol, vitaminas, proteínas, ácidos grasos insaturados. Estamos trabajando para conocer cuál de esos componentes son los que nos interesan”, concluye Fornés.
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