Estudio: Adolescentes que toman anticonceptivos tienen un 130% más de riesgo de desarrollar depresión

Por Naveen Athrappully
15 de junio de 2023 3:13 PM Actualizado: 15 de junio de 2023 3:13 PM

Las mujeres que utilizan anticonceptivos orales tienen un mayor riesgo de depresión, y las usuarias adolescentes tienen un 130% más de probabilidades de mostrar síntomas de depresión, según las últimas investigaciones.

El estudio, publicado en la revista Epidemiology and Psychiatric Sciences el 12 de junio, es uno de los mayores sobre el tema realizados hasta la fecha, según un comunicado de prensa del 12 de junio de la Universidad de Uppsala. En la investigación participaron 264,557 mujeres seleccionadas del BioBanco del Reino Unido, una muestra de la población que reclutó a 500,000 participantes de 37 a 71 años de todo el Reino Unido entre 2006 y 2010.

El estudio propuso que el uso de anticonceptivos orales en los dos primeros años «aumenta el riesgo de depresión». Además, el uso de anticonceptivos orales durante la adolescencia «podría aumentar el riesgo de depresión más adelante en la vida», concluyó.

Los investigadores descubrieron que las mujeres que empezaron a utilizar anticonceptivos orales antes de los 20 años tenían una incidencia de síntomas de depresión un 130% mayor que las mujeres que nunca habían tomado anticonceptivos. Entre las usuarias adultas, este porcentaje era del 92%.

Incluso después de que las usuarias adolescentes dejaran de utilizar la píldora, se observó una mayor incidencia de depresión. Esto no se observó entre las adultas que utilizaban píldoras anticonceptivas.

«La poderosa influencia de las píldoras anticonceptivas en las adolescentes puede atribuirse a los cambios hormonales provocados por la pubertad», afirmó Therese Johansson, del Departamento de Inmunología, Genética y Patología de la Universidad de Uppsala, una de las investigadoras que dirigió el estudio, según un comunicado de prensa del 12 de junio.

«Como las mujeres de ese grupo de edad ya han experimentado cambios hormonales sustanciales, pueden ser más receptivas no sólo a los cambios hormonales, sino también a otras experiencias vitales».

Los investigadores recogieron diversa información personal de las participantes, como el uso de píldoras anticonceptivas, cuándo se les diagnosticó depresión y cuándo la experimentaron por primera vez, entre otros.

La relación entre el uso de píldoras anticonceptivas y la depresión también ha sido sugerida por algunos estudios anteriores. Un estudio de noviembre de 2016 publicado en la revista JAMA analizó a más de 1 millón de mujeres de Dinamarca para investigar los efectos de los anticonceptivos hormonales en su salud mental.

Llegó a la conclusión de que el uso de estas píldoras, especialmente entre las adolescentes, «estaba asociado con el uso posterior de antidepresivos y un primer diagnóstico de depresión».

Efectos de los componentes de la píldora

En el estudio del 12 de junio, los investigadores analizaron las «píldoras anticonceptivas combinadas» que contienen progestágeno y estrógeno.

Mientras que el progestágeno espesa el moco cervical para impedir que los espermatozoides entren en el útero y evitar la ovulación, el estrógeno adelgaza el revestimiento uterino para dificultar la implantación de un óvulo fecundado. El progestágeno es un compuesto parecido a la hormona progesterona.

Un posteo de junio de 2022 en newsGP, el sitio web de noticias diarias del Real Colegio Australiano de Médicos Generales (RACGP), señala que las mujeres tienen más probabilidades de experimentar niveles altos o muy altos de angustia psicológica que los hombres. Por otra parte, las mujeres en edad reproductiva también tienen tasas elevadas de depresión.

El estrógeno y la progesterona influyen enormemente en la neuroquímica y las funciones cerebrales, lo que puede relacionarse con cambios de comportamiento, depresión y alteraciones de la cognición, según el posteo.

Algunos estudios de imágenes cerebrales han sugerido que el estrógeno regula las regiones del cerebro que intervienen en el procesamiento cognitivo y emocional. Mientras tanto, se ha demostrado que la progesterona tiene ciertos efectos calmantes de la ansiedad, afirmaba.

Reducción del cerebro, alteración de la percepción de la pareja

Además de la depresión, el uso de píldoras anticonceptivas también puede encoger el cerebro. En un estudio de 50 mujeres sanas, los investigadores examinaron cómo las hormonas sexuales extrínsecas, como las píldoras anticonceptivas, afectarían a la materia gris del cerebro. De las 50 mujeres, 21 tomaban píldoras anticonceptivas.

El equipo descubrió una «diferencia drástica» en el tamaño de las estructuras cerebrales hipotalámicas entre las mujeres que tomaban las píldoras y las que no.

El Dr. Michael L. Lipton, jefe del equipo de investigación, admitió que sus análisis «confirman, por primera vez, que el uso actual de píldoras anticonceptivas orales se asocia a un menor volumen hipotalámico».

La píldora también puede alterar cómo se sienten las mujeres respecto a los hombres con los que tienen contacto sexual. En un estudio de mayo de 2016 publicado en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, los investigadores concluyeron que las píldoras anticonceptivas hormonales suprimían las «respuestas cerebrales de recompensa» inducidas por la oxitocina de las mujeres hacia el rostro de su pareja romántica.

Investigaciones anteriores del mismo equipo habían demostrado que, entre los hombres, la liberación de oxitocina les hacía percibir a sus parejas femeninas como más atractivas y desencadenaba una mayor actividad en las regiones neuronales de recompensa.

Según el estudio, en el cerebro de las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas hormonales ocurría exactamente lo contrario.


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